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Sin consenso sobre Cuba arrancará Asamblea General de la OEA

San Pedro Sula (Honduras).- La OEA iniciará mañana su Asamblea General sin haber logrado un consenso sobre el levantamiento de la suspensión impuesta en 1962 a Cuba, después de que fracasara hoy en su último intento de llegar a un acuerdo.
 

El Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que debatía los diferentes proyectos para levantar la suspensión a Cuba no pudo superar las divergencias políticas entre sus miembros y decidió a última hora del lunes elevar los borradores a los cancilleres, que tendrán que decidir ahora cómo proceder.

Eso significa que la XXXIX Asamblea General de la OEA se inaugurará mañana sin una posición unida acerca del levantamiento de la suspensión, aunque el escollo no es derogar la medida tomada en 1962, sino las condiciones que países como EE.UU. quieren imponer y que otros, como Venezuela y Nicaragua, rechazan enérgicamente.

Fuentes diplomáticas indicaron a periodistas que los embajadores, que llevaban todo el día negociando, «han llegado al límite» y el presidente del Consejo Permanente, Graeme Clark, decidió poner fin a las deliberaciones del Grupo de Trabajo y pasar los proyectos al Comité General, que negocia todos los temas que quedan pendientes.

Esto supone un revés para las delegaciones de los 34 países miembros de la OEA que estudiaban por la tarde dos proyectos, uno de Nicaragua y otro, considerado el «mediador», apoyada por 27 países, entre ellos Brasil y México, ya que a última hora habían vuelto a cuatro borradores, lo que complica el trabajo de los cancilleres.

La propuesta que cuenta con el respaldo de 27 naciones, la mayoría, ha logrado casi un consenso, pero no ha podido cerrar el tema como quería, indicaron las fuentes.

El texto de este grupo, agregaron, contiene un párrafo con cuatro opciones diferentes, aunque no facilitaron detalles.

Por eso, Honduras y EE.UU., país este último que por la tarde estaba estudiando sumarse a esa propuesta, han decidido volver a sus propuestas iniciales, señalaron.

Estos dos proyectos se suman al de Nicaragua, apoyado por Venezuela, que no ha querido ceder en su posición.

Managua y Caracas consideran que la OEA no puede imponer ninguna condición a Cuba, porque se trata de corregir un error histórico y opinan que los requerimientos significarían una injerencia a la soberanía del Gobierno de La Habana.

Honduras, por su parte, según su propuesta inicial, quiere derogar la resolución que suspendió en 1962 a Cuba del Sistema Interamericano y dejar claro que la decisión de un eventual regreso a la OEA depende del Gobierno de Raúl Castro.

EE.UU., si bien apoya el levantamiento de la suspensión, no quiere aprobar ninguna resolución que no contenga una referencia a las cartas e instrumentos democráticos y de derechos humanos de la OEA.

La Comisión General tendrá ahora que negociar los textos, aunque serán las instancias superiores, los cancilleres en consulta con sus presidentes, las que tendrán que tomar una decisión, como es lógico tratándose de un tema tan delicado, señalaron las fuentes.

Por tanto, la XXXIX Asamblea General arrancará mañana bajo un escenario complicado, con todas las posibilidades abiertas.

De hecho, todavía no está claro cuándo se llevará el asunto al plenario de la Asamblea General, indicaron las fuentes.

Lo que está prácticamente descartado es que se aborde en la sesión de la mañana, dado que los cancilleres necesitarán tiempo para tomar una decisión.

A estas alturas es difícil que lleguen a un consenso, por lo que podrían decidir someter a votación los diferentes proyectos, un escenario que prefieren países como Venezuela y Nicaragua, porque podrían dejar constancia de su posición.

Lo que está claro, según las fuentes, es que un fracaso «sería catastrófico» para la OEA, que celebra su Asamblea acosada por las críticas procedentes de sus propias filas, ya que algunos países, como Venezuela y Ecuador, se plantean abiertamente abandonarla si no se renueva y crear una organización regional sin EE.UU. y Canadá.

En este sentido, el desenlace en esta Asamblea sobre Cuba podría convertirse en un factor determinante para estos países.

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