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Ultrajada sexualmente, Sonia es una reclusa que no perdona

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Tegucigalpa – Sonia fue abusada por un pariente cuando apenas tenía seis años. Aquello fue reiterado y marcó profundamente su vida. Ahora guarda prisión en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), de Támara, señalada por sendas acusaciones que le vinculan al secuestro y tráfico de drogas.

Cuando Sonia era una escolar principiante, las trasgresiones de su tío se repetían una y otra vez y se daban especialmente cuando la pequeña retornaba de la escuela. La crudeza de su historia chocó frente al escepticismo de su madre, quien nunca creyó en la existencia de los agravios.

Las historias de vida de mujeres reclusas están marcadas, en muchos casos, por la violencia y los abusos que vivieron en su infancia.

Sonia huyó tempranamente de su hogar. Era aún muy pequeña, pero cuenta que no soportaba las reiteradas violaciones y decidió guarecerse en la calle y compartir con los lustrabotas y otros jóvenes en abandono.

Allí se inició en el consumo de droga y dice que se sintió como una reina.

“Fui violada sexualmente desde los seis años por un tío, mi mamá no me creía porque era su hermano y a raíz de eso la vida cambió, ha sido demasiado difícil”, dijo.

Rememoró los momentos más duros del abuso y dijo que “el problema fue mi tío, me usaba cuando venía de la escuela y me fui para la calle, me revolví con los que lustraban zapatos y ellos me cuidaban como una reina”.

Lo demás es historia: se sumió en las drogas, parió, trabajó y delinquió.

historia reo carcelSonia conversando con Proceso Digital.

Larga data en la cárcel

Por eso purga una pena de 26 años; 20 por secuestro y seis por tráfico de drogas. Desde que entró a la cárcel ya han trascurrido 13 años y su vida parece haber cambiado, según su testimonio.

La cocaína, la piedra y la heroína, son parte del catálogo de drogas que Sonia usó hasta el cansancio.

Ahora la mujer dice llevar más de una década sin probar sustancia prohibida alguna. “Tengo 11 años de estar rehabilitada, los primeros dos años era drogadicta y me drogaba acá. Fumaba marihuana, coca, heroína, piedra, era adicta a la heroína, pero tengo 11 años de no hacerlo”, expresó.

Sonia paga una pena por el secuestro de una niña y el tráfico de drogas. Pese al fallo del juez, ella dice ser inocente.

Originaria de la occidental Santa Bárbara, Sonia acepta su participación en el mundo de las drogas.

Pero dice que no tuvo participación en secuestro alguno, aunque los agentes que investigaron su caso le interceptaron llamadas que le comprometieron.

“Todo empezó cuando le di trabajo a una muchacha y no sabía que ella tenía una niña secuestrada, se perdió dos días seguidos y cuando le hablé me dijo que estaba ocupada, luego pasaron cuatro días y no regresaba, no sabía que la Policía tenía intervenido mi teléfono y me vincularon…”, contó.

Siguió relatando su verdad: “me dieron una pena de 20 años por el delito de secuestro, después una condena de seis años más por el delito de una droga que no era mía, me la puso una persona que le caí mal cuando estaba dentro del penal…”

La sentenciaron como la cabecilla del secuestro. “Ya llevo 13 años (de) prisión, me dieron una condena de 20 años y no me dieron un criterio de oportunidad”, externó.

cefas1El área recreativa de la penitenciaría de mujeres ubicada en Támara.

Una emprendedora que abriga rencores

Marcada por la sospecha o quizá los temores a represalias, Sonia dice que recibe solo una vez al año a su madre y a sus tres hijos. Dice que lo hace por la seguridad de ellos, porque dentro del penal “se hacen enemigos de gratis”.

La mujer es conocida dentro del penal porque tiene una pulpería y un comedor. Vende panqueques, baleadas y frutas. Todo con el objetivo de ayudar a sus hijos, asegura.

“Tengo 11 años de estar trabajando en un local, le di mucho trabajo a internas que estuvieron rehabilitándose conmigo, algunas se fueron, otras tienen fines de semana libre y otras están acá trabajando”, detalló.

“Todo lo que he vivido acá es difícil, con poco dinero comencé a hacer bolsas, gorros, trajes de niño y empecé a trabajar para ayudarle a mis hijos afuera, tengo dos hembras y un varón, no es fácil estar preso, las demás personas fuera del penal deben comportarse mejor porque esto es difícil”, aconsejó en un tácito reconocimiento de los errores del pasado.

“Es difícil estar sin su familia, considero que es un castigo suficiente, este es un camino largo y difícil”, reflexionó.

En medio de su encierro y de su pasado doloroso y al margen de la ley, esta mujer recuerda a la muchacha que secuestro a la niña y que, según dice, es la que la tiene guardando prisión. “Ella estuvo presa por siete años, cuando cumplió su sentencia quedó libre, me pusieron más años a mí porque para el juez soy la culpable. No la perdono”, concluyó.

cefas2Sonia ha vivido muchos años en estos predios de la penitenciaría de mujeres.

 

Observatorio de la Violencia de la UNAH sobre personas evaluadas por abusos sexuales

Datos de enero a diciembre 2016

– Durante el 2016, clínica forense realizó tres mil 75 evaluaciones médico legal por delitos sexuales.

– Del total de evaluaciones, 88.5% (dos mil 722) se realizaron a mujeres y 10.7% (328) a hombres.

– Entre los 10 y 19 años se registró el mayor número de atenciones con  mil 955 requerimientos en los que las mujeres sumaron 94.0%. Los niños y niñas menores de 10 años sumaron 608 evaluaciones y las personas de la tercera edad víctimas de delitos sexuales fueron 18.

Graf. violencia sexual 2016

– Las evaluaciones de delitos sexuales atendidas por Medicina Forense en 2016, sumaron tres mil 75 registros. El 75% (dos mil 306) de los casos señaló al agresor como conocido y el 25% (769) dijo que fue un desconocido.

– Las variables analizadas revelaron que los agresores conocidos que no forman parte del círculo familiar de las víctimas acumularon 35% (mil 076), las parejas o ex parejas 15.9% (488), otros familiares 12.6% (386) y los padres o madres de las víctimas sumaron 342 casos.

– En el otro extremo, los agresores desconocidos fueron 398, hubo 370 víctimas en las que no se especificó quién fue su atacante y se registró un caso en el que el agresor fue policía/militar.

Graf violencia sexual2 2016

Datos de enero a marzo 2017

– Durante el primer trimestre de 2017, el 86.3% (660) de las evaluaciones por delitos sexuales se realizaron a mujeres y 13.3% (102) a hombres.

– Las mujeres entre 10 y 19 años fueron las más afectadas al acumular 58.8% de las evaluaciones que equivalen a 450 casos.

Graf. violencia sexual 2017

– En niños, el rango etario de cinco a nueve años tuvo la mayor incidencia con 39 atenciones.

– Las niñas y niños menores de 10 años sumaron 168 análisis clínicos y el comportamiento disminuyó considerablemente para ambos sexos a partir de los 20 años de edad.

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