Asimismo, firmaron una Declaración Especial donde expresan su preocupación por las consecuencias contra los derechos humanos de los inmigrantes ilegales que supondría la aplicación de la «Directiva de Retorno» aprobada el pasado 18 de junio por el Parlamento Europeo.
Los gobernantes consideran que la creación de la UOMP es una retribución de los países centroamericanos a la comunidad internacional que les ayudó a superar conflictos armados internos en las últimas décadas del siglo pasado.
En la UOMP participarán las fuerzas armadas de El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua (Costa Rica y Panamá no tienen ejército).
En su declaración especial sobre migración, expresan su preocupación por la aprobación en el Parlamento Europeo de la llamada «Directiva de Retorno» para extranjeros que residan en forma ilegal en los países que conforman la UE.
Señalaron las consecuencias «violatorias que dicha decisión tendría para los derechos humanos y la dignidad de las personas, a la vez que deploramos la penalización del migrante, ya que desconoce su contribución al desarrollo económico y cultural de los países receptores».
Sostienen que la directiva también «desconoce los esfuerzos de integración y cohesión social que la Unión Europea impulsa con Centroamérica».
Los jefes de Estado pidieron a los negociadores centroamericanos del Acuerdo de Asociación con la UE que procuren «un trato humano y diferenciado» para inmigrantes de la región.
«La defensa de los derechos humanos de los emigrantes legales o ilegales debe ser parte de una función fundamental hoy que la Unión Europea ha dado un símbolo de retroceso en ese sentido», expresó el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, en un discurso en el acto de clausura de la cumbre.
El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica negocian con la UE el Acuerdo de Asociación desde agosto de 2007 y se preparan para participar en la cuarta ronda de negociaciones que se celebrará en Bruselas del 14 al 18 de julio próximo.
El presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, informó hoy de que El Salvador será el portavoz centroamericano en esa ronda.
Los presidentes también aprobaron el «Plan de Acción con Costos de la Estrategia de Seguridad Centroamericana», que contiene los montos aproximados que la región ha considerado necesarios para ejecutar diversas acciones conjuntas.
Asimismo, aprobaron el «Plan de Acción con Costos del Proyecto de Asistencia Técnica y Respuesta Regional: marco estratégico regional para la prevención, reducción, tratamiento y rehabilitación de las personas menores de edad en riesgo social o en conflicto con la ley».
Estos acuerdos figuran en la Declaración Conjunta, donde no se mencionan cifras, pero el jueves la Cancillería salvadoreña, en un comunicado, dijo que el monto global ascendería a 990 millones de dólares.
Pidieron al secretario general del SICA, el hondureño Aníbal Quiñónez, que adelante gestiones ante la comunidad internacional en busca de fondos para la consecución de esos planes de seguridad.
Saca rindió en el acto de clausura de la cumbre -en el que no se permitieron preguntas a la prensa- un informe sobre su gestión como Presidente Pro Témpore del SICA en el primer semestre de 2008 y entregó el cargo a su colega de Honduras para el período del 1 de julio al 31 de diciembre próximos.
Destacó un nuevo impulso para el fortalecimiento del SICA con la incorporación de Alemania y Chile como Estados Observadores Extra regionales, en el marco de esta cumbre.
Los estados miembros del SICA son Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, mientras que la República Dominicana es Miembro Asociado.
España, Taiwán y México son Miembros Observadores Extra regionales y Saca dijo que a este grupo también se incorporará Brasil.
A la reunión asistieron, además de Saca y Zelaya, los presidentes de Guatemala, Álvaro Colom y de Costa Rica, Oscar Arias, así como el primer ministro de Belice, Dean Barrow.
Panamá estuvo representado por el vicepresidente Samuel Lewis; Nicaragua por el vicecanciller Manuel Coronel y la República Dominicana por el canciller, Carlos Morales Troncoso.
Luego de la cumbre los dignatarios partieron juntos a México, para reunirse con su colega de ese país, Felipe Calderón, en el marco del mecanismo de diálogo y concertación de Tuxtla.