Tegucigalpa – Honduras, al igual que el resto de países del mundo, conmemoran hoy el Día de la No Violencia Contra las Mujeres y Niñas, en un ambiente marcado por la impunidad.
-El OV-UNAH reporta que entre 2005 y 2014 se han producido 4,018 asesinatos de mujeres y niñas.
América Latina y el Caribe, según la Organización para la Cooperación para el Desarrollo (OCDE), es la región mundial que más ha avanzado en el reconocimiento formal de los derechos de las mujeres. Hace ya 20 años, los Estados de las Américas dieron el enorme paso de aprobar, en el marco de la OEA, la “Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer” -conocida como “Convención de Belém do Para”.
Hoy, 32 de los 34 miembros de la OEA han ratificado la Convención, y están comprometidos a adoptar “sin dilaciones” medidas para proteger a las mujeres.
Sin embargo, según la OEA, los motivos para el regocijo son mínimos, porque la realidad sigue siendo dramática: Según la Cepal, mil 678 mujeres -en los 17 países de la región que ofrecen datos- fueron asesinadas en 2014 por el mero hecho de serlo.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace 20 años una de cada tres mujeres podía esperar ser víctima de la violencia en algún momento de su vida. Hoy esa inquietante cifra se mantiene invariable.
Asesinatos más brutales
En el caso de Honduras, según la experta en criminalística, Arabesca Sánchez, el último reporte que presentó el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), se hizo con datos de 2014 en relación a 2013.Sin embargo, hay municipios del país que tienen una tendencia creciente y otro fenómeno es que los feminicidios se están presentando con un nivel de violencia brutal y ahora es frecuente ver los cuerpos de mujeres que son mutilados, torturados y embolsados y que comienza a afectar a niñas y adolescentes como el caso reciente de tres menores que fueron arrojadas envueltas en bolsas plásticas en la colonia Los Llanos de Comayagüela, víctimas de las maras y pandillas.
Agrega que ese es el riesgo en el que caen las niñas que viven o están cerca de estructuras pandilleriles o bandas criminales.
Otro factor que apunta Sánchez es el papel que juegan las redes sociales, ya que los grandes tratantes de personas, sobre todo de niñas y mujeres, realizan una vigilancia a través de las mismas.
Destacó que a nivel nacional, un grave problema lo sigue constituyendo la violencia doméstica que afecta a toda la familia, principalmente a los niños.
Prueba de ello, es el caso de Nolvia, quien relata que por muchos años fue víctima de violencia doméstica de parte de su ex marido cuando vivían junto a sus dos pequeños hijos en la colonia Residencial Honduras. “Eran golpizas cada vez que llegaba bolo, eran escándalos a medianoche y los que más sufrieron fueron mis hijos, pero afortunadamente, hasta la familia de él (el ex marido), me ayudó a separarme y ahora salgo adelante sola vendiendo comida y con lo que les pasa a mis hijos”, describió.
Aludió que en esta fecha que se conmemora la lucha contra la violencia de género, los movimientos que luchan por la no violencia contra las mujeres han realizado toda una semana de actividades en las que han renovado su demanda ante el Estado para ir fortaleciendo el sistema de prevención de la violencia contra las niñas y las mujeres.
Estamos en una nebulosa
Por su parte, la coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, Gladys Lanza, señaló que el problema es que una cosa es la que ellas como organizaciones feministas plantean en relación con el manejo de las cifras y otra cosa es la que hace el gobierno, porque muchos de los casos con que se cuentan son subregistros y en ese sentido, es difícil si la violencia contra las mujeres ha aumentado o ha disminuido.“El asunto es que las mujeres siguen muriendo y no se captura a los hechores ni se les juzga, entonces para nosotras es una situación bastante complicada por el hecho que no tenemos cifras reales; esto nos preocupa, pero hay que seguir insistiendo hasta que nos den los registros correctos”, señaló.
Aseveró que ni el OV-UNAH, ni la Secretaría de Seguridad, brindan datos por lo que están en una nebulosa en la que no pueden decir el número de mujeres asesinadas y la cifra de hechores. “Nos esconden las cifras”, acotó.
No obstante, Lanza coincide en la estadística que se maneja de que en Honduras cada 16 horas, una mujer es asesinada, pero las mujeres en el país sufren de diferentes tipos de violencia como la violencia de pareja conocida como violencia doméstica, la violencia intrafamiliar y la violencia sexual, entre otras.
Apuntó que la violencia sexual tiene varias aristas y tiene registros a los que las autoridades no les dan relevancia a tal grado que esa organización recibe a diario denuncias de mujeres que han sido violadas con las consecuencias que implican el trauma que queda y las repercusiones que dejan en la vida de la víctima.
En esta fecha que se conmemora el día contra la violencia de género, Lanza hizo un llamado al Estado para que cumpla con sus compromisos internacionales al aceptar y firmar tratados y convenciones que establecen obligaciones, sin embargo, no se preocupa por cumplirlas.
