Shannon, que permanecerá hasta mañana en Honduras, visitó este miércoles Corinto, punto limítrofe con Guatemala, donde se reunió con la Patrulla Fronteriza, funcionarios de inmigración y la Cruz Roja y observó la llegada por tierra de autobuses con migrantes hondureños deportados de Estados Unidos.
«Todos los países involucrados con la migración tienen que trabajar en conjunto para buscar una solución a este problema», subrayó Shannon a medios locales al llegar a Corinto.
Estados Unidos quiere trabajar con Honduras para «asegurar que los migrantes en lugar de buscar el sueño americano, busquen el sueño hondureño», agregó el alto funcionario estadounidense.
La visita de Shannon a Honduras, que también incluirá Tegucigalpa, se enmarca en una gira que la semana pasada lo llevó a Guatemala y este martes a El Salvador.
La agenda del alto funcionario estadounidense incluye reuniones con organizaciones de la sociedad civil y líderes comunitarios que trabajan en temas relacionados con la migración indocumentada, incluyendo los casos de menores no acompañados, según un comunicado de la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.
También se reunirá con «funcionarios de alto rango» con el fin de darle seguimiento a conversaciones anteriores sobre el incremento de menores solos que emigran hacia los Estados Unidos.
Los menores hondureños detenidos en el país norteamericano los últimos meses suman unos 14,000 y ya están siendo deportados por las autoridades estadounidenses, según fuentes en Tegucigalpa.
El viernes próximo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibirá en Washington a sus homólogos de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, para tratar el tema de la migración infantil no acompañada y la violencia en la región.
Las autoridades de Estados Unidos han registrado en los últimos diez meses la llegada de unos 57,000 menores no acompañados que entraron de manera ilegal, en su mayoría procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.
