
Los que dirigen los foros de la televisión hondureña deberían tener un poco de vergüenza. Sentarse en la banca de algún parque para que, además de poner el cerebro al sol, se pongan a reflexionar.
De lunes a viernes, mes tras mes, año tras año, casi sin excepción, se dedican a bombardear a este pobre pueblo con un solo tema: la política.
Parece que no hay nada más.
Durante dos o tres horas, les dan voz a cualquier tonto (con honrosas excepciones), que llega a insultar, a quejarse o a justificarse, pero no hace una sola propuesta que beneficie al país.
Así, el que llega en representación de Libre, llorará sobre lo que ocurrió el 28 de junio de 2009 (¡Dios mío, han pasado dieciséis años, supérenlo!), de la narcodictadura, de todos los narco-vídeos (menos de uno, claro está), y de cómo están refundando al país… ¿?
Ese mismo dirigente de Libre que estuvo en un foro el lunes, saldrá en otro foro el martes, en otro foro el miércoles —para disimular no lo invitarán a uno el jueves—, y cerrará la semana con sus “sesudos” comentarios el viernes.
Igual ocurrirá con los de la oposición. Dirán cosas como “ñángaras”, que el familión por aquí, el familión por allá, que Libre no ha hecho nada bueno, que Maduro, que Ortega… y zas, zzzzz, me dormí.
No sé si se darán cuenta, pero los foros de la TV hondureña alimentan con basura la pobre mente del pobre pueblo.
En esos foros, véanlos bien, no hay debate: lo que sí existen son insultos.
Eso le gusta a la gente, claro está, porque entre mayor sea la bajeza, menos toca pensar.
No me ha sorprendido que ningún foro le haya dedicado siquiera diez minutos a Tegus sí canta, el festival de poesía más importante de Centroamérica.
La poesía —dirán— es aburrida, y no nos interesa escuchar la obra ni las reflexiones de poetas colombianos, argentinos, ecuatorianos, venezolanos, costarricenses, guatemaltecos, salvadoreños, dominicanos, cubanos y hondureños.
Se les olvida, o más bien, ignoran, que la educación, la promoción del arte, de la música, de la cultura, de la literatura, la pintura, entre otros, son claves para crear un mejor país. Sin esas manifestaciones, jamás formaremos seres pensantes y estaremos condenados a que los más burros nos gobiernen.
Durante cuatro días, los poetas convocados por Tegus sí canta fueron a barrios, colonias, escuelas, colegios, universidades y casas de la cultura de la capital, San Juancito, Ojojona, Talanga y Cantarranas, con el objetivo de acercar la poesía a la población. No solo son excelentes poetas; también personas con sensibilidad, inteligencia, solidaridad y calidad humana. Ah… y honestos.
La edición de este año fue en homenaje al poeta hondureño Efraín López Nieto (¡Qué obra la de este hombre, por Dios!). El país invitado fue Venezuela.
¿Por qué ninguno de los dieciocho poetas extranjeros fue invitado a uno de esos foros? Ya lo expliqué.
¿Por qué no invitaron a los grandes poetas hondureños a exponer su obra? La misma respuesta que la pregunta anterior.
Sigamos convirtiendo los foros de la TV en chiqueros, en circos con payasos de corbata y trajes caros. ¡Viva la ignorancia! Sigan hablando de drogas, de fraudes, “de tu madre, la tuya, la que te amarra la cabuya”, ¡Mirame la seña! (Y de quién roba más)…
Tegus sí canta, mientras tanto, seguirá sembrando esperanza, remando valientemente (y con rebeldía) contra viento y marea, con las velas infladas por los vientos de la poesía.
Los enajenados por el fanatismo político no lo agradecerán. No importa. En algún barrio, en alguna aldea, en el salón de alguna escuela, motivado por Tegus sí canta, un niño o un joven leerá el primer libro de su vida. ¡Y luego vendrán el segundo, el tercero, el cuarto libro, hasta que la lectura se convierta en un hábito!
A eso llamo yo sembrar en terreno fértil.
No es fácil, por supuesto, y ha de dar ganas de mandar todo al carajo. Pero yo, que conozco a los organizadores (encabezados por el poeta Otoniel Guevara, su esposa y otros voluntarios apasionados), y a muchos poetas, sé que este festival seguirá hasta que el Todopoderoso mande el segundo diluvio universal y borre del mapa todo lo malo de esta tierra… incluyendo aquellos malos foros de la televisión hondureña.