Por: Otto Martín Wolf
Yo nunca he robado, jamás he matado, no consumo ni he consumido drogas, no tomo, no fumo, nunca he violado y, además, no creo en Buda, tampoco en Alá ni en Odin, dios de los vikingos.
No creo en ningún libro sagrado tipo el Corán de los musulmanes, el Talmud de los judíos o la Biblia.
Soy ateo y, como la mayoría de los ateos, un ciudadano tranquilo, que no se mete en líos ni perjudica a nadie.
Muchas veces me preguntan la razón por la cual salgo públicamente a exponer un tema tan controversial (recibo toda clase de insultos y amenazas)
Le diré: Primero que todo porque vivo en un país libre, donde todos tenemos derecho a pensar libremente y a exponer nuestras ideas y, segundo, porque creo que las religiones, cuando son tomadas con fanatismo -al igual que las supersticiones primitivas- nos perjudican, nos mantienen en el atraso y que alguien tiene que decirlo.
PIenso que, mientras en una aula de ciencia, el profesor está enseñando el origen de las especies, la evolución u otro tema científico, tenga que luchar con lo que en la casa o en la iglesia enseñan a sus hijos, basado en textos “sagrados”, donde dicen que la Tierra fue creada hace apenas 6 mil años, cuando hay pruebas irrefutables de fósiles que tienen millones de años.
Y, cuando el niño llega a su casa y cuenta lo que le enseñaron, es posible que le digan que “dios” creó la Tierra con todo y fósiles!
Qué esperanza puede tener un país de superarse si lo que se enseña está basado en libros escritos en la Edad de Bronce, por gente que no sabía siquiera que la Tierra era redonda y creía que los rayos eran lanzados por los “dioses” como castigo a los mal portados?
Cada uno puede creer lo que quiera, mientras no perjudique a nadie; a la comunidad o al país.
Es conveniente tener una mente abierta, inquisitiva, que busque la verdad en la evidencia y no en las creencias.
Por ejemplo: se ha preguntado usted alguna vez porqué
las “vírgenes” empezaron a surgir en América sólo después de la llegada de los españoles? Antes de eso nunca a los Aztecas, Mayas o Incas se les apareció ninguna, así que podemos concluir que fue la Iglesia Católica quien plantó vírgenes -una en cada país- como una forma de dominar a la gente.
Los reyes europeos -y de otras partes- incluyendo los monarcas indígenas en América precolombina, decían a sus pueblos que ellos estaban en el trono por orden de dios (algunos inclusive se proclamaban a sí mismos dioses) y de esa manera “divinizaban” el derecho a ser dueños de vida y propiedades y pasar ese dominio a sus descendientes.
Morazán separó la iglesia del gobierno pues sabía lo perjudicial que era para el pueblo creer que dios apoyaba todo lo que los gobernantes hicieran.
En Irán, y otras naciones fundamentalistas, la iglesia es el gobierno y nadie tiene derecho a pensar diferente.
Aquellos que no creen en Alá y su profeta Mahoma son perseguidos, encarcelados y, muchas veces, ejecutados en nombre de dios.
Es el mismo Mahoma, quien según el Corán voló por todo el Sistema Solar montado en un caballo con alas… en una noche!
Queremos eso para Honduras?
Qué diferencia hay entre “la danza de la lluvia” de los Aztecas para pedir que llueva, a una “cadena de oración” para evitar que llueva demasiado, como sugirió el dueño de un popular canal de televisión?
Repito: Cada uno puede creer lo que quiera, mientras no perjudique a nadie; mantener las mentes en el pasado es dañino para el país.