Este viernes, la comitiva hondureña que viajó a la zona de Texas, EEUU, constató las condiciones en que se encuentran este segmento de la población que decidió emigrar del país por mejores condiciones.
En entrevista concedida a la periodista hondureña, Neida Sandoval, quien labora para la cadena internacional Telemundo, la primera dama Ana de Hernández dijo que “ha sido una jornada muy intensa, hemos tenido la oportunidad de visitar centros de detención de la patrulla fronteriza donde están albergados muchos niños centroamericanos. Hemos transitado por la frontera y llegar hasta donde muchos niños ingresan atravesando el río y luego el camino que deben de recorrer hasta que llega la patrulla fronteriza y son detenidos”.
Insiste que “es una situación difícil, como madre para mí fue muy difícil y me rompió el corazón al ver a los niños en una situación emocional en que se encuentran muchos de ellos, con lágrimas en sus ojos me decían que no quieren estar aquí”.
Acepta que “obviamente hay un proceso legal que se tiene que llevar a cabo y hay mucha incertidumbre de parte de ellos, pues están solos. Es un drama y apelamos a los padres de familia de todo Centroamérica a que no manden a sus hijos en esta ruta emigratoria”.
Deseo de reunificación
La Primera Dama expresó que pudo conocer que la mayoría de los niños viajan a Estados Unidos con la intención de ver nuevamente a sus padres.
“Nosotros entramos a las salas de los albergues y lo primero que les dije a los niños es que me levantaran la mano quienes tienen a sus padres o parientes en Estados Unidos, y todos la levantaron. La realidad es que la mayoría llega con el deseo de reunificarse con sus familiares”, afirmó la esposa del presidente Juan Hernández Alvarado.
Al ser consultada sobre si la repatriación es una buena opción para los niños migrantes, García de Hernández expresó que “ellos van a enfrentar un proceso migratorio que va a durar algún tiempo, lo que puedo decir es que no sólo son niños los que están entrando, sino que hay grupos familiares. En este caso el proceso de ellos será mucho más ágil en términos de deportación con sus países. En cuanto a los niños entrarán a un proceso legal que puede durar un año o dos para que puedan comparecer ante el juez”.
La Primera Dama reiteró su llamado a los padres de familia que “en vez de invertir sus recursos, que en muchos casos sabemos que son escasos, en venir a Estados Unidos en busca de la muerte, muchas veces, mejor inviértanlo para que sus hijos tengan oportunidades de desarrollo económico, de mejor educación en el país y no los arriesguen en esta difícil travesía”.