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Verstappen completa otra exhibición en Monza

Madrid – El cuádruple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull) ganó este domingo el Gran Premio de Italia, el decimosexto del Mundial, en Monza; donde completó otra exhibición y mantuvo a raya a los dominantes McLaren, que lo acompañaron en un podio en el que el inglés Lando Norris subió al segundo peldaño y el esta vez muy generoso y obediente australiano Oscar Piastri, que confirmó su liderato, al tercero.

Verstappen, de 27 años, elevó a 65 su tercera marca histórica de triunfos en la Fórmula Uno al lograr su tercero del año y el tercero en Monza, donde festejó por tercera vez en las cuatro últimas ediciones de una de las dos pruebas siempre presentes en el Mundial -la otra es el Gran Premio de Gran Bretaña-; en la que Ferrari, que corre en casa en el templo de la velocidad se tuvo que conformar con el cuarto puesto del monegasco Charles Leclerc y el sexto del séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton, que cruzó la meta justo detrás de su compatriota y ex compañero George Russell (Mercedes).

El astro neerlandés demostró una vez más que, sin el mejor coche, sigue siendo el más brillante de la parrilla, en otra carrera desafortunada para los españoles: el doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (Aston Martin) abandonó a causa de una avería en la suspensión delantera de su AMR25, mientras que el madrileño Carlos Sainz (Williams) acabó undécimo.

El otro hispanohablante, el argentino Franco Colapinto (Alpine), fue decimoséptimo en la pista del Parque Real lombardo, en la que, tras obedecer unas discutibles órdenes de equipo tras una mala parada de Norris al final de la prueba, Piastri le devolvió el segundo puesto a su compañero. El prodigio de Melbourne -que debutó en la categoría reina hace dos años, después de ganar de forma seguida la F3 y la F2- confirmó, no obstante, su liderato en el certamen; que ocupa ahora con 324 puntos, 31 más que Lando y con 94 sobre ‘Mad Max’.

Norris se había resarcido en parte, con el mejor tiempo del viernes y la vuelta rápida del último libre del sábado, del enorme golpe psicológico que se había llevado hace una semana en Zandvoort. Donde abandonó -por avería y a siete vueltas de meta- una carrera que Piastri ganó para reforzar un liderato que antes de entrar en Monza ya sabía que iba a conservar, como mínimo, hasta la siguiente carrera, en Azerbaiyán. De donde, pase lo que pase, también saldrá en cabeza del campeonato.

Sin embargo, a la hora de la verdad, Verstappen voló para marcar un nuevo récord de vuelta en el templo de la velocidad (1:18.792) y anotarse su cuadragésima quinta ‘pole’ en la F1 -la quinta de la temporada-, relegando a los otros puestos de honor de la cronometrada principal a los McLaren.

El líder del Mundial salía desde la segunda fila, al lado de Leclerc -ganador el año pasado en Monza-. Y Hamilton, que había acabado quinto la calificación, pero arrastraba la sanción de cinco puestos en parrilla que le impusieron en Países Bajos, tomó la salida décimo.

Alonso, noveno en la ‘cuali’, avanzó una plaza y arrancó octavo, al lado del debutante brasileño Gabriel Bortoleto (Kick Sauber) -uno de sus pupilos, que volvió a completar una gran carrera y acabó octavo- desde la cuarta fila; una por detrás de la que ocupaban los Mercedes de Russell y de otro ‘rookie’, el italiano Andrea Kimi Antonelli.

Sainz, eliminado en la Q2, arrancaba decimotercero; y Colapinto, desde la decimoséptima plaza; ganando una posición en parrilla, ya que otro debutante, el francés Isack Hadjar (RB), que venía de subirse a su primer podio en F1 en Zandvoort -y que al igual que el bonaerense había caído en la primera ronda- afrontó la carrera desde el ‘pit lane’. El galo acabaría protagonizando la remontada del día y rascó un punto para acabar décimo.

