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“Soy una migrante digital”: Enma Calderón, premio Álvaro Contreras

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Tegucigalpa (Especial Proceso Digital / Isis Rubio) – Enma Calderón, es una periodista con 36 años de recorrido profesional y hoy su trayectoria es reconocida con el premio Álvaro Contreras, el máximo galardón que un periodista puede ganar, mismo que es otorgado por el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH).

Una fotografía de su infancia, siempre sonriendo.

En conversación con Proceso Digital, Enma Calderón se declaró una inmigrante digital ante la evolución que ha tenido el periodismo.

Calderón nació en el barrio Corbeta de Choluteca, en el sur de Honduras, es la cuarta de seis hermanos, sus padres fueron Saúl Calderón y Emiliana Umanzor.

Estudió la primaria y la secundaria en Choluteca, se graduó de maestra en la Normal España en Villa Ahumada Danlí, El Paraíso, zona oriental del país.

Relató que se trasladó a la capital para estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), donde inició estudiando ingeniería, pero las matemáticas la hicieron cambiar de carrera. Supo que el Periodismo era la carrera más afín a ella, pese a que su madre no quería que estudiara dicha carrera.

Enma está casada con Francisco Hernández Pón y dijo amar a cada uno de sus sobrinos ya que no tuvo hijos.

La galardonada con el premio Álvaro Contreras, máxima distinción para un periodista en Honduras, fue recibida en la sala de redacción de Proceso Digital donde algo de su vida y de su trayectoria como periodística.

Enma Calderón en una de las coberturas del expresidente Carlos Flores.

Proceso Digital (PD) – Su niñez, ¿cómo la recuerda?

EC (Enma Calderón) – Tuve una infancia muy bonita, mi padre era una persona muy visionaria, éramos cinco mujeres y nos preparó para salir de Choluteca, era una persona muy estricta.

Como éramos muchos hermanos él nos llevaba a una de las haciendas durante el fin de semana para que botáramos estrés y así nos fue educando hasta que falleció.

PD – ¿Se siente identificada con Choluteca?

EC – Sí, me siento muy orgullosa de ser de Choluteca, aunque he perdido contacto en los últimos años, allá solo tengo una tía ya.

Siempre tengo mi corazoncito y cuando me di cuenta de que Katherine Banegas estaba concursando en La Academia de México y que era de Choluteca traté de apoyarla al máximo, porque las del sur somos buenas, uno nunca debe de olvidar sus raíces, uno debe de sentirse orgulloso de donde viene y lo que el tiempo le ayuda alcanzar con humildad.

La primera de la foto, Calderón siempre ha sido entusiasta y muy divertida. Aquí con colegas periodistas.

PD – Háblenos de su trayectoria laboral. 

EC – Trabajé y estudié al mismo tiempo, entonces don Céleo Arias era el ministro de la Presidencia en el gobierno de José Simón Azcona y amigo de la familia, por lo que inicié mi primer trabajo en la Secretaría de Prensa, siendo mi primer jefe Héctor Cálix, cuando asumió el expresidente Rafael Leonardo Callejas me despidieron. Una vez Callejas me dijo vos no me queres y yo le dije- gracias por despedirme porque si no yo hubiese sido una periodista gubernamental-.

Tras salir de la Secretaría de Prensa, tuve la oportunidad de hacer las vacaciones de los periodistas en el diario La Tribuna, después me contrataron, pero solo había una plaza para nota roja y fui la primera mujer asignada a nota roja, posteriormente pasé a cubrir política, Casa Presidencial y Congreso Nacional y trabajé en la campaña política del ingeniero Carlos Flores.

Después renuncié a La Tribuna y pasé a Relaciones Públicas del Congreso Nacional cuando su presidente era Rafael Pineda Ponce quien me enseñó a equilibrar mi vida ya que era impulsiva, creía que podía dominar el mundo y que era la dueña de la verdad, él (Pineda Ponce) me decía escuche, aprenda a escuchar las personas, las puertas están abiertas.

Desde la máquina de escribir hasta la computadora y ahora el móvil, así ha evolucionado Enma en la profesión.

