Tegucigalpa/Miami – Un testigo que cooperó con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en la investigación y captura de los sobrinos de la familia presidencial de Venezuela, fue asesinado en diciembre pasado en Honduras, reveló un agente antidroga en una declaración jurada.
El agente de la DEA Sandalio González señaló en una declaración jurada que uno de los testigos cooperantes que llevó a la captura de los primos Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos del mandatario venezolano Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores, fue asesinado en el país en diciembre pasado.
El agente González identificó al testigo asesinado como “CW-1”, según informó la publicación digital SienteAmérica.
De acuerdo al agente González el cooperante comenzó a brindar información a partir de mayo del 2015, con el fin de obtener un acuerdo con las autoridades por su ayuda y en última instancia a lograr la indulgencia de la sentencia, ya que estaba acusado de un delito de drogas en el distrito sur de Nueva York.
El agente antidrogas estadounidense aclaró que el testigo CW-1 nunca portó equipos de grabación proporcionados por la DEA. También indicó González que el testigo cooperante era un traficante de drogas en Honduras y estaba confinado a una silla de ruedas.
El mismo agente señaló, según la publicación, que el pasado 3 de octubre del 2015 el testigo CW-1 le informó que un hondureño lo había puesto en contacto con dos venezolanos interesados en participar en el tráfico de cocaína.
Pero el agente González negó que hubiese autorizado la grabación de la reunión entre el testigo cooperante y los venezolanos, indicando que CW-1 dijo que grabó el encuentro con un teléfono celular, aunque al final dijo que no registró la conversación.
La defensa de los primos Flores ha pedido ante el juzgado que no se acepten como pruebas las grabaciones hechas con teléfonos celulares del encuentro.
La DEA informó en los tribunales que el único testigo autorizado fue CW-1 y que el mismo no contaba con equipos de grabación, señalando que el mismo fue asesinado en Honduras en diciembre pasado.
El juicio se desarrolla en una corte federal del Distrito Sur de Nueva York. Los dos jóvenes se han declarado no culpables y los dirigentes venezolanos consideran su encarcelamiento como un secuestro.
Los dos jóvenes Flores fueron detenidos en Haití a finales del año pasado cuando intentaban ingresar un cargamento de 800 kilos de cocaína y vender el producto.
