El gobierno de Manuel Zelaya Rosales comenzó a aplicar desde el 1 de mayo una nueva tasa a los consumidores de electricidad, como parte de los compromisos de esta administración con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al alza de las tarifas eléctricas se suman los constantes incrementos a los precios de los productos de la canasta básica, los servicios públicos y los combustibles, que precisamente esta semana experimentaron un nuevo ajuste de uno y dos lempiras.
La gerente de la ENEE explicó que el nuevo aumento se pagará de forma escalonada para todas aquellas familias que consumen más de 150 kilovatios, pero el mayor impacto será para aquellas personas que tienen un consumo arriba de 500 kilovatios hora mensuales.
Según los expertos, esta nueva alza incrementará en más de 50 por ciento los pagos que deberán hacer los usuarios de la ENEE.
La medida afectará a al menos 1,415,000 abonados de la empresa, lo que incluye a todo el sector de clase media baja, media, alta, comercial e industrial.
“Hemos estimado no hablar en porcentajes sino hablar en cantidades, que es lo que al final les interesa a los consumidores y por eso hemos dicho que 283,000 familias, que equivalen al 25 por ciento de los abonados, tendrán un aumento en su factura entre 100 a 250 lempiras, dependiendo del consumo que tengan”, explicó.
Agregó que el nuevo ajuste se verá reflejado en la factura del mes de mayo. “Ese ajuste está aplicado ya y aparecerá en su factura a partir del presente mes”.
Moncada indicó que posiblemente con el cambio de sistema y el nuevo ajuste aplicable a más de un millón 114 mil abonados, aparecerán algunos errores de facturación, como tarifas alteradas, pero los afectados deberán hacer los reclamos en las oficinas de atención al cliente de la ENEE.
En descargo de la empresa y del gobierno, la funcionaria arguyó que el nuevo ajuste a las tarifas va a dirigido a los usuarios que tienen capacidad de pago y no al grueso de la población pobre del país..
Apuntó que el 54.13 por ciento de los usuarios de la ENEE, que consumen entre 01 a 150 kilovatios al mes y que equivalen a tres millones de hondureños, seguirán recibiendo el subsidio del gobierno.
“Estimamos que este el sector más pobre, esto es así con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y por lo tanto es nuestra obligación como gobierno continuar beneficiándole y continuar manteniendo esa política”, afirmó.
Este es el segundo incremento a las tarifas de energía que aplica la actual administración en estos dos años y medio de gestión.
El primer ajuste, de un 10 por ciento, comenzó a aplicarse en diciembre del año pasado y estuvo dirigido a los sectores industrial, comercial y gubernamental.
Como parte de estas medidas de ahorro y rescate de la ENEE, el gobierno también derogó el Bono 80, que recibían más de 800,000 hondureños y que fue implementado en la administración anterior para atenuar el alto costo de los combustibles en la población en general.
La gerente de la ENEE también indicó que se adoptarán otras medidas como el cobro de un canon del 10 por ciento a las empresas de cable que utilizan los postes de alumbrado público.
Además anunció que a partir de hoy las cuadrillas de la ENEE comenzarán a realizar cortes del servicio a las instituciones públicas, empresas y usuarios residenciales que han caído en mora.
Sólo la Comisión Nacional Pro-instalaciones Deportivas (Conapid) que dirige el secretario privado del presidente Raúl Valladares, le adeuda a la ENEE más de 11 millones de lempiras.
Quedan exentos de esas medidas el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) y el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).