Por: Marlon Escoto Valerio
La Secretaría de Educación y el Gobierno en general celebra con entusiasmo los 200 días de clases, que según la ley deben cumplirse a cabalidad el 30 de noviembre de cada año, de acuerdo con el calendario académico, la Ley Fundamental de Educación y el Estatuto del Docente Hondureño.
Este logro se ha convertido, durante 17 años seguidos, en uno de los principales desafíos que ha carcomido la gobernabilidad del sistema educativo, desde que se creara el Estatuto del Docente. La ingobernabilidad la habían provocado diferentes actores que estaban interesados en mantener en estado de coma al sistema educativo para aprovecharse y gestionar nombramientos irregulares de docentes, para desalentar la inversión en la infraestructura escolar, para ocultar las necesidades reales que demanda la niñez, para no rendir cuentas del presupuesto de la matrícula gratis, para controlar los programas alternos a cuenta propia y para demostrar que había una incapacidad institucional y que solamente con la mesiánica solución de las gestiones gremiales y partidarias se podían solventar.
Aunque no guste, o les cueste reconocerlo a unos y otros, contabilizar día a día los 200 días clases nos ha permitido demostrar que existe la voluntad y el compromiso de la mayoría de los docentes, padres y madres de familia, de las mismas autoridades de Gobierno y de toda la comunidad educativa. Asimismo, podemos decir con firmeza que esta experiencia de mantener las aulas abiertas desde agosto del año 2012 nos ha servido a todos aquellos que estamos comprometidos con la nación y que laboramos en el sistema educativo, para autoevaluarnos y saber si estamos encaminando tareas, programas y proyectos complementarios a los 200 días clases establecidos en el calendario escolar, los cuales apuntan al cumplimiento de objetivos y metas establecidas en la legislación educativa, el plan institucional, Plan de Nación y Visión de País, Objetivos del Milenio y el Plan de Educación para Todos (EFA, por sus siglas en inglés).
No es casualidad que los países de la región estén a tono revisando las problemáticas o avances de la educación. Guatemala, por ejemplo, el pasado mes de octubre difundió un comunicado titulado “Educación y rendición de cuentas”, cuyo contenido no es positivo, porque expone su preocupación por el descenso de la matrícula a nivel primario, el estancamiento e incluso caída en los resultados de las pruebas nacionales en matemáticas y lenguaje, debilitamiento del sistema de la educación bilingüe, la ajustada situación del presupuesto 2015 y el incumplimiento de las metas de Educación para Todos (2015), entre otros.
En el caso de Panamá, las autoridades educativas han consultado a la Secretaría de Educación de Honduras sobre la implementación del sistema de información y las acciones para recuperar la gobernabilidad, con el deseo de compartir experiencias. Igualmente, Costa Rica, por parte del Estado de la Nación, ha mostrado un interés particular por conocer la información que registra el Sistema de Administración de los Centros Educativos (SACE), considerado por esta institución como un avance logrado construir en tan poco tiempo por la Secretaría Educación de Honduras; su interés va más allá y tiene por objetivo presentar por primera vez un estudio comparativo de los avances en el sistema educativo en ambos países, en el próximo Informe del Estado de la Región de 2015.
Si enumeramos las buenas y malas experiencias que se comparten cada día, no podremos presentar un breve resumen de lo que a mi juicio he titulado: ¡Qué manera de celebrar los 200 días clases, con un informe de rendición de cuentas!Aunque es poco común, el secretario de Estado ha solicitado que se celebre este logro en cada centro educativo, según las creatividades de los docentes y estudiantes, se ha considerado que la mejor manera de festejar es presentando un informe a la comunidad educativa involucrada, a los organismos de crédito internacional y a la sociedad hondureña en general. En tal informe se da un panorama de los avances en el cumplimiento de los objetivos y metas EFA, la situación de la educación entre el 2012 y 2014, mostrando las acciones y avances sobre la recuperación de la gobernabilidad, los desafíos de la educación en los próximos años, todo ante el compromiso de “una Honduras sin pobreza, educada y sana…” que apunta la Visión de País 2010-2038 y Plan de Nación 2010-2022.
El informe presenta una visión comparativa de los logros encaminados desde el año 2012, en este año los datos habían alcanzado un 53 % en el rendimiento académico de matemáticas de los alumnos de sexto grado y un 69 % en el área de español, logrando un promedio de 61 %; para este año 2014, el porcentaje se acerca al 68 %, ya por cumplir el 70 % que manda las Metas EFA para el 2015.
La cultura de la evaluación y rendimiento académico se ha logrado. Actualmente la evaluación se vuelve una práctica normal en docentes y estudiantes, sin el temor a ser expulsados del sistema educativo, sino que busca los vacíos y las falencias que deben intervenirse o reorientarse en los programas y contenidos, o las acciones pedagógicas que se necesitan para participar en las evaluaciones internacionales de PISA y TERCE.
