El Dow Jones de Industriales, la principal referencia del parqué neoyorquino, cerró esta última sesión de enero con un leve retroceso del 0,16 % para situarse en las 12.632,91 unidades, lo cual no le impidió acumular en el mes una importante subida del 3,4 %, la mayor registrada en el primer mes del año desde 1997.
Además, los 415,35 puntos que ha conseguido sumar en el arranque del año suponen la mayor subida en unidades de la que se tiene registro en un mes de enero.
Emuló ese comportamiento el selectivo S%26amp;P 500, que, pese a una bajada marginal del 0,05 %, este martes se anotó una subida mensual del 4,36 %, también la más pronunciada para un mes de enero desde 1997.
Mientras, el índice compuesto del mercado Nasdaq se desmarcó de las pérdidas de esta última sesión del mes y cerró el día con un avance del 0,07 % que le permitió acabar enero con una contundente ganancia del 8,01 %.
El parqué neoyorquino anotó esas sólidas subidas mensuales en sintonía con las principales bolsas mundiales, encabezados por Hong Kong, que cerró con una subida del 10,61 %, Fráncfort del 9,5 %, Milán del 4,89 %, París el 4,39 % y Tokio del 4,11 %, entre muchas otras, mientras que Madrid se descolgó con un descenso del 0,67 %.
Con esas ganancias generalizadas cerraron los mercados mundiales el primer mes de 2012, un año en el que los inversores tratarán de conseguir que la volatilidad que hizo temblar a los principales parqués mundiales quede en los libros de historia como un problema de 2011.
La crisis de deuda europea, principal causante de la histeria que se hizo con los mercados en la segunda mitad de 2011, parece ahora estar tomando la dirección en el buen camino después de que 25 de los 27 países de la Unión Europea (UE) pudieron acordar el martes un pacto fiscal.
El acuerdo, en el que no estarán ni Reino Unido ni la República Checa y que se firmará previsiblemente en marzo, supone que los países que lo ratifiquen podrán solicitar ante el Tribunal de Justicia de la UE que imponga sanciones financieras a los que no consagren correctamente la «regla de oro» o el techo de gasto en sus legislaciones o constituciones.
Gracias a ese pacto, el parqué neoyorquino amaneció este martes con sólidas ganancias, aunque la celebración duró poco. ya que en cuanto se conoció que la confianza de los consumidores estadounidenses retrocedió en enero, los tres principales índices de Wall Street se volcaron en negativo.
El indicador que elabora The Conference Board cayó hasta 61,1 puntos, comparado con los 64,8 de diciembre, cuando había tocado su nivel más alto desde abril, y muy por debajo de los 68 pronosticados por los analistas.
Los inversores esperaban que los consumidores siguieran mostrando la confianza de los dos últimos meses de 2011, por lo que se llevaron una decepción a la que se unió el descenso del precio de la vivienda en las mayores ciudades de EEUU del 1,3 % en noviembre en relación con el mes precedente, según Standard %26amp; Poor’s.
Precisamente esa agencia de calificación advirtió hoy de que «el creciente gasto» gubernamental en sanidad «dañará probablemente» la «solvencia soberana» de los países del G20 a partir de 2015, una nueva alerta que también pesó sobre el rumbo del parqué neoyorquino.
Los inversores neoyorquinos tampoco pudieron agarrarse a la temporada de resultados empresariales en Estados Unidos, ya que dos de los componentes del Dow Jones informaron de unas cuentas peores de las previstas por los expertos.
Exxon Mobil, la mayor petrolera de Estados Unidos, bajó el 2,05 % tras anunciar que en 2011 ganó 41.060 millones de dólares, el 35 % más interanual, pero en el último trimestre su beneficio aumentó apenas el 1,6 %.
Por su parte, la farmacéutica Pfizer se dejó el 0,83 % tras revelar que ganó 10.009 millones de dólares en 2011, el 21 % más que en 2010, pero en el último trimestre sus ganancias cayeron a la mitad por la pérdida de exclusividad del medicamento Lipitor.
