Desde hace 15 años Gabriel Zelaya Ramírez, policía con el grado de clase I y artista egresado de la Escuela Nacional de las Bellas Artes, ayuda con sus retratos a ponerles rostro a los sospechosos de un delito.
Siendo muy joven inicio a trabajar en una de sus pasiones que es la de dibujar y en el año 2003 ingreso a la Policía Nacional para completar su sueño, de poner sus habilidades artísticas al servicio de la ciudadanía hondureña.
Don Gabriel o mi clase como lo llaman cariñosamente sus compañeros de trabajo, actualmente funge como jefe de la Unidad de Retrato Hablado de la Dirección Policial de Investigaciones, (DPI), donde ha elaborado más de cuatro mil retratos con los que se ha podido identificar, capturar y judicializar casos en contra de violadores en serie, homicidas, asesinos, jefes e integrantes de bandas delictivas y estructuras criminales.
“Mi trabajo es mi pasión, ya que puedo combinar el dibujo con el área policial”, con un sentimiento de orgullo y pertenencia comenta que es satisfactorio poder contribuir con sus bosquejos a la resolución de casos y llevar paz y tranquilidad a muchas familias hondureñas.
La vida de este sonriente y alegre policía, transcurre de retrato en retrato y cada uno de ellos representa un nuevo reto, ya que está consciente de su trabajo y la importancia del mismo para la labor investigativa.
