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WikiLeaks y una revolución que pudo pasar en Honduras

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¿Qué hubiera pasado si los papeles que WikiLeaks divulgó sobre Honduras se hubieran conocido antes del 28 de junio de 2009?, ¿Habría sido Túnez el espejo de esta nación centroamericana sí aquellos envíos del embajador Charles Ford se hubieran develado a tiempo?
 

El mundo ha empezado a denominarla la primera revolución WikiLeaks. Se trata de la caída en Túnez de Ben Alí, el todopoderoso gobernante que tras 23 años en el poder se ha visto obligado a huir de su país y a quien no le ha sido fácil encontrar refugio.

No hay duda que los documentos de Julian Asange relacionados con temas de corrupción fueron el detonante de una lucha del pueblo tunecino que dio inicio con reivindicaciones de sus derechos al trabajo y el respeto a su humanidad hasta contagiar con su indignación al país entero.

El dictador cayó. Bastaron pocas semanas.

Es posible asemejar la situación de Túnez con la de Honduras, donde se han conocido importantes revelaciones hechas por WikiLeaks que dejan ver claramente situaciones de interés fundamental de la nación, tales como aquella radiografía premonitoria en la que el entonces embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Charles Ford, describía y advertía sobre la debacle que quizás pudo evitarse y que llevó al país a la más profunda crisis política que aún lastima a la población.

Las reflexiones de Ford son amplias, detalladas y pudieron ser importantes en el trabajo de su sucesor Hugo Llorens así como de gran parte de la comunidad internacional, misma que ha jugado un papel dual con el caso hondureño.

El documento secreto enviado por Ford hace un retrato vivo, desde una óptica personal, del ex presidente Manuel Zelaya, su entorno, acciones e intenciones.

Pero en sus consideraciones finales Ford expresa claramente lo que pudo ocurrir sí sus ponderaciones hubieran tenido eco. He aquí parte de las mismas:

15. (S) MÁS AUN: El último año y medio de la administración Zelaya será, a mi juicio, extraordinariamente difícil para nuestra relación bilateral. Su búsqueda de inmunidad por las numerosas actividades de la delincuencia organizada llevadas a cabo en su administración provocará una amenaza para el Estado de Derecho y la estabilidad institucional. Las instituciones de Honduras y los gobiernos amigos tendrán que estar preparados para actuar en privado y en público para ayudar a Honduras a seguir adelante.

Sí el informe revelado por WikiLeaks hubiera salido a la luz antes de junio 28 de 2009, fecha que se dio la salida de Manuel Zelaya del poder y el pueblo las hubiera conocido probablemente la historia sería otra. En ese caso, vale preguntarse ¿hubiera ocurrido en Tegucigalpa la revolución WikiLeaks antes que en Túnez?

Considerando que no duda el embajador Ford en mostrar con detalle que “Zelaya también ha sido bastante errático…. ansioso de mostrar su falta de respeto por las figuras de autoridad… existe también un Zelaya siniestro, rodeado de unos pocos asesores con lazos con Venezuela y Cuba y con el crimen organizado….”, la hipótesis cobra validez.

Túnez se libró del dictador a través de una revolución en la que no hay duda las revelaciones de WikiLeaks y las redes sociales también jugaron su parte pese al bloqueo.

Zine al Abidine Ben Ali ya no está y el país medianamente desarrollado cuenta con las bases para ponerse de pie; libre de la clase que lo dañaba en sus fundamentos.

Aquellos que desde el poder abusaron y a quienes en los cables secretos se califica como una “cuasi mafia”, especialmente por el deplorable papel de la esposa del depuesto gobernante, serán dentro de poco parte de una negra historia.

Quién es quién en la transición tunecina

Cronología de la caída de Ben Ali en Túnez

Foireign policy: La Primera revolución WikiLeaks

Traducción Libre Proceso Digital

Aunque la situación en Túnez ciertamente ya era crítica y los ciudadanos no necesitaban información nueva para enconarse con el régimen, la forma en la que los cables de WikiLeaks muestran a la pareja presidencial de Túnez pudo haber servido como el catalizador de esta revuelta.

Los cables de WikiLeaks dibujan un país corrupto, particularmente la familia del presidente, a la que describen como a una «cuasi mafia», y, sobre todo, a la mujer del mandatario, Leila Ben Ali, que, según explican, hace y deshace a su antojo. Al hilo de la publicación de estos documentos, el gobierno tunecino cerró el acceso al portal de Julian Assange. (Lo que hizo reaccionar a los hackers Anonymous, con su OpTunisia, atacando a los sitios del gobierno).

Un cable de WikiLeaks de la embajada de Estados Unidos, dice que «Túnez tiene grandes problemas. El presidente Ben Ali está envejecido, su régimen sufre de esclerosis y no hay un claro sucesor. Muchos tunecinos están frustrados por la falta de libertad política y sienten rabia por la corrupción de la familia del presidente, por las elevadas tasas de desempleo y por las desigualdades regionales. El extremismo es una amenaza».

Una de las cosas que llevó a precipitar la balanza fue también el cable que denunció las enormes ganancias que obtuvo la primera dama en la construcción de una escuela internacional para la elite tunecina. La primera dama, que albergaba esperanzas de suceder a su esposo en el cargo máximo.

Anteriormente las protestas en Irán y en Moldavia habían sido llamadas «las revoluciones de Twitter», ahora veremos esta revuelta en Túnez etiquetada de ser una «Wiki revolución», halagando el poder de la tecnología social. Sin embargo, WikiLeaks, como en su momento Twitter, son solamente una serie de factores, seguramente no los más decisivos, para que se generen este tipo de revoluciones, lo cual no significa que no sean nuevos actores en el escenario político. Uno de los grandes factores de los que no se habla es que Ben Ali no se ha aliado con Estados Unidos, por lo cual no es protegido por la comunidad internacional. De la misma forma como le ocurrió a Ahmadinejad en Irán. En este sentido Twitter y WikiLeaks también son usados como máquinas de presión política – más allá de los ciudadanos- por los gobiernos moviendo estratégicamente piezas en el tablero global, sin mostrar las manos.

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