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Seguridad de “El Cajón” amenazada por profundización de fisuras

Tegucigalpa – Las fisuras de la represa hidroeléctrica Francisco Morazán, mejor conocida como El Cajón, urgen de acciones inmediatas, sostienen actores involucrados en materia energética. Pero la advertencia es reiterada y su efecto ha perdido el impacto que prevé una grave crisis en el sector energético hondureño.
 

– El Colegio de Ingenieros Mecánicos, Eléctricos y Químicos de Honduras (Cimeqh) volvió a advertir que la represa se encuentra en un riesgo inminente.


La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE ) administra la represa El Cajón, que tiene una capacidad instalada de 300 megavatios en un embalse que posee una superficie de 94 kilómetros cuadrados.

La monumental obra fue construida en los años ochenta, tuvo un costo de 700 millones de dólares y representa la principal represa del país y la más grande de Centroamérica.

El 28 de mayo de 2009, un sismo de 7.2 grados en la escala Richter, profundizó y amplió un número incuantificable de microgrietas en la roca que sirve de pared del embalse y en donde está empotrada la cortina de la hidroeléctrica El Cajón.

Recientemente el Colegio de Ingenieros Mecánicos Eléctricos y Químicos de Honduras (Cimeqh), a través de su presidente Ángel Barahona, calificó la situación “como muy grave”.

“El riesgo es que se inunde el cuarto de máquinas de la central hidroeléctrica”, apuntó Barahona, al tiempo que advirtió: “esto provocaría de inmediato un déficit estimado en 250 megavatios de energía que en el corto plazo no podrían ser suplidos en el país”.

En tanto, el gerente de la ENEE, Emil Hawit, recordó que en 2013 se declararon fracasadas dos licitaciones para reparar estas filtraciones.

“No hemos abierto los sobres que contienen las ofertas económicas de estas empresas. En los próximos días tendré un informe legal respecto a qué hacer cuando existe una discrepancia en el comité. Un sector de este comité dice cómo se debe evaluar subjetivamente, y otra parte dice otra”, indicó Hawit.

El titular de la estatal de energía prometió que todas las determinaciones que se realicen en este asunto estarán enmarcadas en la ley.

“Si no existe unanimidad en el comité técnico, se procederá a contratar la oferta económica más baja que se conozca al abrir los sobres o declarar fracasada la licitación” apuntó.

35 millones de lempiras mensuales en pérdidas


El presidente del Sindicato de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (STENEE), Miguel Aguilar, lamentó que el problema de las fisuras, que adquiere matices de seguridad nacional, no haya sido, a su juicio, atendido con la responsabilidad del caso.

Citó que cinco empresas participaron en el proceso de licitación pública, pero ninguna fue favorecida, por lo que se tuvo que recurrir a un proceso privado, pero dijo desconocer quienes integraron la misma.

“Esta semana estuvimos en la represa El Cajón, y la verdad son urgentes las reparaciones, por eso le planteábamos a la gerencia general que abriéramos un nuevo proceso público desde el pasado mes de octubre y que para marzo de este año estuviera finalizado”, manifestó.

Agregó que existe una “preocupación latente” porque se pierden entre 30 y 35 millones de lempiras mensuales por la no generación del “agua turbinada”.

Aguilar pidió al gerente general que se presente “in situ” a la represa El Cajón para constatar la gravedad de las fisuras. “Que mire la dificultad con la que opera nuestra gente y lo más dificultoso es que en cualquier momento, por lo delicado de las fisuras, puede ocasionar un evento en el que aparecería un caudal de agua, lo que crearía un riesgo mayor en sala de máquinas”, señaló.

Estimó que se trata de “una emergencia” que no debe ser desatendida. “Esperamos que a la compañía que se le asigne la reparación de las fisuras no sea de maletín y que haya garantía del trabajo que se va a realizar ahí. El tema de El Cajón es de seguridad nacional”, insistió.

Los trabajos de atención a las fisuras debieron hacerse hace seis años a un monto entre 30 y 35 millones de dólares, según lo reveló el presidente del STENEE.

A criterio del sindicalista, las obras de reparación deberán hacerse por medio de una compañía internacional que pueden ser francesas o italianas, porque son ellos las que generalmente atienden los problemas de la represa hidroeléctrica. “Se trata de un trabajo que durará entre tres a cuatro años, además tenemos que apostarle a instalar una quinta turbina para incrementar la generación de energía”, pronunció.

Demandan acciones del nuevo gobierno

Por su parte, el gerente administrativo de la Represa El Cajón, Rafael Arita, pidió al nuevo gobierno tomar cartas en el asunto y proceder a reparar las fisuras de esa monumental obra hidroeléctrica.

“Esperamos que el gobierno de Juan Orlando Hernández le ponga manos a este problema y que de una vez por todas estas fisuras sean reparadas, ya que seguimos perdiendo más de mil litros de agua por segundo, agua que no entra a la sala de máquinas y que por lo tanto no genera energía”, afirmó.

Relató que personal de la ENEE le ha dado mantenimiento a las fisuras, pero que “urge” la reparación de las mismas por parte de expertos en el tema.

“Todo mundo lo sabe que esto es una prioridad. Si hubiera un Consejo de Ministros y vinieran a la sala de máquinas, más que todo donde están las fisuras, le aseguro que de un día para otro solucionan este problema con un decreto de emergencia”, puntualizó.


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