Miami, (EEUU) – La ex Secretaria de Estado Hillary Clinton, de 68 años, se ha convertido en la primera mujer en ser candidata presidencial en los Estados Unidos.
La agencia de noticias AP y la cadena de televisión CNN han hecho un recuento de los delegados ganados por Clinton en las primarias demócratas desde febrero y de los “super delegados” (altos funcionarios del partido) comprometidos con ella y han llegada conclusión que ya tiene 2,383, uno más de los necesarios.
Fueron las primarias de Puerto Rico, el domingo pasado, las que le dieron los delegados necesarios haciendo que las que se realizaron en Nueva Jersey, California, Nueva México y las dos Dakotas , prácticamente innecesarias.
Clinton ganó en Dakota del Sur, Nueva Jersey y Nuevo México, mientras Sanders fue declarado ganador en Dakota del Norte. California contaba sus votos.
Clinton fue senadora por el estado de Nueva York, donde viven más de un millón y medio de boricuas y conoce muy bien los problemas de estos, además de haber visitado la isla varias veces.
El senador Bernie Sanders, el gran rival de Clinton en ésta pre campaña, tenía grandes esperanzas en California, donde era el favorito, y ha criticado que los medios se hayan adelantado y hecho casi inútil las primarias de hoy.
La campaña de Clinton ha tomado con cautela las noticias de la AP y la CNN, alegando que es conveniente esperar los resultados de las cinco primarias.
El socialista Sanders ha condenado los adelantos de estos dos medios y ha asegurado que piensa llevar su movimiento de protesta hasta la convención del partido, en Filadelfia en julio.
Clinton, una vez superado la contienda de las primarias, piensa ahora enfocarse en su verdadero contrincante, Donald Trump, el candidato presidencial del Partido Republicano, en las elecciones de noviembre por la Casa Blanca.
Trump, por su parte, sigue actuando con su acostumbrada agresividad en vez de portarse como un político “presidenciable”, una vez que ya tiene los delegados necesarios para ser proclamado como candidato presidencial republicano en la convención del partido en Cleveland (Ohio) en julio.
El magnate inmobiliario ha arremetido en varios mítines electorales contra el juez federal Gonzalo Curiel, alegando que sus orígenes mexicanos lo hacían incompetente para llevar la demanda contra la Universidad Trump, acusada de fraude.
Curiel, a pesar que sus padres eran mexicanos, nació en Estados Unidos.
Según Trump, hay un “conflicto de intereses”, ya que él ha prometido, si es elegido presidente, construir un muro entre la frontera de Estados Unidos y México, además de deportar a los casi once millones de inmigrantes indocumentados que hay en el país, en su mayoría mexicanos.
Las críticas a Trump por esta actitud contra el juez Curiel han venido desde el mismo Partido Republicano, nada menos que de Paul Ryan, el “speaker” (presidente) de la Cámara de Representantes, el republicano de mayor rango institucional en el país.
Ryan ya había dicho antes que no estaba listo aún para apoyar a Trump, para luego darlo de una manera muy ambigua y ahora con el caso del juez de origen mexicano, debe estarlo pensando otra vez y con más cuidado.
Trump sigue atacando despiadadamente a Hillary Clinton, hasta el punto que ha dicho que debería estar en la cárcel por el escándalo de haber utilizado, mientras era Secretaria de Estado, un servidor privado de su casa para enviar correos oficiales.
Trump tendrá su gran día si la Agencia Federal de Investigación (FBI) decide acusar formalmente a Clinton antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
El sitio de noticias en internet Breibart.com ha revelado que el FBI podría estar investigando la posibilidad de que Clinton podría haber violado la Ley de Defensa Nacional al haber enviado en su correo personal los nombres de varios agentes de inteligencia, en una red de internet expuesta a un sabotaje externo.