Tegucigalpa.- En los años ochenta, su discurso pudo ser considerado “revolucionario” y atentatorio contra el Estado de Derecho, pero es el mismo que ha usado desde que tuvo conciencia. El mismo por el que luchó cuando le tocó acompañar el movimiento para que las mujeres obtuvieran el derecho al voto en 1954. Y ahora, a sus 94 años, no le tiembla la voz para exigir el derecho a decidir que tienen las mujeres, el derecho a políticas de equidad de género y el derecho a una participación política real y efectiva.
Es la abogada Alba Alonso de Quesada, una mujer extraordinaria que fue homenajeada por la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras, al anunciar que el Año Académico 2017, llevará su nombre.
“No sé qué hice para recibir este homenaje esta mañana de abril. No sé a quién agradecer, pero cuando me dicen que vamos a trabajar en un proyecto civilizador para defender la equidad de género, ¡yo me apunto! Díganme cuándo nos ponemos a trabajar, yo estoy lúcida”, dijo con voz firme esta mujer que fue la primera abogada en la historia de Honduras.
“La libertad de la mujer, está en entredicho. En el Congreso Nacional hay dos grupos disputándose el derecho al aborto, pero la libertad de la mujer no existe, sigue subordinada. Tenemos que luchar por la libertad de la mujer, por su derecho a decidir, porque su participación en la política sea efectiva, porque la realidad, nos falta mucho. Hay que hacer una reforma global por dar a la mujer el papel que se merece, así como por los derechos de la niñez y la familia”, acotó en un corto discurso de agradecimiento que encendió los ánimos en el auditorio presente.
Fue un discurso provocador orientado a despertar conciencia, orientado a poner la educación, la cultura y los derechos de las mujeres en el centro del debate, respetando sus espacios y su individualidad. Fue un discurso en donde recordó que “las mujeres somos más del 50 por ciento y debemos cambiar la forma de hacer política, debemos luchar por más espacios de inclusión y participación”.
Los aplausos no se hicieron esperar para esta sencilla mujer que encierra un cúmulo de sabidurías y experiencias. Fue la primera mujer abogada en la Honduras del siglo pasado, rompiendo tabúes en esta materia. Su pluma como jurista la aplicó para promover reformas sustanciales a favor de la mujer, la infancia y la familia.
Una trayectoria impecable
Fue también la primera mujer Secretaria de la Secretaría del Trabajo en Honduras y desde ahí luchó por incluir reformas a favor de la clase obrera. Ha sido también una abanderada en la lucha contra la corrupción y no tuvo empacho en instalar una comisión bipartita en la UNAH, en la época de la Comisión de Transición, que permitió descubrir al menos 100 cuentas bancarias que manejaba en ese entonces la universidad sin que se supiera para qué. Ella destapó la “confidencialidad” que tenía la UNAH antes de que asumiera el control la Comisión de Transición para impulsar lo que es hoy la reforma universitaria de la mano de las nuevas autoridades.
La ministra de Educación, Rutilia Calderón, al leer la trayectoria de doña Alba Alonso de Quesada—con quien trabajó en la transición—recuerda que le comentó: mire doña Alba, contar su trayectoria nos puede llevar tres días. Y ésta le respondió: ¡Ni quiera Dios!
La labor de la abogada Alba Alonso de Quesada no se queda solo en las luchas por empujar leyes y reivindicar derechos. Su compromiso la llevó a capacitar a las mujeres en los barrios urbano marginales de la capital, dar asistencia legal gratuita al grado que fue esa gesta emprendida la que hizo a la UNAH abrir el Consultorio Jurídico Popular de la universidad. Esos y otros rasgos son parte de la historia de esta extraordinaria mujer dispuesta a seguir aportando conocimientos y sabiduría al país, dijo la ministra de educación, Rutilia Calderón.
Lucha anticorrupción
Julieta Castellanos, por su parte, señaló que gracias a ese trabajo anticorrupción que doña Alba Alonso de Quesada hizo en la UNAH, “hoy tenemos este edificio administrativo y este nuevo auditorio, estamos por inaugurar un comedor estudiantil, entre otros logros, porque ahora se hace un mejor uso del presupuesto”.
“Uno se pregunta: ¿Para qué tenía la UNAH 100 cuentas bancarias? ¿A dónde iba a dar ese dinero? Esta reforma que vive la universidad se la debemos a la labor de esta extraordinaria mujer y a los que fueron miembros de la Comisión de Transición con quienes la universidad sigue estando en deuda, pues nos dejaron los pilares de una reforma universitaria que no puede dar marcha atrás”.
Por eso la decisión del Consejo Universitario y el todo el equipo rectoral de la UNAH de designar el año académico con el nombre de doña Alba Alonso de Quesada, “es solo un pequeño reconocimiento en este año justo cuando la universidad cumple 170 años de fundación”, dijo la rectora Castellanos.
De ahí que hiciera suyo también el llamado de la abogada Quesada a favor de colocar en el debate público el tema de los derechos de las mujeres, “aprendiendo a distanciarnos y a acercarnos al Estado cuando sea necesario, tenemos que saber cuándo y cuándo”, dijo, tras recordar el porqué de la autonomía universitaria.
“La autonomía de la UNAH no se ocupa para ser iguales, sino para hacer la diferencia en el ámbito de sus competencias. La Universidad tiene que hablar de estos temas, defender su autonomía, su laicidad, el derecho a la educación pública y el derecho a rectorar la educación superior como lo manda la Constitución” acotó.
Fue así como la UNAH homenajeó a una de las mujeres más extraordinarias que ha tenido Honduras. Humilde y sencilla, sin presunciones de ningún tipo, pero rodeada del cariño de su familia que llegó desde Estados Unidos y Alemania para acompañarla en su grito libertario a favor de las mujeres.