Tegucigalpa – Las otroras empresas insignes en el desarrollo social y económico de Honduras se ciernen bajo un futuro incierto. La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) tienen el denominador común de representar onerosas pérdidas al Estado debido a malas administraciones y una burocracia que ha consumido sus raquíticas finanzas.
– Para la ENEE hay un plan de rescate técnico y financiero, cosa que no sucede con Hondutel que cada día se hunde más.
Ambas instituciones estarán en la presente administración gubernamental bajo el mando del ministro de Infraestructura Productiva, Roberto Ordóñez, quien hasta el momento no ha dado luces hacia donde se dirige el destino de estas legendarias empresas.
Otras instituciones que en los últimos años han generado pérdidas a la administración central como el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (SANAA), Correos de Honduras, Empresa Nacional Portuaria (ENP) y la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi), también forma parte de la cartera de Infraestructura Productiva.
Datos oficiales del gobierno dan cuenta que en 2013, solo la ENEE y Hondutel le generaron pérdidas al Estado por alrededor de cuatro mil 750 millones de lempiras. Unos cuatro mil millones de lempiras corresponden a la ENEE y 750 millones de lempiras a Hondutel.
Salidas
El gobierno solo tiene una salida para la ENEE tras la aprobación de la Ley General de Energía al transformarla en una empresa de sociedad anónima y planear que divida en diferentes unidades de negocios la generación, la transformación y la distribución de la energía, a fin de reducir sus escandalosas pérdidas.
Para Hondutel todavía se desconoce los planes futuros de la antigua “gallina de los huevos de oro”, que debe hacerle frente a la competencia de las telefónicas móviles.
En el caso de la estatal eléctrica, la empresa comenzó un proceso de rescate por medio de la implementación de fideicomisos con participación de capitales privados. En tanto, el sindicato de la institución ha denunciado que se pretende llevar a la ENEE a una sociedad anónima bajo la segmentación de los servicios.
Mientras, el caso de Hondutel el panorama es más sombrío porque luego de la instalación de varias comisiones interventoras en el gobierno de Porfirio Lobo, la situación sigue siendo precaria y sin un plan de rescate real apoyado por el Poder Ejecutivo.
En los últimos meses, tanto empleados de la ENEE como de Hondutel han desarrollado constantes protestas en todo el país para demandar acciones inmediatas del gobierno que permita la recuperación de estas dos emblemáticas empresas públicas.
Este lunes el STENEE protestó por el tributo aprobado a los combustibles y que encarecerá la factura de ese servicio público. También se manifestaron en contra la recién aprobada Ley General de Energía.
La ENEE no puede reducir las pérdidas por distribución y robo de energía, lo que le genera cuantiosas mermas en sus ingresos y que el propio gerente de la estatal, Emil Hawit, ha reconocido que ronda el 30 por ciento, una cifra insoportable desde todo punto de vista.
Hawit ha reiterado la necesidad de invertir mil 200 millones de lempiras para controlar las pérdidas de la institución que él rectora, además urgió “una renegociación” de contratos térmicos para “evitar futuras alzas a la tarifa”.
Retiro voluntario de mil empleados y capacidad de inversión
Mientras el presidente del sindicato de Hondutel, Orlando Mejía, dijo que en el plan de rescate de la empresa está la posibilidad del retiro voluntario de un mil empleados. “No habrá despidos injustificados, se trata del retiro de mil personas que han manifestado su decisión de irse voluntariamente de la empresa”, agregó.
Además expresó que existe la posibilidad de inversiones por el monto 206 millones de lempiras para ampliar el cable submarino y el ancho de banda.
“Tenemos problemas en la generación de ingreso para estabilizar un poco la empresa. Estamos esperando sentarnos con el nuevo gobierno para determinar por qué lado le vamos a entrar a la empresa para recuperarla”, aseveró.
Mejía dijo que como sindicato de la institución no han tenido la posibilidad de reunirse con el ministro del sector de Infraestructura, Roberto Ordóñez. “Queremos hablar con él porque creemos que lo que aquí falta es voluntad política y la necesidad de inversión para sacar a flote a la empresa”, arguyó.
