ARGENTINA
País de carne: 2 reses por habitante, en los buenos tiempos, eran las que pastoreaban a tierra abierta en Argentina, sin aditivos. Carne de la buena, bien caminada y bien comida. Sabrosa a más no poder, jugosa, tierna, potente… para muchos LA Carne. Para los más negativos, entre las mejores carnes del mundo. Para el Lempira que come, una auténtica maravilla.
El asado con los cortes más característicos de argentina -la tira de asado (costillas de res cortadas transversalmente), el vacío (región lateral del cuarto trasero de la res), o la favorita del Lempira, la entraña (parte del diafragma pegado a las costillas de la vaca)- se debe hacer a fuego lento, sin apuro. Al calor justo para que la carne se ase lentamente y permanezcan los jugos en el interior de cada corte. Para ello, no retirar las membranas es fundamental. Además de la carne, para completar un buen asado, se hacen imprescindibles los chorizos criollos (de carne de res), las morcillas, los chinchulines (intestinos de res) y las mollejas.
Pero no todo es carne de res en Argentina. El cordero asado a la estaca también es delicioso, igual que la pizza y la pasta argentina, que son tan buenas (o casi tanto) como las italianas (por algún lado la migración italiana tenía que notarse). En Argentina es tradición comer todos los días 29 de cada mes, gnocchi. Una pasta elaborada con papa que está riquísima. También ama el Lempira los deliciosos y no tan famosos sorrentinos, sobre todo los de su Nonna:
– «un día que esté de buen humor compartiré la receta familiar», dijo el Lempira que come.
El mate, como en Paraguay y Uruguay, es la bebida nacional. Aunque los vinos, no le van a la zaga. Los que más gustan al Lempira son los elaborados con Malbec y Cabernet Sauvignon. Disfruta especialmente los de la bodega Achaval Ferrer, y Yacochuya, la primera en la zona de Mendoza, la segunda en Cafayate. Ambas bodegas disponen de prestigiosos y magníficos vinos de altura, en fincas situadas hasta a 2035 metros de altura. Impresionante.
Como postres: el dulce de leche domina por goleada. Son espectaculares las medias lunas (especies de croissants) rellenas de dulce de leche, los alfajores (especialmente los de Havanna) y las facturas (pastas dulces). ¡Qué recuerdos!
BOSNIA
La gastronomía bosnia refleja una pequeña gran mezcla de influencias de Occidente y Oriente. Es una gastronomía mediterránea bastante condimentada con especias varias que aportan un cierto aroma y sabor exótico (del Medio Oriente). Pepino, tomate, cebolla, ajo y papas como ingredientes básicos en numerosos platos, crema pavlaka, una especie de suero, y carne de res y cordero completan mucho platillos.
Platillos tan interesantes como los clásicos Cévapi, slachichas de cordero acompañadas con cebollas, crema agria, y el clásico pan de pita llamado somun; los Pujena Paprika, pimientos rellenos con carne picada aderezada; Burek, un pan enrollado en forma de espiral relleno de carne sozonada con especias, Sarma, arroz y carne envueltos en hojas de col, entre otros platillos que recuerdan a cocinas de Oriente Medio.
Una gastronomía por descubrir para el Lempira que come…
IRÁN
La gastronomía de Irán tiene en el arroz uno de sus ingredientes básicos. También en el cordero, las especias y el caviar, uno de los bocados más reconocidos internacionalmente por su sabor y textura tan deliciosa y particular.
Especialmente rica en sopas, la gastronomía iraní esconde verdaderas obras de arte gustativas, como la sopa Adgusht, o la impresionante sopa de granada (sí, sí, la fruta), llamada Ash-e Anar, que combina lentejas amarillas, arroz, granada, menta, cilantro, perejil y albóndigas de carne de cordero condimentadas. Una genialidad de sopa que el Lempira asume como reto… daremos cuenta de ella y los resultados coseguidos.
Además de sopas, elcordero, en diferentes presentaciones y preparado con diferentes especias y maceraciones, siempre acompañado por arroz largo y aromático: en forma de Kebbab, o en forma de Shishlik (en pinchos), suelen ser las maneras más comunes de comerlo. Como acompañantes, además del arroz aromatizado, encurtidos y salsas a base de yogurt.
Mención especial merece el pan (naan) que se elabora de mútiples formas… según el tipo de harina y su preparación pueden ser: barbarí, sangak, lavash o taftún.
El colofón es el caviar. Huevas de Esturión. Potentes, con profundo sabor a mar, y con esa textura que pareciera que hasta la boca explotara al morder cada perlita de sabor… delicioso. Y carísimo: 50 gramos por unos 150 US$.
NIGERIA
La gastronomía menos conocida del grupo para el Lempira es una comida de potentes sabores y contrastes. Utilizan los nigerianos gran cantidad de hiebas y especias, así como aceite de palma para la elaboración de platillos. El picante es ley y se usa hasta en el yogurt.
Entre las sopas más famosas, y hay muchísimas dada la diversidad de etnias que cohabitan Nigeria, la de semillas de Okra o de Melón, que se llama Okoroenyeribe, es especialmente popular y se elabora hirviendo las semillas hasta que espesan. Otras sopas interesantes son la Miyan Kuka, tradicional de la etnia Hausa, o la Afang, de la etnia Efiks, o la Efo riro, de los Yorubas. Cada grupo etnocultural tiene sus propios ingredientes, sazones, sopas y guisos.
Especialmente atractivo parece el Maafe, guiso de cabra con tomate y cebollas, o el guiso de maní que se elabora con pescado, carne de res o cordero y es tradicional de la etnia Etsakor. El Suya, un pincho de carne al grill recubierta con chiles picantes y especias locales, es muy popular y tiene una pinta magnífica. Sobre todo para los amantes del picante, como el Lempira que come.
Entre los acompañantes más conocidos está el Dodo, plátano frito, el Yam, puré de batata, y variaciones de casabe de yuca.
Sabor de Mundial!
Nigeria. (la imagen del Suya es una foto de usabin, bajo licencia Creative Commons)
Argentina. (la imagen de las Facturas es una foto de Jakobien van der Weijden, bajo licencia Creative Commons)
Irán (la imagen de la Ash-e Anar es una foto de George Wesley %26amp; Bonita Dannells, bajo licencia Creative Commons)
Bosnia (la imagen del Cevapi es una foto de Kaleb Fulgham, bajo licencia Creative Commons)
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