En cuanto a la optimización del recurso humano y financiero que pueda transparentar la planilla docente, se ha demostrado que el mejor ejercicio es el reordenamiento con relación a la matrícula; así, los censos iniciados en 2013 y en seguimiento en 2014, han permitido registrar el pago de 58 mil docentes, que junto con el apoyo de la Secretaría de Finanzas se ha logrado en este último año saldar una deuda de 474.7 millones de lempiras a 46 mil profesores que se les debe por complementos salariales de los años 2011-2013. Estas acciones han logrado contribuir para que 45,330 docentes estuvieran estrictamente frente a sus alumnos en el año 2013 y 49,648 en el 2014, en todos los niveles. Anticipadamente se registró el nombramiento de más de 5 mil docentes en el 2014 y la disponibilidad de 2,136 plazas vacantes para someterse a concurso en el 2015. Otro resultado importante, en esta misma línea, ha sido la descentralización de 6 direcciones departamentales, que atiende a más de 25 mil docentes, particularmente en los departamentos de Cortés y Francisco Morazán.
La radiografía de la infraestructura escolar finalizada en un 95 % a mediados de 2014 y sistematizado en el Plan maestro de infraestructura escolar; por condiciones de difícil acceso e inseguridad no se ha registrado el 5 % restante. Este instrumento ha permitido conocer en detalle las realidades y necesidades de cada centro educativo, la angustia de más de una década de estar en el olvido y la falta de gestión en la inversión en los espacios educativos; hoy en día se sabe que Honduras necesita de 965.5 millones de dólares para ofrecer óptimas condiciones a la infraestructura escolar, se necesitan 556.6 millones para reconstruir y 408.9 millones más para equipamiento y acondicionamiento de los espacios escolares y evitar el hacinamiento.
Actualmente se cuenta con 159.2 millones de dólares proporcionados por la cooperación internacional, lo que representa el 16.4 % de lo que se necesita. Al respecto, varias ejecuciones están en proceso y atienden las necesidades de mobiliario; por ejemplo, un proyecto alentador es el reciclaje de materiales plásticos a cambio de un convenio tripartito entre autoridades locales, Secretaría de Educación y la empresa Escuelas con Futuro. También se gestiona y ejecuta la inversión de 20.7 millones de lempiras en 6,756 nuevas aulas, el equipamiento de 17,365 espacios pedagógicos y de diversión; la reposición de 5,423 aulas (de adobe, bahareque y madera), el equipamiento de 2,400 centros en redes educativas, la dotación de infraestructura y pupitres a 1,357 espacios que ocupan estudiantes del 7 al 9 grados; las inversiones totales en edificios a nivel nacional se acerca, a los 11. 688 millones de lempiras. Los departamentos que más necesitan de la inversión en infraestructura son Francisco Morazán, Olancho, Yoro y Gracias a Dios, este último el más precario; los que mejores presentan condiciones son Cortés, Atlántida e Islas de la Bahía.
Aunado al plan maestro se ha diseñado la primera normativa de infraestructura escolar para coordinar el diseño y los criterios de cómo construir los espacios pedagógicos; al igual modo se cuenta con un catálogo de diseños bioclimáticos según las regiones. Todos estos instrumentos vuelven transparente y atractivo el apoyo que últimamente está demostrando el sector de la empresa privada y otros voluntarios que se suman a la inversión en educación.
Además, se han implementado varias acciones que contribuyen a complementar las metas en calidad educativas. No ha sido fácil lograr un avance para llegar al 80 % en el rendimiento académico en el primer semestre de 2014 en 17 departamentos, sino se hubiese implementado la aprobación del 70 %, el ingreso de niños y niñas al primer grado a la edad de los 5 años, se establece la jornada extendida en 11 mil centros educativos en donde se atiende a 700 mil estudiantes, implementar programas de inserción escolar para los niños que retornan de la migración, el regreso a clases los días sábados, dar seguimiento a la campaña de alfabetización, entre otras acciones. También se suma a este logro atender la educación intercultural y multilingüe de manera gradual, en la que se han invertido cerca de 17 millones de lempiras.
Por todas estas acciones efectuadas, la situación actual de la educación en Honduras puede asegurar que se ha recuperado la gobernabilidad, se trabaja cada día en la transparencia y eficiencia de los recursos financieros, se motiva la cultura de la evaluación y rendición de cuentas, se busca el cumplimiento de los objetivos indicados en el Plan EFA y comprometidos cada día en eliminar las brechas de inequidad y acceso al sistema educativo que manda la Ley Fundamental de Educación.
Se proyecta para los años siguientes integrar en un programa de convivencia escolar a los padres y madres de familia para volver a conducir los espacios educativos de formación familiar en temas de cooperativas y de seguridad ciudadana. Asimismo, se espera la universalización de la educación pre básica que está a nivel de propuesta, esperando la buena gestión del Gobierno y otros entes para lograrse en los próximos 3 años de Gobierno; el acceso a la compra y distribución de los textos de ciencias naturales y estudios sociales de 1 a 6 grados, la creación de centros educativos del tercer ciclo en aquellos municipios donde aún no existe; avanzar en la alfabetización y dar seguimiento a las intervenciones de programas alternos, direcciones departamentales y centros educativos donde se manifiestan actos irregulares en el manejos de los recursos humanos y financieros que afecten la atención de niños, niñas y jóvenes del sistema educativo.
Todas las acciones y actividades complementarias a los 200 días clases se ejecutan con el mismo presupuesto aprobado en el año 2013 y 2014, el cual es de 23 mil millones de lempiras. Este resumen presentado muestra el trabajo que se ejecuta en las diferentes instancias de la Secretaría de Educación, lo que a mi modo de ver, es una forma de celebrar el cumplimiento del calendario académico junto con la comunidad educativa y la sociedad hondureña.