Luego de eso decidí ir a Estados Unidos donde me puse a sacar unos cursos de inglés, no los termine todos, tomé la decisión de regresar  a Honduras, estuve en varios medios pero no me pagaban, en eso el doctor Elías Asfura me dio la oportunidad de trabajar en canal 30, ahí entre como jefa de prensa y después pasé a ser la directora de prensa, él me decía que quería hacer innovaciones y se hizo un show nocturno e hicimos “La Hora de la Verdad” que se pasaba a las 10:00 de la noche siendo la primera mujer en hacer un show en vivo.

Luego de canal 30 con mi esposo emprendimos un proyecto personal en Mundo TV donde se hicieron varios proyectos muy buenos, pero por cuestiones políticas se tuvo que vender el canal, luego con el grupo Albavision en canal 12, posteriormente pasó a Azteca Honduras y al salir de ahí regresé a VTV canal 12.

En cobertura un 15 de septiembre de los 90.

PD: ¿Qué representa el premio Álvaro Contreras para usted?

EC –Para mí representa la máxima presea que un periodista podría tener, el hecho que tus mismos colegas te seleccionan entre un abanico de opciones realmente es algo gratificante, dignificante y realmente no lo esperaba, pero cuando me llamaron me sentí muy alegre, sin embargo debo de confesar que fue la reacción de los colegas reconociendo mi trayectoria, cosas que a mí misma se me habían olvidado, porque uno realmente vive el día a día, pero me acostumbre porque para uno de mujer no es fácil ejercer esta profesión , por lo que me concentré en el que hoy debe de ser mejor que mañana.

Recibí llamadas de muchas personas, colegas quienes me recordaron muchas cosas del pasado, unos recordando lo que hacíamos y otros contando anécdotas y ese es el mayor tributo que un periodista puede tener.

PD – ¿Siente que este premio corona estos esfuerzos laborales?

EC –Sí, yo siento que sí, me siento una periodista satisfecha, una periodista realizada, porque comencé abajo con aquellos ladrillos de grabadoras, me tocó migrar porque empecé a escribir en las máquinas manuales y para mí la evolución tecnológica la he ido viviendo y no es fácil a mis 56 años, soy una migrante digital y trato de capacitarme.

La vida me ha enseñado que solamente la educación nos va a sacar adelante, muchos de los compañeros cuando se cambió a esta era digital empezaron a retirarse porque no quisieron enfrentar el reto, en esta profesión hay momentos para ser presentados, para ser jefe y director.

Reunion de mujeres periodistas en los 80 en la APH.

PD – ¿Cómo valora los cambios en el periodismo?

EC –Siempre fui estudiosa, pero no era excelencia académica en la escuela, pero yo aprendí al profesor Pineda Ponce y al licenciado Juan Ramón Duran a sacar al menos tres o cuatro cursos al año, para actualizarme y ver cómo está el mundo, el conocimiento abre puertas, las nuevas generaciones hoy en día tiene mejores herramientas y una de ellas es el internet.

El periodismo es el mismo, el periodista es el que debe de construir realidades para ofrecerlas al público, a la audiencia.


PD – ¿Cómo se puede trabajar, hacer periodismo, sin estar en riesgo en Honduras?

EC – Siempre han existido los peligros y riesgos, siempre hemos tenido que huir del país, nos han despedido porque no compaginan con nuestras ideas, esas realidades las encontramos en el día a día.

Los periodistas en las diferentes situaciones debemos ser ingeniosos, hacer un balance, no tratar de manipular la información.

Hay mil maneras de decir las verdades y eso es lo que nos enseña la academia, no perdamos de vista ya que una cosa es comunicar y otra cosa es informar, mientras nos mantengamos en las escenas del periodismo.

Celebración del Día del Periodista en los 90.


PD- ¿La polarización actual en el país es una fuente de peligro? ¿Qué opina de periodistas y medios que se declaran abiertamente afiliados a determinado grupo político, es eso válido?

