El defensor de los derechos humanos es del criterio que hay un “modus operandi” y que si se quiere que se mate a determinadas personas lo único que hacen es trasladarlas y al llegar al nuevo presidio se les mata.
A raíz de la matanza en la que perdieron la vida nueve internos en el Centro Penal de San Pedro Sula, el pasado 02 de mayo, 31 internos fueron trasladados a los módulos de la Penitenciaría Nacional de Tamara para “proteger sus vidas”, sin embargo, en horas de la madrugada del siguiente día, 18 de ellos fueron encontrados muertos.
Custodio recordó también el caso de un prisionero que fue transferido de la Penitenciaría Nacional a otro presidio del país y a los 15 minutos de haber llegado fue ejecutado víctima de una herida de arma de fuego.
Otra caso dramático, al interior de la Penitenciaría Nacional, ocurrió cuando se ve a un prisionero, en la azotea, perseguido por cinco personas aproximadamente, pide que le respeten la vida y la televisión en el exterior filmó su decapitación.
“Esas son las cárceles de Honduras, eso no puede ser un Estado serio y responsable” se lamentó el defensor de los derechos humanos.
El funcionario indicó, en una radiografía de lo que está ocurriendo al interior de los centros penales, que la mora judicial estimada en más de 9 mil personas, echa a perder la separación entre inocentes y culpables y que la infraestructura actual conduce al hacinamiento.
“Me parece que este hacinamiento es inhumano y conduce a la corrupción”, manifestó.
Agregó que es común que en los centros penales se encuentren armas de fuego, armas cortantes, armas contundentes y todo tipo de armas a la hora en que se quiere ejecutar a alguien.
Datos del CONADEH indican que las 24 cárceles que funcionan en Honduras tienen la capacidad para albergar a unos 8400 presos, sin embargo, se estima que unas 11898 personas están privadas de su libertad, es decir, una sobrepoblación penitenciaria cercana a las 3500 personas.
A nivel centroamericano, Honduras está a la cabeza con el número de privados de libertad al registrar 11898, seguido por El Salvador con 10278; Panamá con 9864, Guatemala, 8169; Costa Rica, 7376 y Nicaragua con 6446.
De las 11898 que conforman la población carcelaria de Honduras, más de 9 mil que representan el 75% no tienen condena, en Guatemala la mora judicial es del 61%; en Panamá el 58%; en El Salvador el 50%; en Nicaragua el 31% y en Costa Rica es del 26%.
El titular del CONADEH no comparte la idea de las autoridades encargadas de los centros penitenciarios que han depositado la disciplina al interior de las cárceles en los mismos reos
“Honduras es el único país del mundo donde los reos tienen autoridad y son los que imponen la disciplina dentro de los recintos y de las celdas”, recalcó
El ombudsman considera que en la mayoría de las cárceles de Honduras no hay seguridad por lo que recomendó invertir en la construcción de granjas penales.
Custodio puso como ejemplo al Padre Alberto Gaucci, en Juticalpa, que con 24 millones de lempiras, construyó una cárcel modelo, donde los reos duermen en camas fundidas y no tienen la oportunidad de hacer armas corto-punzantes porque no hay camas de hierro.
Agregó que en ese centro penal están separados los inocentes de los culpables y además, los de alta peligrosidad tienen una estructura que impide que estos pongan en peligro a los demás.
El Comisionado de los Derechos Humanos considera que para terminar con el contubernio de las autoridades se debe nombrar a los directores de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de Policía, que lamentablemente, al no cumplirla, es violentada, tanto por el secretario de Seguridad como el mismo Presidente de la República.
Finalmente dijo que en Honduras no existe el tal poder ciudadano porque quienes lo pronuncian, lo que pretenden al dejar sin funcionamiento del Consejo Nacional de Seguridad Interior es abolir la incipiente participación ciudadana en materia policial y en materia de seguridad pública.
