Tegucigalpa – Cada 3 de octubre en el país se conmemora el día del soldado hondureño en memoria al natalicio del general Francisco Morazán, hoy los uniformados conmemoran este día opacados por un feriado que no le da crédito.
-¡Proceso Digital saluda a todos los soldados hondureños en su día!
En ese orden, los festejos se realizaron en el marco del trabajo que deben hacer los soldados a causa de la Semana Morazánica.
La Semana Morazánica, que corresponde a los feriados del 3, 12 y 21 de octubre, se otorga para promover el turismo interno en el país.
El gobierno hondureño decidió unir estos feriados nacionales en una sola semana para promover el turismo como un impulso a la economía.
El largo asueto opaca la conmemoración de cada día, ya que los hondureños están más interesados en el descanso, hacer turismo o visitar a sus familiares.
En ese sentido, la festividad en la que se destaca la figura del “paladín centroamericano”, pasó desapercibida para miles de turistas y viajeros que poco o nada saben del origen del feriado del que gozan.
Francisco Morazán nació un 3 de octubre de 1792 en la ciudad de Tegucigalpa y saltó a la fama luego de ganar la Batalla de La Trinidad en 1827, con lo que demostró sus dotes de buen estratega en el campo, a pesar de no tener estudios en materia militar.
Hoy, y como cada 3 de octubre, en suelo catracho se celebra el “Día de Soldado Hondureño”, en honor al general Francisco Morazán, debido a que el héroe patrio, nació en un día como este, en Tegucigalpa en el año de 1792.
José Francisco Morazán Quezada fue un militar y político hondureño que gobernó a la República Federal de Centroamérica durante el turbulento periodo de 1827 a 1838.
El general Morazán luchó arduamente por su país, además batalló por la unión de Centroamérica.
Morazán era un hombre ilustrado, guiado por los principios de la filosofía enciclopedista. (La revolución francesa). Saltó a la fama luego de su victoria en la legendaria Batalla de la Trinidad, el 11 de noviembre de 1827.
En el ámbito político, Francisco Morazán fue reconocido por los miembros de su partido como un gran pensador y visionario.
El héroe Morazán, murió fusilado en la ciudad de San José de Costa Rica el 15 de septiembre de 1842, y, antes de morir expresó las inmortales palabras: “Declaro que mi amor por Centroamérica muere conmigo”. PD
