Tegucigalpa – La capital hondureña volvió a tronar con el estallido de petardos y todo tipo de artefactos fabricados a base de pólvora, pese a la prohibición, los operativos y las sanciones de parte de las autoridades para que en el Distrito Central, se comercialice ese tipo de productos.
En ese sentido, las calles de la ciudad, amanecieron este viernes llenas de basura producto de la impresionante quema de pólvora que ocurrió durante la Nochebuena en Tegucigalpa y Comayagüela, ciudades que conforman la capital del país.
Desde tempranas horas de la noche comenzaron a escucharse los estallidos de los petardos y cuando llegó la medianoche, la quema de pólvora fue impresionante en todos los sectores de la capital, desde las zonas residenciales exclusivas hasta los humildes barrios pobres que se ubican en el enorme cordón marginal de la ciudad.
Se estima que la quema de pólvora representa el gasto de millones de lempiras, pero afortunadamente hasta la mañana de este 25 de diciembre, no se reportaban personas quemadas por el uso de petardos.
La quema de pólvora es una tradición a la que los hondureños, al parecer, no están dispuestos a dejar, pese a las campañas y restricciones para evitar la comercialización y uso de esos productos, muchos de los cuales son de alto poder.
La noche del jueves la venta de todo tipo de productos fabricados con pólvora se podía apreciar en los mercados de la capital sin que el personal del juzgado de Policía diera abasto para tratar de decomisar la mercancía.
Desde mediados de noviembre las autoridades municipales lanzaron la campaña “Cero Pólvora”, haciendo un llamado a la conciencia de los padres de familia para que sus hijos no sufran mutilaciones y quemaduras por la explosión de cohetes. Mediante la campaña, se prohíbe la venta de explosivos en el Distrito Central.
Pese a ello, en el primer centro asistencial del país en las últimas semanas previo a la Nochebuena ingresó un hombre de 30 años con quemaduras de pólvora.
