El secretario general de la OEA explicó que es partidario «del retorno de Honduras de inmediato», pero aclaró que son los países del organismo los que tienen que tomar la decisión, posiblemente en una asamblea extraordinaria para no tener que esperar hasta la próxima Asamblea General ordinaria, en julio de 2011.
«Siempre se ha pensado en una Asamblea General extraordinaria; no hay razón para esperar hasta julio del próximo año. Sería una Asamblea que, a mi juicio, debería tener lugar pronto, una vez que tengamos un consenso razonable entre la mayoría de países», expresó Insulza.
Algunos países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela, al igual que Nicaragua, en Centroamérica, no reconocen al Gobierno de Porfirio Lobo, electo en noviembre pasado en unos comicios convocados un mes antes del derrocamiento de Zelaya, pero celebrados en un escenario de ruptura del orden constitucional.
Para Insulza existe un marco favorable en Honduras para su reincorporación al foro regional, por lo que descartó que una eventual asamblea extraordinaria vaya a concentrarse en un debate «que ponga en manifiesto divisiones».
Afirmó que ese «marco favorable» se retrata en la reacción de los países del continente a un informe de la OEA sobre la situación del país centroamericano, los «progresos» que Honduras ha hecho en materia de derechos humanos y el trabajo de la Comisión de la Verdad, convocada para esclarecer las circunstancias que precedieron y siguieron los hechos del 28 de junio pasado.
También comentó que ha percibido «una cierta disposición de las autoridades hondureñas a buscarle una salida al retorno del ex presidente Zelaya», quien se encuentra exiliado en República Dominicana desde el 27 de enero pasado, cuando Lobo asumió la Presidencia hondureña.
«El tema pasa por crear condiciones para el retorno del ex presidente Zelaya, condiciones de seguridad. Estoy convencido que en los próximos días vamos a lograr algo en eso», expresó Insulza, quien aseguró que Lobo ha hecho todo lo que está a su alcance para normalizar la situación.
Explicó que son los tribunales hondureños los que tendrán que decidir sobre el regreso de Zelaya a Honduras, por lo que aclaró que la OEA no presionará, ya que «sería caer en la trampa de obtener algo valioso hipotecando la independencia del poder judicial».
Por su parte, la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, abogó por «superar esa situación y lograr la plena reincorporación de Honduras en el seno de la OEA».
La mandataria agregó que apoya una Asamblea General Extraordinaria y que su país desea trabajar en el «fortalecimiento» de la OEA, así como ampliar el diálogo en asuntos como la lucha contra el narcotráfico.
Insulza realizó hoy una visita de un día a Costa Rica, en la que, además, dio una conferencia magistral en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, y asistió a la VI reunión del Comité de Expertas de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.
El secretario general abogó por que los Estados pongan como «prioridad la promoción de los derechos de género hasta lograr sociedades con verdadera igualdad».
«La violencia contra la mujer en la región es una lacra que tenemos que esforzarnos por erradicar», dijo.
