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¡Silencio!…llegó el momento de la reflexión electoral en Honduras

Tegucigalpa – Apenas quedan cinco días para que Honduras se aboque al proceso electoral general y llegó el momento de guardar silencio. Los políticos, enfrascados en una amplia y multimillonaria campaña electoral por fin han sido silenciados. La Ley Electoral les ha mandado a callar.
 

Llegó el espacio para la reflexión y el pensamiento de cada elector en Honduras. Es el plazo para la meditación porque los hondureños están frente a una decisión trascendental en sus vidas y las de sus familias: deberán elegir a su presidente así como a los 128 legisladores y sus suplentes; los 298 alcaldes y sus cuerpos edilicios y además una veintena de diputados al Parlamento Centroamericano. Todo en medio de un complejo escenario social.

El bullicio de los políticos se apagó no sin antes exprimir hasta el último minuto del tiempo posible y en él, casi rogar a los electores por sus votos.

Los espacios radiales y televisivos concretaron amplios segmentos en divulgar propaganda política. Quieren convencer a los votantes. No se resignan.

“Es importante que las personas evalúen a quienes están optando a cargos públicos, sí elegimos a los corruptos les estamos diciendo que sigan actuando igual. En este momento debemos ver quienes han estado en el poder y cuál ha sido su conducta” dijo a periodistas el académico Carlos Héctor Sabillón.

“Los que han dicho que van a cambiar las cosas y no lo han hecho, es el momento de pasarles cuenta, a esos políticos marrulleros y sinvergüenzas, no hay que tener memoria corta, hay algunos que no son demócratas, ni son los adalides de la libertad como ahora falsamente quieren hacernos creer” reafirmó Sabillón.

Las actividades proselitistas de cierre precedieron a las multitudinarias concentraciones del fin de semana. Este lunes, el Partido Innovación y Unidad (Pinu) rindió cuentas del manejo de su presupuesto. Los liberales presentaron un inventario de las obras que realizaron con los fondos que decidieron no gastar en concentraciones masivas de cierre; los nacionalistas hicieron una vigilia para rogar por la paz de Honduras y del proceso electoral del domingo; El partido Libertad y Refundación hizo un evento en Olancho, cuna del matrimonio Zelaya Castro, máximos líderes de esa entidad.

Las canciones vacías y pegajosas de los spot políticos por fin se extinguieron. Hasta los niños que una vez más fueron utilizados en las campañas apagaron sus débiles vocecitas.

Planes de gobierno

Llegó el silencio electoral y ya los partidos solamente podrán exponer sus planes de gobierno, pero no podrán hacer promoción y mucho menos pedir el voto, pues la contravención a esa disposición se castiga con severas multas.

Hasta la fecha, poco se sabe de los planes de gobierno de los ocho protagonistas presidenciales.

El debate brilló por su ausencia en la campaña.

Los foros coparon los espacios de las comparecencias organizados por sectores de la sociedad civil y la academia, pero llegaron ser tantos y tan variados que poco a poco se desprestigiaron y la ausencia de los presidenciables marcó su decadencia.

No faltó alguno de estos espacios que concluyó en conato de reyerta entre protagonistas.

La Ley

El artículo 149 de la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas establece que “dentro de los cinco (5) días calendarios anteriores a las elecciones primarias y generales, quedan prohibidas las manifestaciones públicas, toda propaganda política, la divulgación de resultados totales o parciales de encuestas o sondeos de opinión pública, material impreso, audiovisual, electrónico, radiofónico magnético o de cualquier índole”.

“En dicho término, los candidatos, dirigentes y líderes de los partidos políticos, las alianzas y de las candidaturas independientes, sólo podrán hacer uso de los medios de comunicación para explicar, divulgar y difundir sus programas de gobierno”.

Los políticos que transgredan estos términos de la ley serán sancionados con una multa de 40 salarios mínimos, equivalentes a unos 280 mil lempiras.

Los protagonistas

La campaña electoral se extendió por lo menos a los últimos tres años. El proceso es inédito ya que dada la crisis política de 2009, Honduras cuenta por primera vez con la participación de nueve partidos políticos representados en ocho candidatos presidenciales.

Nuevas fuerzas políticas como la Alianza Patriótica, un partido creado bajo el liderazgo del general en el retiro Romeo Vásquez Velásquez, un protagonista activo en los hechos que dejaron al expresidente Manuel Zelaya fuera del poder, a mediados de 2009, participa en el ruedo electoral.

Otro grupo político nuevo es el Partido Anticorrupción (PAC), que nace fuera de los esquemas tradicionales, de la mano de un presentador de televisión y personaje popular entre los hondureños, Salvador Nasralla, quien en un inicio despertó un entusiasmo amplio, especialmente entre los jóvenes, pero que poco a poco se fue desvaneciendo. Analistas opinan que los pleitos y exabruptos del líder del PAC han menguado el crecimiento de esa entidad.

También surgió, a instancias del gobierno del presidente Porfirio Lobo, el partido Libertad y Refundación (Libre), que aglutina un ala del opositor Partido Liberal, a dirigentes magisteriales que buscan posiciones de poder en cargos de elección y un bloque de la izquierda hondureña. Todos ellos rodean al coordinador general, el ex presidente Manuel Zelaya y a su esposa y candidata presidencial, Xiomara Castro. Es un partido con amplias posibilidades electorales.

La cuarta fuerza nueva la encabeza el dirigente humanitario Andrés Pavón, con el Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (Faper), que ha jugado un papel mediático protagónico por las declaraciones de su máximo dirigente pero que en la arena proselitista se muestra electoralmente débil. El Faper y la izquierdista Unificación Democrática (UD), mantienen una alianza que postula a Andrés Pavón.

El tradicional partido Liberal en la oposición liderado por el presidenciable Mauricio Villeda, ha mostrado un crecimiento constate al grado de colocarse entre los preferidos del electorado.

Los nacionalistas en el poder, encabezados por Juan Hernández, se muestran como la fuerza de mayor preferencia de acuerdo a los últimos estudios de opinión divulgados en Honduras y acreditados a reputadas firmas.

Los llamados “partidos bonsái” por su escaso crecimiento, son el Partido Innovación y Unidad (Pinu-SD), liderado por Jorge Aguilar como presidenciable y que busca consolidar el crecimiento de su representación legislativa. Su bancada cuenta con la aprobación popular debido a sus posiciones independientes.

La Democracia Cristina cuyo candidato es Orle Solís, actual diputado, mantiene sus reacomodos y su papel de negociador tal y como lo han reconocido sus propios líderes. «Somos un partido bisagra” ha dicho el candidato Solís.

En día “E”

Para el día de los comicios, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) instalará 16.094 urnas en 5.437 mesas en todo el país, mientras que una treintena serán colocadas las ciudades estadounidenses de Atlanta, Nueva York, Nueva Orleans, Miami, Houston y Washington para que puedan votar unos 46.000 inmigrantes hondureños.

El secretario del TSE, Alejandro Martínez, dijo que los políticos han tenido hasta el último segundo de este lunes para pedir el voto a los 5,3 millones de ciudadanos, incluidos 46.000 emigrantes radicados en Estados Unidos.

Y mientras los candidatos preparan sus estrategias para los días que restan hasta el domingo, los camiones de las Fuerzas Armadas con material electoral empezaron a salir hacia los departamentos geográficamente más distante y de difícil acceso.

Así, los hondureños agobiados por una pobreza que afecta a más de 70 por ciento de la población, una inseguridad que cobra hasta 20 vidas por día y en medio de una crisis económica severa, deberán analizar a los presidenciables y discernir hacia donde orientar su voto.


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