“Ser narco dejó de ser vergüenza para cúpulas políticas y activistas. De haber sido vergonzoso en el pasado, ha pasado a ser orgullo y condición para ser político de altura. Lenguajes, es lo de menos. Ser acusado de narcotraficante se celebra con fiesta y aplausos. Da caché”.

Ismael Moreno • Padre jesuita

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_img
spot_imgspot_img