Orle Solís es graduado en ciencias jurídicas y sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), originario del departamento de Olancho, y en los últimos 12 años diputado propietario al Congreso Nacional, este hombre asumió la candidatura presidencial por la DC, un partido que juega al acomodamiento con el poder y que desde inicios de los 80`s ha saltado entre rojos y azules indistintamente, coyunturalmente condicionado al que ostenta el poder de la nación.
El presidenciable dice que le apuesta a los planteamientos claros y no repetitivos.
Aunque no se conocen avances en su función como actual coordinador de la comisión legislativa de derechos humanos, Solís dice que Honduras está pasando por problemas humanitarios graves.
Solís ha reiterado que es un privilegio encabezar la planilla de su partido, pero también señala que es un reto porque los ojos del pueblo hondureño estarán centrados en las propuestas.
«Nosotros proponemos, desde ya, volver al campo, dejar de dirigir la agricultura desde el escritorio, hay que sacudir todas esas instituciones vinculadas al agro para lograr mejores resultados», planteó el candidato presidencial al referirse a sus propuestas de gobierno.
Según el presidenciable, con el impulso de la agricultura se van a corregir muchos males que repercuten en la educación, salud, migración y desintegración familiar.
El país está en problemas de todo tipo, hay mucha deuda social, cada gobierno ha querido hacer lo mejor, pero eso no se refleja en la calidad de vida de la gente, justificó.
«El desempleo y la inseguridad siguen siendo dos flagelos que nosotros nos proponemos atacar con otras estrategias. Además, el país tiene un déficit enorme en vivienda y nosotros queremos fortalecer esos programas. No queremos ofrecer más de lo mismo ni queremos ser repetitivos en nuestras propuestas», aseguró sin dar mayores explicaciones.
Solís manifestó que tiene un plan para parar los homicidios de los jóvenes y para alimentar a los niños desde que nacen para que sean agentes de cambios con buena salud. En el tema tampoco planteó cómo lograrlo.
«Nuestras propuestas son muy claras y sencillas, por eso es la aceptación que estamos teniendo de todo el pueblo hondureño», argumentó.
Partido bisagra
A criterio del aspirante democristiano, el partido que él representa, por años ha aportado buenos diputados al Congreso Nacional.
Sin embargo, considera que «en realidad somos el partido bisagra y seguiremos siendo así por el bien del país».
Explicó que «hay que entender que la bisagra une las puertas, articula los extremos sueltos, y nuestro partido ha jugado ese papel de conciliador y de consenso en las grandes crisis del país, no importa qué partido gobierne porque es para el bien de Honduras».
No tengo miedo a los demás candidatos
Solís sostuvo que desde el momento que aceptó ser el candidato presidencial, sabía que tenía que enfrentar sendos debates con los otros siete aspirantes de los partidos en contienda, por lo que aseguró que no le da miedo enfrentarse a sus contrincantes políticos.
«Para nada me da miedo, más bien estoy ansioso de debatir con ellos limpiamente para que el pueblo sepa quién tiene las mejores ideas», consideró.
Aseguró que el Partido Demócrata Cristiano, es un digno contendor y «nosotros queremos mantener esa dignidad y que sea Dios y el pueblo el que decida a quién darle la razón y el triunfo» expresó.
