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Tras la elección de un presidente, el Líbano ya tiene también nuevo primer ministro

Beirut – Apenas cuatro días después de poner fin a más de dos años de vacío en la jefatura de Estado con el nombramiento de Joseph Aoun, los bloques parlamentarios del Líbano eligieron este lunes como nuevo primer ministro a Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Salam, considerado un candidato independiente alejado de las redes de clientelismo que plagan el sistema político libanés y un tecnócrata con una visión reformista, sucederá en el cargo a Najib Mikati, cuyo Gobierno estaba en funciones desde las elecciones parlamentarias de mayo de 2022.

El recién elegido presidente de la República le encargó formar Gobierno después de mantener este lunes una larga ronda de consultas con todos los diputados y bloques del Legislativo libanés, reuniones que se prolongaron desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde.

Durante las consultas, el magistrado de la CIJ obtuvo el respaldo de 84 de los 128 miembros de la Cámara, mientras que 35 no nominaron a ningún candidato y otros nueve apoyaron a Mikati, según anunció tras finalizar los encuentros el director general de la Presidencia libanesa, Antoine Choucair.

La tercera tarea

El país tenía tres grandes tareas pendientes desde 2022 por falta de consenso entre su fragmentado espectro político: que el Parlamento eligiera a un presidente, que este a su vez nombrara a un sucesor para Mikati en base a consultas parlamentarias y que el nuevo primer ministro formara Gobierno.

Ahora, los partidos han logrado tachar dos objetivos de la lista en tan solo cuatro días, acuciados por una fuerte presión internacional e interna para completar sus instituciones más básicas antes de que expire el acuerdo de alto el fuego con Israel a finales de mes.

Solo queda que Salam logre encontrar un reparto de carteras que contente a todas las formaciones políticas, un cometido que en los últimos años llevó a la dimisión de varios primer ministros designados por verse incapaces de formar Gobierno.

«Se ha hecho el primer paso y con suerte la formación de gobierno será también igual de fluida», dijo el jefe de Estado libanés en unas breves declaraciones espontáneas a la prensa en el Palacio Presidencial.

Por su parte, el nuevo primer ministro no pronunció ningún discurso ni juró su cargo de forma inmediata, pues se encuentra en La Haya por su trabajo al frente del tribunal internacional, aunque está previsto que viaje al Líbano mañana mismo.

También exrepresentante del Líbano ante la ONU, Salam ya había estado entre los candidatos al puesto durante los procesos de elección concatenados que tuvieron lugar en el país en los años siguientes a la dimisión de Saad Hariri a finales de 2019, siempre sin éxito.

Reflejo de una caída

Su nombramiento ha sido visto como un reflejo de los nuevos equilibrios de poder tras la guerra entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá, cuyo bloque parlamentario prefería a Mikati y supuestamente pidió in extremis posponer su turno en las consultas hasta mañana.

Según medios locales, Aoun negó su petición y finalmente el partido optó por no nominar a ningún candidato, tal y como confirmó la Presidencia libanesa en su cuenta de X.

Antes del conflicto, Hizbulá lideraba una de las principales coaliciones del Hemiciclo -ahora rota por parte de su exaliado cristiano Movimiento Patriótico Libre-, y su capacidad de bloqueo político parece haber mermado junto a sus capacidades militares tras la cruenta ofensiva israelí del pasado otoño.

La nueva dinámica también reflejaría una caída del poder de sus aliados iraníes en el Líbano en favor de Arabia Saudí, otra de las principales influencias extranjeras y un país que ha estado muy involucrado en los esfuerzos para romper el punto muerto institucional.

Aoun, hasta ahora jefe del Ejército, y Salam liderarán un país a la espera de reformas financieras profundas tras la crisis económica iniciada en 2019 y de la total implementación de los términos del acuerdo con Israel, incluida la salida de Hizbulá de las áreas fronterizas.

«Es cierto que los desafíos que enfrentamos son enormes, pero la voluntad de las personas es más fuerte (…) Del mismo modo que superamos guerras y crisis juntos, volveremos a levantarnos de nuevo juntos», dijo el primer ministro saliente tras la designación de su sucesor. EFE

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