Según los primeros informes, Omar Ibarra, de 17 años, falleció anoche en el estatal Hospital Santo Tomás, debido a las graves quemaduras que sufrió en un incendio junto a otros seis compañeros de celda en medio de un motín en el Centro de Cumplimiento de Menores (reformatorio) en Tocumen, periferia este de esta capital.
La noticia sobre la muerte de Ibarra, quien cumplía una condena por robo, sorprendió a sus familiares quienes ayer se retiraron un poco animados del hospital tras el reporte médico que señalaba que los pacientes quemados en el incendio del reformatorio presentaban una leve mejoría, agregan los informes de prensa.
En la sala de cuidados intensivos del Hospital Santo Tomás continúan ingresados otros tres de jóvenes, cuyo reporte médico es estable dentro de la gravedad que presentan.
La primera víctima mortal de este incendio fue Erick Alexis Batista, de 16 años, quien murió el pasado martes, debido a la falla de varios de sus órganos vitales deteriorados por las quemaduras.
El pasado jueves murió Benjamín Mojica, de 16 años, y el viernes se registró el deceso de José Frías, de 17 años, debido a las graves quemaduras que sufrieron durante el confuso incidente.
Los jóvenes, que se habían amotinado el pasado 9 de enero en una de las celdas exigiendo una mejor alimentación y agua potable, fueron víctimas de un incendio que se inició dentro del recinto, pero cuyas causas están siendo investigadas por las autoridades.
La Policía Nacional (PN) comunicó el pasado jueves la separación del cargo de dos de sus unidades involucradas en el confuso incidente,que los medios de televisión captaron cuando los menores reclusos se quemaban vivos ante la mirada de custodios, policías y bomberos.
Un comunicado de la PN señala que las unidades se mantendrán separadas de sus cargos hasta que concluyan las investigaciones y que se adelantan diligencias para descartar o confirmar su participación.
La Policía Nacional ha sido el principal custodio de las cárceles de este país, situación que ha sido criticada por organizaciones civiles y de derechos humanos, quienes han censurado las malas condiciones y el hacinamiento en estos centros, además de maltratos físicos a los reclusos.
