Tegucigalpa – Entre juegos, canciones y palmas, Denia y Jimena agradecieron la oportunidad de sentarse a la mesa en familia y compartir las experiencias del día. En el taller “Volvamos a la mesa”, madre e hija comprendieron que el mejor legado que un padre puede dar a su hijo es un poco de tiempo cada día.
“Volvamos a la mesa” es una iniciativa organizada por Jóvenes contra la Violencia Honduras (JCVH) en conjunto con la campaña regional Instinto de Vida, que busca reducir en 50% los homicidios para los próximos 10 años.
“El objetivo de sentar a los padres, madres e hijos en torno a la mesa es promover la comunicación en el seno de los hogares; particularmente en familias que habitan en sectores de alto riesgo, vulnerables ante la situación de violencia”, indicó Jessica Pavón, vocera de la iniciativa en el país.
Y es que la comunicación en familia, permite compartir tiempo de calidad y la transmisión de valores desde la célula de la sociedad, evitando que los niños y jóvenes busquen erróneamente amor y comprensión junto a malas influencias.
“Mi hija inició hace seis años la escuela, ya está culminando la primaria y muy pocas veces hemos tenido oportunidades como esta de tener conocimiento del diario vivir. Con las actividades de casa, del trabajo, uno no ve a fondos los problemas que tiene en el hogar”, comentó Denia.
Y es que la comunicación en familia, permite compartir tiempo de calidad y la transmisión de valores desde la célula de la sociedad, evitando que los niños y jóvenes busquen erróneamente amor y comprensión junto a malas influencias.
“Mi hija inició hace seis años la escuela, ya está culminando la primaria y muy pocas veces hemos tenido oportunidades como esta de tener conocimiento del diario vivir. Con las actividades de casa, del trabajo, uno no ve a fondos los problemas que tiene en el hogar”, comentó Denia.
La joven madre comprende que difícilmente puede hablarse de la necesidad de tiempo en familia si no se vive. “Tengo una familia y considero que la prevención de la violencia es un tema tan importante para hacerle ver a los jóvenes cómo ellos tienen que estar atentos a su crecimiento, a sus valores, el temor a Dios”, añadió.
“La actividad se basa en la pérdida de valores familiares y sociales, por lo que JCVH desarrolla el programa con la finalidad de implementar factores de protección”, explicó por su parte Santiago Ávila, coordinador de la organización juvenil.
La joven madre comprende que difícilmente puede hablarse de la necesidad de tiempo en familia si no se vive. “Tengo una familia y considero que la prevención de la violencia es un tema tan importante para hacerle ver a los jóvenes cómo ellos tienen que estar atentos a su crecimiento, a sus valores, el temor a Dios”, añadió.
“La actividad se basa en la pérdida de valores familiares y sociales, por lo que JCVH desarrolla el programa con la finalidad de implementar factores de protección”, explicó por su parte Santiago Ávila, coordinador de la organización juvenil.
Como parte del taller, madres e hijos expresaron la cualidad que más aprecian unos de los otros, armaron rompecabezas con frases relacionadas a la importancia de la familia en la sociedad y elaboraron un plan de vida familiar destacando las fortalezas, debilidades y cómo mejorar la comunicación.
“Como madre me siento orgullosa porque son detalles que a veces uno no los tiene y viene a aprender, a motivarse, porque si en algo está fallando, uno llega a su hogar y ve cómo recuperar el tiempo con sus hijos”, expresó Delmy, otra de las madres asistentes.
Alejar a los jóvenes de la violencia
Instinto de Vida persigue la reducción de homicidios en siete países de Latinoamérica con las tasas de homicidios más altas de la región. Entre estos, figura Honduras.
Para lograr tal objetivo, la campaña propone diversas rutas: apoyar el desarrollo de planes y programas para reducir los homicidios en las zonas más afectadas o la estimulación de la empatía, en contraste con la idea de que las tasas altas de asesinatos son normales o aceptables en nuestras sociedades.
En ese sentido, Instinto de Vida apuesta al involucramiento de la población de forma directa en la reducción de los homicidios, a través de un mensaje positivo sobre el valor de la vida, como la mejor manera de asegurar los cambios culturales.
Para lograr la transformación de la sociedad, contempla además métodos e intervenciones para evitar la reproducción de la violencia.
En Honduras, la iniciativa está siendo por respaldada por Casa Alianza, Jóvenes Contra la Violencia, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Predicar y Sanar PREDISAN, la Federación de Organizaciones No gubernamentales para el Desarrollo de Honduras FOPRIDEH, la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), Transformemos Honduras, World Vision Honduras, la Universidad Metropolitana de Honduras (UMH), Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Liga Nacional de Futbol (FENAFUTH), Programa Aldea Global, Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Jóvenes, Adolescentes y sus Derechos COIPRODEN, Asociación Familiares y Víctimas de la Violencia, Red Viva-Honduras y la Cruz Roja Hondureña.
“Es importante promover iniciativas que alejen a los jóvenes de la violencia, de las drogas, que involucremos a nuestros jóvenes en iniciativas positivas. Es admirable que los padres se involucren y acompañen a sus hijos”, comentó Edgardo Rivera, uno de los ‘Champions” o voceros de la campaña regional en Honduras
