Proceso Digital ofrece el extracto de otro expediente secreto de la diplomacia estadounidense dado a conocer por la Web WikiLeks en un envío de Lisa Kubiske, consejera en jefe de la misión de los Estados Unidos en Brasil a Arturo Valenzuela, previa a su visita a Brasil en diciembre de 2009.
Cable Confidencial.
Origen: Embajada de Brasilia
Fecha: 2009-12-10
Asunto: Contextualización para la visita del 13 y 14 de diciembre del Secretario Adjunto de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental.
1. Es más que una cortesía decir que su viaje se produce en un momento muy significativo para las relaciones EE.UU.-Brasil. Un comienzo prometedor con el nuevo Gobierno de los EE.UU. está empezando a decaer a medida que las iniciativas de alto nivel se han retrasado y Brasil ha apoyado posiciones no acordes con la visión del Gobierno de los Estados Unidos en temas tales como Honduras, Colombia / Venezuela, Irán, la no proliferación y el proceso de paz en Oriente Medio. […]
6. (C) La rápida penetración de de Brasil en el escenario mundial es incuestionable, aunque en gran medida aún emergente. La claridad de propósito de Brasil en América del Sur, donde la importancia primordial de mantener la estabilidad en sus frágiles fronteras ha llevado a un énfasis en el diálogo y la integración con sus diez vecinos, no se evidencia en la mayor parte de cuestiones extra-regionales. El objetivo de Brasil de conseguir un puesto en la mesa de discusión de muchos de los problemas mundiales parece no ir mas allá del puesto en si mismo. En parte, esto se debe a una disposición general brasileña a preferir el diálogo con otros países a la confrontación o el aislamiento. También se debe a la determinación de Lula de desarrollar y mantener relaciones de amistad con todos los actores mundiales ya que Brasil busca un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. El resultado final es que Brasil sigue siendo a menudo reticente a tomar posiciones firmes sobre las cuestiones mundiales clave y, en general busca la manera de evitarlas. Muy a menudo, el Gobierno de Brasil evita posiciones de liderazgo que podrían requerir abiertamente la elección de uno de los bandos. Su incomodidad con ser el centro de atención ha quedado evidenciada en las consecuencias del golpe de Estado Honduras: empujada hacia el centro de la crisis cuando el presidente Zelaya apareció en la puerta de su embajada, Brasil hizo muy poco por librarse a sí misma o para perseguir activamente una solución, optando por transferir la responsabilidad a los Estados Unidos.
7. […] Brasil mantiene un frustrante doble rasero en cuanto a la democracia y los derechos humanos. A pesar ser un miembro fundador de la Comunidad de las Democracias y Asociación para la Gobernabilidad Democrática, Brasil rara vez se mantiene firme en estas cuestiones; incluso su apoyo obstinadamente rígido a Zelaya (más que la democracia) en Honduras está en marcado contraste con la aceptación incondicional de la reelección del Presidente iraní Ahmadinejad. […]
18. […] Para el Gobierno de Brasil, en particular, el problema de las bases en Colombia parece ser evidencia de una falta, por parte del gobierno de Estados Unidos, tanto de transparencia en nuestras relaciones en la región y una falta de consideración respecto a asuntos que tienen un impacto directo en la seguridad de Brasil. Aunque inicialmente alababa la respuesta del gobierno de Estados Unidos al golpe de Estado en Honduras, y a pesar de haber insistido públicamente en que el problema era nuestro para resolver, el Gobierno de Brasil percibió nuestra posición de apoyo al proceso democrático hondureño (en lugar de una firme insistencia en la restauración de Zelaya) como un paso contrario a la creación de consenso en la región.
