Tegucigalpa/Washington – El senador de Estados Unidos, Patrick Leahy, manifestó que los fiscales generales Óscar Fernando Chinchilla de Honduras, Thelma Aldana Hernández de Guatemala y Douglas Meléndez Ruiz de El Salvador demostraron que “toman en serio su responsabilidad de actuar con profesionalismo e imparcialidad en busca de justicia”.
En una declaración de apoyo a los fiscales generales de las tres naciones que conforman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, el senador Leahy dijo que los tres altos funcionarios se han “enfrentado a intentos de frustrar sus esfuerzos mediante la intimidación y amenaza”.
En ese sentido, el legislador dijo que en el Congreso de Estados Unidos “reconocemos los desafíos y peligros que enfrentar y los apoyamos firmemente” en la lucha que libran contra los males del crimen organizado y la corrupción.
El senador Leahy recordó que las naciones del Triángulo Norte “se enfrentan a muchos desafíos similares. Pobreza, pandillas, violencia, corrupción, crimen organizado” y destacó que “uno de estos retos es la debilidad de los sistemas judiciales”.
Por ello destacó el trabajo de los fiscales Orellana, Aldana y Meléndez, señalando que ninguna democracia “puede sobrevivir sin un sistema de justicia que tenga la confianza y el respeto del pueblo”.
Asimismo, el senador Leahy afirmó que “no hay nada más fundamental para un sistema de justicia creíble que un poder judicial independiente y fiscales capacitados profesionalmente que son dignos de confianza”, señalando que la igualdad de acceso a la justicia es una necesidad para todas las personas, independientemente de su condición económica, raza, religión, etnia, género o afiliación política.
El legislador intervino en el Congreso de su país y su declaración se encuentra en el registro de esa institución y distribuida posteriormente.
Leahy recordó a sus compañeros que antes de ser senador fue fiscal y conoce los desafíos del trabajo, especialmente que lo más importante es gozar del “respeto, la confianza y el apoyo del pueblo”.
Asimismo, rememoró que como senador sirvió como presidente o miembro de rango del Comité Judicial del Senado, donde defendió el “principio de independencia del poder judicial como piedra angular de un sistema democrático de gobierno. Los jueces deben ser seleccionados de manera transparente sobre la base de cualificaciones profesionales, temperamento e integridad”.
Leahy se comprometió que como integrante del subcomité de Asignaciones del Senado continuará apoyando a los fiscales generales de Honduras, Guatemala y El Salvador que han “demostrado valientemente su compromiso de defender el estado de derecho”.
El legislador señaló que es de interés de los fiscales generales compartir mejores prácticas, reforzar colectivamente la importancia de invertir en instituciones judiciales fuertes, desarrollar una estrategia conjunta para que sus oficinas promuevan el desarrollo económico, social y el estado de derecho, así como establecer mecanismos regionales que recopilen e intercambien información que preventa el delito, promueva las investigaciones y los enjuiciamientos.
Leahy también destacó la importancia que continúen trabajando con instituciones judiciales regionales como la CICIG en Guatemala, la MACCIH en Honduras, la Comisión Interamericana de derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Declaración del Senador Patrick Leahy Sr. LEAHY. Señor Presidente, los países del Triángulo del Norte de Centroamérica – El Salvador, Honduras y Guatemala – se enfrentan a muchos desafíos similares. Pobreza, pandillas, violencia, corrupción, crimen organizado. Uno de estos retos es la debilidad de los sistemas judiciales. Durante todo el tiempo que cualquiera puede recordar, los jueces de estos países, por muy poco cualificados que sean, han sido seleccionados mediante procesos opacos que han beneficiado a aquellos con conexiones personales o políticas o la capacidad de obtener favores. Los Procuradores Generales han resultado a menudo ser corruptos y en cahoots con el crimen organizado, o han sido acosados y amenazados hasta el punto de que se han negado a perseguir casos contra elites poderosas o han dejado el país por temor por su propia seguridad o que De sus familias. Pero hay algunas señales de que las cosas están cambiando para mejor. Hoy en día, cada uno de estos países tiene un Fiscal General que está trabajando para poner fin a la historia de la impunidad que ha permitido a casi cualquier persona, incluidos los miembros de la policía y las fuerzas armadas, para salir adelante con los más atroces crímenes. En Guatemala, la Fiscal General Thelma Aldana Hernández; En El Salvador, el Fiscal General Douglas Meléndez Ruiz; Y en Honduras, el Fiscal General Oscar Fernando Chinchilla Banegas han demostrado que toman en serio su responsabilidad de actuar con profesionalismo e imparcialidad en busca de justicia. Para ello, cada uno de ellos se ha enfrentado a intentos de frustrar sus esfuerzos mediante la intimidación y las amenazas. En el Congreso de los Estados Unidos reconocemos los desafíos y peligros que enfrentan y los apoyamos firmemente. Ninguna democracia puede sobrevivir sin un sistema de justicia que tenga la confianza y el respeto del pueblo. No hay nada más fundamental para un sistema de justicia creíble que un poder judicial independiente y fiscales capacitados profesionalmente que son dignos de confianza. La igualdad de acceso a la justicia es una necesidad para todas las personas, independientemente de su condición económica, raza, religión, etnia, género o afiliación política. Es de interés para cada uno de estos Procuradores Generales compartir las mejores prácticas; Para reforzar colectivamente la importancia de invertir en instituciones judiciales más fuertes; Desarrollar una estrategia conjunta para utilizar sus oficinas para promover el desarrollo económico y social y el estado de derecho; Y establecer un mecanismo regional para recopilar e intercambiar información para apoyar la prevención del delito, las investigaciones y los enjuiciamientos. También es sumamente importante que sigan trabajando en cooperación con instituciones judiciales regionales independientes, como la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, la Misión de Apoyo a la Lucha contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Señor Presidente, antes de ser senador, fui fiscal. Conozco los desafíos del trabajo y que no hay nada más importante para un fiscal que tener el respeto, la confianza y el apoyo del pueblo. Como Senador, he servido durante mucho tiempo como presidente o miembro de rango de nuestro Comité Judicial. He defendido firmemente el principio de independencia del poder judicial como piedra angular de un sistema democrático de gobierno. Los jueces deben ser seleccionados de manera transparente sobre la base de cualificaciones profesionales, temperamento e integridad. Y como presidente o miembro de alto rango del subcomité de Asignaciones que financia nuestros programas de asistencia externa, continuaré apoyando a los Procuradores Generales que, como los tres que he mencionado, han demostrado valientemente su compromiso de defender el estado de derecho.
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