Tegucigalpa – Los cuatro asesinatos múltiples con que cerró la semana 47 del presente año en Honduras, acerca a esta nación centroamericana a sus siete días más violentos en cuanto a matanzas se refiere y ya roza el centenar de estos sucesos a falta de diciembre, un mes altamente conflictivo por las fiestas de la temporada.
– Cada tres días se produce una matanza en Honduras. Dos policías también fueron ejecutados el fin de semana.
– “No vamos a permitir que estos hechos queden impunes”, dijo el presidente Hernández desde Francia.
El tema de violencia ha sido abordado por el propio presidente Juan Orlando Hernández, quien se encuentra en París participando en una cumbre mundial sobre el cambio climático.
Desde el viejo continente, el jefe del Ejecutivo prometió que los últimos hechos violentos “no quedarán en la impunidad”.
“El pueblo hondureño debe entender que es fundamental seguir en la ruta de recuperar la paz, la tranquilidad del país, a pesar de la reacciones de estos grupos delincuenciales”, dijo a medios de prensa.
Hernández enfatizó que “afianzar los valores morales y el respeto al prójimo y a la vida, son temas muy importantes en la construcción de la nueva Honduras”.
Los homicidios múltiples desaniman e imponen miedo a la sociedad hondureña, quienes tienen que soportar la pesada carga de 15 homicidios diarios.
Los operadores de justicia, pese a reafirmar su compromiso por contrarrestar la ola de criminalidad, incluso han demandado a las iglesias que oren por la paz de la nación. Hace unos días el vocero policial, Leonel Sauceda, rompió en llanto ante los medios de prensa luego de conocer sobre una masacre en el sector de “El Infiernito” en la colonia 19 de Septiembre de Comayagüela.
Semana más violenta
La directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Migdonia Ayestas, dijo a Proceso Digital que la semana recién concluida se puede considerar la más violenta, no solo del año, sino también de los últimos tiempos.
Contó que en cuatro matanzas (Choloma, El Infiernito, Nueva Frontera y Copán) murieron 27 personas, entre ellos niños, mujeres y jóvenes.
En los 333 días transcurridos hasta el momento ocurrieron 96 matanzas -seis más ya que todo el 2014- lo que deja un suceso de este tipo cada 83 horas (un poco más de tres días).
En los 96 homicidios múltiples hasta ahora perecieron 355 personas. Muchas de las víctimas suelen ser jóvenes menores de 25 años, pero lo más dramático es que ni los niños se escapan a estas acciones delictivas.
Ayestas manifestó que “ya con estas últimas masacres pasamos las que ocurrieron en todo el 2014 y eso que todavía nos falta diciembre, un mes altamente conflictivo por la circulación de capital, exceso de consumo en bebidas alcohólicas y todo lo que representa la fiesta del fin de año”.
La Iglesia Católica en su homilía dominical repudió los constantes hechos criminales que vive el país y lamentó que la seguridad se haya derrumbado.
“Hoy la seguridad se ha derrumbado, hemos visto derrumbarse también los poderes financieros. La crisis económica, el índice tremendo de desempleo, la falta de valores humanos, la crisis cultural y religiosa golpean a la humanidad”, dijo en su mensaje el padre Juan Carlos Martínez.
“No podemos ser más rehenes de la violencia”
El experto en tema de seguridad, Raúl Pineda Alvarado, deploró que los hondureños no pueden seguir siendo más rehenes de la violencia y a renglón seguido apuntó que este apartado requiere la atención e intervención oportuna del Poder Ejecutivo.
El analista reconoció que estos eventos le generan al país “una mala imagen” en el campo internacional -lo que a su criterio- ahuyenta la inversión. “Es el momento que la sociedad se agrupe alrededor de las autoridades, pero también entender que la sociedad no quiere explicaciones, quiere acciones, que la sociedad no resolverá sus problemas con leyes, sino con actividades que reflejen un verdadero interés de los operadores de justicia”.
Pineda Alvarado estimó que en la actualidad los operadores de justicia se perciben “perezosos y obesos” que han perdido el entusiasmo con la que empezó este gobierno su lucha contra la criminalidad.
Para el entrevistado, el presidente Hernández debe pedirles cuentas a sus colaboradores y debe señalarles plazos para resolver los crímenes que se producen.
Insistió que más leyes no es la solución para la ola de criminalidad que sacude el país y recomendó ejecutar acciones creíbles que demuestren que la lucha contra la inseguridad no está perdida.
Exteriorizó que la estrategia de combate a la inseguridad nació “con el pecado original”, es decir que desde un inició se nombraron a las personas equivocadas en puestos claves. “Los verdaderos estudiosos del tema dijeron que no se puede vencer un problema que no se conoce, y aquí no se ha estudiado el fenómeno de la criminalidad como debió hacerse”.
Otro de los factores que no ha contribuido a fortalecer el combate a la inseguridad es que no ha existido sostenibilidad en los proyectos. “Aquí se hizo un gran escándalo con la comunicación de los presos y que esta iba a ser restringida, y en cambio veo todos los días a mis colegas hablando por celular con internos de la Penitenciaría”, refirió.
Los últimos asesinatos múltiples
El sábado en horas de la noche se produjo un nuevo hecho violento que cobró la vida de cinco personas en la comunidad de El Encino, departamento de Copán.
La madrugada del sábado, se produjo una masacre con el saldo de siete personas muertas y varios heridos en la aldea Barrancos, municipio de Nueva Frontera, departamento de Santa Bárbara. En el momento murió el padre y cuatro hijos, posteriormente la madre también expiró en un centro asistencial.
Las dantescas imágenes transmitidas por varias televisoras mostraron cómo quedaron los cuerpos de las víctimas de la familia Larios Guerra. En un extremo los cuatro menores yacían sin vida ejecutados con armas de fuego y machetes. El padre sin vida en otro lado de la humilde vivienda y sobre la cama una joven que estaba en su último mes de embarazo.
Asimismo, la madrugada del miércoles, seis hombres y una mujer, fueron ultimados en la colonia 19 de septiembre, sector de “El Infiernito” en Comayagüela, ciudad gemela con Tegucigalpa.
Mientras que el pasado martes, ocho personas del rubro del transporte fueron acribilladas por desconocidos en una terminal de buses de la colonia Cerro Verde de Choloma, departamento de Cortés.