Sin embargo, no son sólo los diarios deportivos los que se centran en el resultado de la selección, también los rotativos de información general tachan a su equipo como «La Stampa» que califica la eliminación de la formación de «naufragio».
«Corriere della Sera» titula con «Mala Italia: encajamos tres y nos volvemos a casa», mientras «Repubblica» abre con la foto de Fabio Cannavaro consolando a Fabio Quagliarella tras el encuentro con Eslovaquia acompañada de un titular que reza: «Nunca así de mal: Italia vuelve a casa».
El rotativo habla además de «la peor Italia de los últimos cincuenta años o quizá de siempre que se cae merecidamente del Mundial: Final de una generación y de una ilusión».
Radio Vaticana comentó que Italia «sale mal» y como «última del grupo» en este Mundial, y recalca que aquí «concluye la era Lippi, mientras las esperanzas son ahora para (Cesare) Prandelli, que quizá debía tomar las riendas de la selección hace ya un año de cara a Sudáfrica».
La eliminación de la selección italiana levantó además las reacciones de algunos políticos como la del ministro para la Simplificación Normativa, Roberto Calderoli, del partido separatista Liga Norte, que declaró: «Qué vergüenza. Son simplemente ridículos»
«Se les pagan millones y tienen las piernas de gelatina. Con esta derrota se concluye de forma indecorosa este ‘via crucis’ de la selección, cuyo epílogo era obvio», agregó Calderoli.
Calderoli pertenece a la formación de Umberto Bossi, cuya insinuación el pasado martes de que Italia iba a comprar el partido contra Eslovaquia provocó una gran polémica que le obligó a corregirse y decir que su afirmación era una broma.
El senador del partido separatista Piergiorgio Stiffoni lamentó, por su parte, que para su regreso a Italia la formación de Lippi «no se merece ni siquiera la ‘business-class’. Si existiera la ‘transafricana’ (en alusión a la antigua ruta transiberiana) deberían volver en ese tren. Un rendimiento vergonzoso».
En la Cámara de los Diputados, la noticia de la eliminación de la «azzurra» fue acogida con desilusión, como señaló el líder del gobernante Pueblo de la Libertad (PDL) Fabio Granata, que al inicio de su exposición dijo que ésta estaba marcada por el desencanto de la derrota.
En Roma, entre los aficionados que se congregaron ante la pantalla gigante montada para la ocasión en el parque de Villa Borghese se oyeron al final del partido reproches dirigidos hacia Lippi y se le comparó al técnico de la selección francesa, Raymond Domenech, que ayer también veía como su equipo caía eliminado en primera ronda.
En declaraciones a Efe, Omar, seguidor de la selección italiana, refirió tras el partido que «el juego de Italia ha sido inexistente» y agregó que «es una vergüenza ver a un equipo Campeón del Mundo presentarse en un grupo tan fácil ‘a priori’ y conseguir sólo dos míseros puntos».
«Los errores han sido no convocar a (Mario) Balotelli o (Antonio) Cassano e infravalorar a los otros equipos del grupo», manifestaba Alessandro, mientras Michelle afirmaba que «Italia es el peor equipo de este Mundial».
