Antes de iniciarse en la literatura, el autor trabajó como periodista durante más de 20 años en agencias de noticias en EE.UU y Europa.
«En el periodismo siempre estás restringido a escribir las cosas tal como ocurren y basarte en el contexto de los hechos», sostuvo a Efe Cárdenas.
También fue parte del equipo del semanario «Éxito» de Chicago y director de prensa del exgobernador de Illinois Rod Blagojevich hasta su renuncia en 2008.
«Siempre quise escribir cuentos de ficción y poder publicarlos, pero creo que me faltaba disciplina y luego confianza de que lo que escribía podía ser publicado», dijo el autor, quien confesó que le tomó mucho tiempo y esfuerzo empezar a escribir ficción.
«A veces llovía en Chicago», publicado en abril por las editoriales Vocesueltas de Chicago y Libros Magenta de Ciudad de México, mezcla personajes basados en personas que el autor conoció, con su interés en la historia de México y su afición a las novelas policíacas.
«Muchos de los cuentos tienen que ver con historias de inmigrantes mexicanos o latinoamericanos que se refieren a las dificultades de ser inmigrantes en una sociedad en la que se habla otro idioma y se viven otros tipos de experiencias», abundó.
Uno de los cuentos, «Gallito Bravo», está basado en un boxeador real que después de cada encuentro en el ring regresaba a su trabajo nocturno en una taquería de la ciudad.
«Por accidente cubrí una pelea del boxeador», afirmó Cárdenas. «Inmediatamente después de pelear se iba a trabajar al restaurante porque le tocaba el turno de la noche. Me pareció muy interesante y basé mi cuento en ese personaje».
Otro cuento, «Nuestra Señora del Puente», fue inspirado por un hecho verídico ocurrido al norte de la ciudad hace unos años cuando surgió una supuesta imagen de la Virgen de Guadalupe en la humedad en un puente.
«Yo agarré la idea de este incidente pero lo trasladé a otro barrio y le di otro contexto», explicó.
Mientras que «Este no es un juego, zurdito», en el cual dos grupos de inmigrantes, polacos y mexicanos, organizan un equipo de fútbol nació de su experiencia en el semanario «Éxito», cuando cada noche llegaban al edificio grupos de inmigrantes mexicanos y polacos para hacer la limpieza.
Cárdenas, de 48 años y quien trabaja para una empresa privada, en su tiempo libre dirige Contratiempo, una revista sin fines de lucro pero que mantiene un taller de creación literaria, que le ayudó a escribir los cuentos que hoy forman su libro.
«Hay que meterse a un taller, yo lo viví en carne propia», reiteró. «Tienes que meterte a un taller porque en primer lugar te da la facilidad de tener la crítica de otros colegas y a veces la crítica severa te hace entender por qué un texto está bien o está mal».
Su próximo proyecto es escribir una novela, aunque no dio detalles del tema.
Con trece años viviendo en Chicago, adonde llegó contratado por una agencia de noticias, su experiencia no deja de parecerse a la de sus personajes.
«Yo creo que uno nunca dejar de ser un inmigrante por más tiempo que lleves en un lugar», admitió el escritor, quien dijo estar agradecido de vivir en una ciudad tan llena de historias como es Chicago.