EC –Recuerdo cuando cubría política y eran las elecciones que ganó George Bush, el Washington Post dijo que iba apoyar la campaña y yo me pregunté- ¿por qué los medios tienen que apoyar a un político? Siempre van a haber políticas de empresas, nosotros debemos de hacer bien nuestro trabajo porque al final es el lector el que va a definir si estamos haciendo bien nuestro trabajo.

Honduras tiene una gran virtud ante el resto de los países porque hay medios para cada sector, la audiencia sabe que puede ver o no en la tv, pero hay quienes solo defienden una postura, sin embargo, hay ideales, intereses en base a estas posiciones divergentes y antagónicas.

PD – ¿Honduras es considerado uno de los lugares más peligrosos para ejercer el periodismo, se ha sentido alguna vez en peligro en el ejercicio de su trabajo?

EC –Al igual que el resto he recibido amenazas, pero no le he tomado importancia, lo que sí he hecho es tomar medidas porque como periodista uno lo debe de hacer.

Yo siempre he hecho lo posible por publicar mi trabajo, sin importar que me vayan a despedir, sin un periodismo sesgado, y es ahí donde las autoridades tienen una tarea pendiente con los periodistas: decir el motivo por el cual mataron a tal persona.

Necesitamos que nos paguen esa deuda, porque estamos generalizando miedo, pero si hacemos bien nuestro trabajo, sin sesgo, no vemos por dónde pueden llegar a estos extremos.

Celebración con colegas periodistas en Casa Presidencial durante el gobierno de Rafael Callejas.

PD – En la era digital, ¿cree que el periodismo sigue manteniendo su esencia?

EC –Sí claro que sí, la pandemia fue la prueba viviente. Durante la pandemia estaba sacando un curso en línea y analizamos un estudio de los medios, que no iban a desaparecer, pese a que había mucha noticia falsa, por lo que la gente dejó de creer en las redes, y centró su visión en los medios de comunicación es por eso que el periodista debe de estar atento, porque estamos en un punto alto de credibilidad y es aquí donde el periodista no debe de perder su esencia.

PD – ¿Hay muchos o pocos premios para periodistas en Honduras? ¿se deben recibir?

EC –Claro que si alguien quiere reconocer la carrera no se puede rechazar, un premio es un reconocimiento a su labor.

PD – ¿Le recomienda a un ser querido abrazar la carrera del periodismo?

EC –Pensé que mis sobrinas como pasaban conmigo alguna se iba a inclinar a estudiar periodismo, pero no, creo que la decisión la debe de tomar la persona, no podemos inducir, debe de nacer de la persona, aprender a vivir con la carrera, para ser periodista se tiene que vivir.

Junto a su esposo Francisco Hernández Pon.

PD – ¿Se puede ser político y periodista al mismo tiempo?

EC –Si lo puedes hacer, siempre desmarcando sus principios y sus valores, ahorita que estoy leyendo de Álvaro Contreras, él era político y periodista y luchó por la unión centroamericana, y cuando habló de política, – aclaro -, no estoy hablando de la política vernácula, sino pelear por las luchas que emprendemos, por ejemplo, yo siempre he apoyado la lucha contra la discriminación de la mujer, eso es una política. Creo en el trabajo de Visitación Padilla en el trabajo de Gladis Lanza. El sesgo es otra cosa.

En su nueva casa VTV Honduras.

PD – Cuéntenos la diferencia entre hacer periodismo duro y estar en el lado gerencial balanceando cuentas, pagando nóminas y otros quehaceres empresariales en el mundo de la comunicación.

EC –Fue una bonita experiencia pero más que todo una empresa familiar, no es fácil, soy una persona muy detallista y pasaba metida en todo, la ventaja era que tenía una cama en la oficina y me daba un tiempo para descansar un ratito y volver, fue una experiencia bonita, yo le agradezco a mi esposo porque me dio ese paso, aun en este momento yo tengo mi empresa, tengo trabajo pendiente, es por ello que no me da miedo dejar un trabajo porque yo tengo mi plan de vida.

PD: ¿Qué decirle a las nuevas generaciones de periodistas?

EC-No se cansen de estudiar, mantener la reputación, una línea de trabajo, nuestros sueños, esta es una carrera para la vida y lo que le va a heredar a sus hijos o familiares.

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