Al igual que los trece primeros de parrilla, Colapinto salió con el neumático de compuesto medio, en una carrera que, tal y como se esperaba, fue a una parada; en un circuito en el que no es fácil adelantar y en el que se pierde mucho tiempo en el ‘pit lane’.

El neozelandés Liam Lawson (RB), decimoctavo, fue el único que optó por las gomas blandas. El resto salió con duros.

Sainz ganó un puesto nada más empezar, porque al alemán Nico Hülkenberg lo avisaron para que regresara a garajes tras la vuelta de formación, retirando en ese momento al Kick Sauber.

Las primeras vueltas fueron trepidantes. Verstappen, que, atacado por Norris, se saltó la primera ‘chicane’, le tuvo que devolver la primera posición al inglés; y Leclerc le birló el tercer puesto a Piastri. Antonelli perdió cuatro puestos de golpe y era décimo, al tiempo que Alonso ganó una para rodar séptimo. Antes de que Sir Lewis le quitase ese puesto.

‘Mad Max’ recuperó el mando antes de la ‘chicane’ en el cuarto giro; y Piastri, en idéntica zona, recobró, dos vueltas después, la tercera plaza que le había arrebatado Leclerc. Al que atosigaba Russell.

El astro neerlandés abría hueco y en la decimoquinta de las 53 vueltas previstas, ya superaba en cuatro segundos a Norris, en casi diez a Piastri; y en 12.7 a Leclerc.

El primero en parar, en la 19, fue el joven inglés Oli Bearman (Haas). Alonso, que estaba gestionando a la perfección el rebufo del paulista lo hizo al mismo tiempo que Bortoleto -para instalar duros- en la 21, cuando Verstappen comandaba con seis y 12 segundos, respectivamente, sobre Norris y Piastri.

Pero poco después se acabó la actuación del genial piloto asturiano, en una segunda juventud a los 44 años, que firmó dos de sus 32 victorias en la categoría reina en la pista del Parque Real lombardo -en 2007, con McLaren; y en 2010, con Ferrari-. En la 26 se tuvo que retirar, con la suspensión delantera derecha dañada.

Williams le pidió a Sainz que dejase pasar a su compañero, el tailandés Alex Albon -en diferente estrategia y que acabaría séptimo-, un par de vueltas antes de que entrase a box el madrileño, en la 31.

Tres giros más adelante paró Leclerc y -siempre de medios a duros- en la 38 paró el héroe de los Países Bajos, cediendo la cabeza de carrera a los McLaren, con Norris liderando por delante de su gran rival por el título.

En la 41, Bearman acabó con las aspiraciones de puntuar de Sainz al tocarse -antes de que ambos trompeasen- cuando el español le tenía ganada la posición al inglés; en otro día de infortunios para el madrileño, que concluyó poco alegre con su undécimo puesto

En la 38, paró el héroe de los Países Bajos, cediendo la cabeza de carrera a los McLaren, con Norris liderando por delante de su gran rival por el título. Alargando la parada, en espera de un coche de seguridad que pudiera alterar la cabeza de carrera y que no llegó.

A falta de siete entró Piastri, que puso blandos, en una operación en la que a Norris se le aseguró que el equipo no completaría el ‘undercut’ a favor del oceánico. ¿Qué pasó después? Que, acto seguido, la parada de Norris fue mala y McLaren le puso en bandeja de forma imprevista e involuntaria el segundo puesto a Piastri.

El equipo le pidió entonces a Piastri que dejase pasar a Norris, algo que el australiano aceptó tras argumentar, no sin falta de razón, que un mal ‘pit stop’ forma parte de las carreras-. Para entonces, Verstappen ya rodaba feliz hacia meta.

Intercambiar un primero por un segundo puesto no es lo mismo que hacerlo con una segunda y una tercera plaza, pero habrá que ver si esos tres puntos -que en realidad son seis- afectarán o no de forma matemática el desenlace de un Mundial que, salvo superlativa hecatombe ganará uno de los dos pilotos e McLaren. EFE

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