Reconoció que la competencia de Hondutel les lleva mucha ventaja, sin embargo estimó que “por lo menos para sostener la empresa y poder crecer en datos móviles existen las posibilidades”.
Enfatizó que no hay un planteamiento claro por parte del gobierno en estos momentos para salvar a la estatal de las comunicaciones. “Ellos hablan de socios estratégicos y para nosotros en estos momentos no es una solución a corto plazo, porque para que eso ocurra deben pasar unos 18 meses”, manifestó.
Por lo tanto, demandó estabilizar la empresa mediante una Ley de Emergencia Temporal que le otorgue a Hondutel algunas libertades que no tiene y que sí disponen las compañías privadas de telefonía.
Actualmente, Hondutel tiene cuatro mil 500 empleados permanentes y otros 500 por contrato, a éstos últimos se les ha suspendido su continuidad en la empresa.
Concesionar servicios de Hondutel
El viceministro de Finanzas, Carlos Borjas, manifestó que existe la posibilidad de dar en concesión, algunos de los servicios que actualmente brida Hondutel.
“Se han hecho acciones para resolver los problemas urgentes en este momento, pero todavía hay planes y están en el tapete de la mesa para rescatarla, yo creo que en este 2014 y particularmente en estos primeros seis meses deben de dar señales para tomar decisiones definitivas al respecto”, propuso el funcionario de Finanzas.
Apuntó que están “convencidos que una de las alternativas para sacar adelante a Hondutel es buscar un socio estratégico especialista en el sector de telecomunicaciones para que pueda ser una empresa competitiva, con buenos servicios, con tarifas bajas y que realmente se le inyecte capital y tecnología”.
El funcionario justificó que el colapso financiero de Hondutel fue originado por las empresas de telefonía móvil privadas.
“Lo que la mató (Hondutel) fue la competitividad, no puede competir con los operadores actuales. Estas compañías tienen una calidad de servicio muy buena y un sistema de promociones y de mercadeo muy buenos, entonces a Hondutel le falta esa competitividad y también que no ha tenido capacidad para invertir en tecnología”, sostuvo.
Intereses particulares en nueva ley de ENEE
En el caso de la ENEE, el presidente del sindicato, Miguel Aguilar, denunció que en la creación de la ley que da vida a una institución encargada de administrar la estatal eléctrica “sobresalen intereses particulares”.
Esta ley fue aprobada en la última sesión parlamentaria del Congreso el pasado 20 de enero, y en ese sentido Aguilar calificó la acción de nombrar notables como operadores en el mercado regional de generación y distribución, como “un paraguas” al resaltar que “ahí lo de fondo es que a alguien beneficiaron directamente”.
Consecuentemente calificó la determinación legislativa como algo “vergonzoso” para los intereses de la empresa energética.
Los “pesados” contratos de energía térmica y renovable consumen el 93 por ciento de los ingresos de la ENEE. Datos oficiales establecen que ese porcentaje deriva una matriz energética de 60% para el parque térmico y de 40% para los proyectos de energía renovable.
Segmentación de la ENEE
El dirigente sindical, Miguel Aguilar, recordó que la semana anterior comenzaron asambleas informativas en la estatal de energía en protesta por lo que ellos llaman “la segmentación de servicios públicos que convertirán a la institución en año y medio en una empresa de sociedad anónima”.
“Sin duda la ley que aprobaron en el Congreso Nacional afecta al pueblo hondureño y debe quedar constancia de nuestra posición como sindicato al denunciar los riesgos futuros que vienen”, advirtió.
A criterio de Aguilar dicha ley fragmentará a la ENEE ya que la pondrá en condiciones desiguales para poder hacerle frente a la inversión. “Están entregando la institución a un grupo selecto que en este momento no lleva nombre”, criticó.
Indicó que “por lo menos logramos arañar que la empresa estatal no se convierta en una sociedad anónima hasta el 2015, ya que logramos que se modificara el artículo 29”.
En el artículo 29 se instruye a la Junta Directiva de la ENEE a efecto de que con el objeto de modernizarse, antes del 1 de julio de 2015, la empresa estatal se transforme en sociedad anónima.