Tegucigalpa – El economista del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), Rodulio Perdomo, estimó que los ingresos fiscales del Estado a finales de 2020, tendrán una caída equivalente al 40 por ciento y un inevitable endeudamiento.
-Si la deuda de Honduras alcanza los 19 mil millones de dólares y el PIB es de 22 mil millones de dólares, al hacer la división significa que la relación deuda/PIN es de alrededor de 86 por ciento.
Perdomo refirió que el Congreso Nacional, desde marzo hasta el día de hoy, ha aprobado autorizaciones por el orden de los tres mil 700 millones de dólares, con lo que la deuda externa de Honduras sumaría 19 mil millones de dólares.
En ese sentido, si se dividen esos 19 mil millones de dólares de deuda con los 22 mil millones de dólares del Producto Interno Bruto, significa que la relación deuda/PIB es de aproximadamente un 86 por ciento, lo que representa “una enorme carga fiscal para los años venideros”, señalo el economista.
Sobre el tema, el coordinador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Ricardo Castañeda, manifestó que ante un contexto como el que atraviesa la economía hondureña, es fundamental, por ejemplo, aumentar los ingresos del Estado, combatiendo la evasión y la defraudación aduanera, reduciendo sustancialmente el gasto tributario, que son todas las exenciones, exoneraciones e incentivos fiscales, ya que Honduras tiene el gasto tributario más alto de la región centroamericana, que significa un siete puntos del PIB.
De su lado, el economista Efraín Díaz Arrivillaga, estimó que el proceso de reactivación de la economía hondureña podría tomar dos años, en su opinión y su perspectiva.
“Ahorita lo que estamos viviendo es como una reapertura gradual de la economía dada la situación de la pandemia que atiende el país, eso significa que es un proceso gradual, no sabemos cuándo esa reapertura se va a dar, porque tampoco conocemos cuál va a ser la evolución eventual que la pandemia va a tener”, apuntó.
El expresidente del Banco Central de Honduras (BCH), y catedrático universitario, Hugo Noé Pino, sugiere diseñar un plan integral de contingencia que contenga medidas de políticas para disminuir ese impacto de la actual crisis sanitaria, la pérdida ante el cierre de empresas, así como las situaciones deficitarias de las finanzas públicas y del sector eléctrico.
En el marco de este plan debe incluirse la reestructuración del presupuesto 2020, urge hacerlo, y una formulación adecuada del presupuesto 2021, también reestructurar las políticas de ingreso, gasto y endeudamiento público, con objetivo de eficiencia y equidad, de esa manera se podrán garantizar unas plataformas para el desarrollo económico y social de largo plazo, argumentó Noé Pino.
De su lado, el expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Julio Raudales, refirió que en los países en donde mejor se ha tratado el tema de la pandemia y que presentan menos problemas desde la perspectiva del cuidado de la salud, pero también de los medios de vida de la gente, o sea de la economía de la gente, son aquellos en donde hay un camino trazado, en donde hay un plan de desarrollo bien definido y los servicios públicos se prestan de manera responsable.
“Lamentablemente no es el caso de nuestro país, por lo cual nosotros queremos hacer un llamado para que todas las autoridades, pero sobre todo también las fuerzas vivas del país que nos pongamos de acuerdo y avancemos en el desarrollo de este plan integral”, puntualizó.