Nueva York – La estadounidense Southwest Airlines exigirá a partir del 27 de enero que los pasajeros que no quepan entre los reposabrazos de su asiento adquieran uno adicional por adelantado, informó este martes la compañía en un comunicado.
«Los clientes que invadan los asientos contiguos deben adquirir de forma proactiva el número de asientos necesarios antes del viaje para asegurarse de que el adicional esté disponible. El reposabrazos se considera la frontera definitiva entre los asientos», esgrimió Southwest en un comunicado.
Se trata de un cambio de política de la empresa con los viajeros de tallas grandes que, hasta ahora, tenían la opción de solicitar un asiento extra gratuito en el aeropuerto, o adquirirlo por adelantado pero luego recibiendo un reembolso.
La diferencia actual radica en que, según la aerolínea, ahora se debe comprar por adelantado y que el reembolso no está garantizado.
«Para garantizar el espacio, les comunicamos a los clientes que ya han utilizado la política de asientos adicionales que deben adquirirla al reservar», se insiste en el comunicado.
Southwest, que hasta ahora se había posicionado como una de las aerolíneas más flexibles con sus clientes, asegura que abonará más tarde este segundo billete solo si el vuelo no está completo al momento de la salida y si ambos pasajes se compraron en la misma clase.
Además, si un pasajero que necesita un asiento adicional no lo compra con antelación, deberá hacerlo en el aeropuerto; y si el vuelo está completo, se le asignará un nuevo vuelo.
El viajero también debe solicitar el reembolso dentro de los 90 días posteriores al vuelo.
La nueva política precisa que cualquier cliente que viaje con una aerolínea asociada a Southwest y que «no pueda acomodarse de forma segura en un solo asiento» deberá adquirir un billete extra no reembolsable.
Hasta mayo, Southwest permitía que sus pasajeros eligieran sus propios asientos de forma gratuita al momento de facturar y no cobraba por el equipaje de cabina, lo que la diferenció entre sus competidoras en el espectro de aerolíneas de bajo coste. EFE