Tegucigalpa – La vida en Honduras se torna cada vez más difícil, la violencia se vuelve como un cáncer que ataca poco a poco a un país que busca salir del abismo en el que se encuentra sumergido por varios años.
– El ruletero relata cómo ha tenido que sortear los asaltos de los que ha sido víctima por parte de los antisociales.
– Un video difundido recientemente, deja al desnudo cómo actúan los delincuentes fríamente en contra de los taxistas.
– Muchos puntos de taxi colectivo han desaparecido en la capital, orillados por el cobro de la extorsión.
Miles de hondureños que se ganan la vida honradamente, piden a gritos un cese a la violencia, es el caso de Mario Lagos, un ciudadano que se dedica al oficio de taxista, uno de los más golpeados por la criminalidad.
Lagos un conductor que se pasa gran parte de su tiempo recorriendo las peligrosas calles de la capital hondureña, y relató su historia, así como los duros encuentros que ha tenido que pasar a causa de la inseguridad. A sus 32 años, Mario lleva nueve de ellos trabajando en ese rubro.
“Ser taxista te enseña a ser valiente y actuar con inteligencia al momento de enfrentar a un delincuente”, señala Mario, quien no ha tenido tanta suerte, pues son varias las ocasiones que llega a su hogar con los bolsillos vacíos ya que ha sido objeto de asalto por facinerosos.
Mario recordó que en medio de una tarde calurosa, cuatro tipos se subieron a la unidad, de inmediato sacaron un arma y le dijeron: “cuidadito haces un mal mate, pasa el dinero porque si no, te matamos”, sin pronunciar palabras, Lagos tuvo que obedecer a lo que le exigían. Más de 500 lempiras fueron lo que se llevaron, pero así es como se sortea a la delincuencia en Honduras.
“Muchas veces los delincuentes se suben a la unidad sólo para asaltar a los pasajeros y lo malo es que todavía el cliente piensa que uno es cómplice de los asaltantes”, comentó.
Lo peor que le puede pasar a un taxista es que le roben su vehículo, se queda sin una herramienta de trabajo que, es probable, aún no ha terminado de pagar, argumentó Lagos, quien señala que por eso suelen matarlos, por su desesperación de no perder lo que les ha costado.
El ruletero rememora un caso, a un amigo le robaron su vehículo y no lo pudo recuperar por suerte no lo mataron, pero estuvo a un paso de la muerte, ya que lo secuestraron y lo llevaron a un lugar desolado, sin oponerse al robo.
“Con los ladrones de vehículos no se puede hacer nada, son personas muy experimentadas, que van a todo y nada”, explicó Lagos.
Dura realidad
“Lo más lamentable es la falta de seguridad que tenemos, uno acude a la Policía y no sabemos si ellos son los mismos delincuentes, esto cada vez se agudiza no sólo enfrentamos a los pasajeros que buscan delinquir dentro de la unidad, sino también al famoso impuesto de guerra (extorsión), que como tarifa tenemos que dar a diario”, prosiguió.
“Este tema del impuesto (de guerra) me da temor”, expresó Mario, al agregar que “esos grupos delictivos cumplen con sus amenazas y han ultimado a varios conductores y ayudantes de taxis, “demostrando que no están jugando”.
Mario pagaba 100 lempiras diarios al punto de taxi Kennedy-Centro, durante seis años, pero debido a que su economía se miraba perjudicada y el temor que le invadía a diario tuvo que renunciar a permanecer a esa zona.
Actualmente, Mario no conduce uno de los típicos autos blancos que identifican a los taxistas, decidió pintar su carro en color verde y trabajar con clientes personales.
Padre de familia de cuatro hijos, el taxista tiene una sola consigna, “llegar vivo a su hogar”. Él se persigna, porque sabe que por su condición de ruletero, el riesgo de perder su vida cada vez es mayor.
Por la mente de Lagos ha pasado dejar este oficio, pero él sabe que es su único ingreso para su familia, y el duro desempleo en Honduras son las dos razonas por lo que el continúa al frente del volante y desafiando al destino.
Deficiencia
Martínez arguyó que falta una acción más contundente tanto de la Secretaria de Seguridad, como la DGT para poder recuperar la paz y garantizar que ese rubro trabajará con mayor tranquilidad.
Estadísticas
La portavoz de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), Norma Moreno, informó que hasta la fecha, se ha detenido 240 personas, incluyendo adultos y menores de edad, vinculadas al delito de la extorsión.
Con esas detenciones, se ha evitado pagar más de 60 millones de lempiras, precisó la funcionaria.
Según un informe reciente del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), al menos 103 personas murieron y 11 resultaron heridos, producto de 90 incidentes violentos en las unidades de transporte de taxi.
En la capital operan unos siete mil 300 unidades de taxis legalmente registrados, unos 800 trabajan de manera ilegal, detallaron las autoridades de DGT.
Este viernes, las autoridades anunciaron la captura de una presunta banda criminal de seis personas, que habría participado en el asesinato de un taxista, cuya muerte fue registrada por una cámara de video. La banda, según la policía, operaba en la colonia El Pedregal, de Comayagüela y en la misma participaba una mujer. La banda tenía en una escuela de la zona su principal centro de refugio al cual acudía en las noches para esconderse, luego de sus hazañas a plena luz del día, afirmó la autoridad a la prensa.
