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Unión Europea pide igualdad de género en tercer Plan de Acción

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Tegucigalpa – En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Unión Europea (UE) pide igualdad de género en su tercer Plan de Acción presentado en las últimas horas.

Así lo manifestó el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, en un artículo de opinión en el que establece que el objetivo de la UE es que todos y todas tengamos la misma capacidad para moldear la sociedad y nuestras propias vidas.

“Lo estamos dejando bien claro en nuestro tercer Plan de Acción de Género, aprobado el 24 de noviembre, y que pide un mundo con igualdad de género. Ahora, debido al significativo revés que la COVID-19 ha supuesto para el trabajo llevado a cabo en materia de igualdad, y mientras observamos a las organizaciones de la sociedad civil, incluidas las organizaciones de mujeres y LGBTIQ enfrentando una reducción del espacio cívico y democrático, es más importante que nunca intensificar la construcción de un mundo con igualdad de género”, escribió.

En el artículo en el que también participa la comisaria europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, subraya que el Plan de Acción de Género de la UE no es un ejercicio sobre el papel. Es un llamado a la acción, con medidas concretas.

“Queremos empoderar a más mujeres y niñas, en toda su diversidad, para que sean actores y líderes económicos, políticos o ambientales. Queremos seguir integrando Mujeres, Paz y Seguridad en la agenda más amplia de igualdad de género y empoderamiento de la mujer. Queremos promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y lograr que el liderazgo con perspectiva de género sea la norma en las instituciones de la UE, liderando con el ejemplo”, destacan.

Exponen que los desafíos para la igualdad de género son tan variados como los contextos en los que surgen y requieren respuestas específicas para cada contexto, bien sea a través de foros multilaterales, diálogos con países socios sobre propuestas políticas de la UE o financiación a proyectos concretos.

En ese sentido, señalan que “a través de nuestros programas de educación, nuestro objetivo es ayudar a que más niñas aprendan y se consideren a sí mismas como futuras impulsoras del cambio. Creemos que la educación es también una de las formas más poderosas para poner fin al aislamiento y al abuso, porque no hay opción de salida sin autosuficiencia económica. Estamos adoptando la noción de seguridad humana e integrando la igualdad de género en nuestros programas de formación para las operaciones de gestión de crisis de la UE, por ejemplo en el programa EUCAP Sahel Mali para fuerzas de seguridad interior (misión de la UE en materia de desarrollo de capacidades)”.

Al respecto, informan que con el apoyo de la UE, Tufahah Amin, Aziza Al-Hassi y Amine Kashrouda desarrollaron una aplicación para la educación en línea en Bengasi. Y la Plataforma de Mujeres de Gaziantep se lanzó el año pasado para ayudar a más mujeres a participar en el proceso político de Siria. En el marco de la iniciativa Digital2Equal para plataformas en línea, apoyada por la UE, 15 mil mujeres en la India recibirán formación en hostelería y podrán mejorar sus ingresos.

Durante la pandemia de la COVID-19, el nivel de violencia de género aumentó significativamente y la UE se asoció con las Naciones Unidas para ofrecer refugios y líneas telefónicas de ayuda, para brindar apoyo vital a las organizaciones sociales de mujeres. Las medidas que toman en cuenta el género y la edad y aquellas desarrolladas para mitigar los riesgos de violencia de género son parte del ADN de nuestra respuesta global del Equipo Europa al coronavirus.

Sin embargo, más allá de la acción inmediata, “debemos ser conscientes de los desafíos que enfrentan las mujeres en un mercado laboral en contracción y una economía global cambiante. Pero los desafíos también brindan oportunidades. Celebramos el hecho de que las mujeres y las niñas participan cada vez más en la configuración de las transformaciones globales, con nuevas generaciones activas en movimientos de base por una transición verde y justa, igualdad de derechos para todos, democracia y sociedades pacíficas e inclusivas. El cambio positivo es posible y la recuperación posterior a la COVID-19 debe ser una oportunidad para abordar las desigualdades estructurales y construir sociedades más inclusivas. Es fundamental subrayar el papel de la mujer en las transiciones ecológicas y digitales que se avecinan”, destacan.

El cambio sigue siendo necesario. Este año se celebra el 25º aniversario de la Declaración de Beijing sobre los derechos de la mujer y 20 años de la adopción de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre las mujeres, la paz y la seguridad.

“Si bien se han logrado avances desde entonces, ni un solo país del mundo está en camino de lograr la igualdad de género para 2030. Ni siquiera Europa, como revela la reciente actualización del índice de igualdad de género del Instituto Europeo de la Igualdad de Género. Demasiadas mujeres aún no tienen acceso a recursos, servicios sociales esenciales e igualdad de poder. Por lo tanto, el llamado a más acciones es inmediato.”, acentúan Borrell y Urpilainen. (RO)

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