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Estabilidad macroeconomíca y acuerdo con FMI, desafíos en año electoral

Tegucigalpa – El panorama económico hondureño para el presente 2017, un año electoral, se muestra de estabilidad en cuanto al crecimiento, inflación y devaluación, las principales variables macroeconómicas, pero ronda la incertidumbre en torno al futuro de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y si el gobierno mantendrá la disciplina del gasto que ha logrado en los pasados tres años.

Pero la principal apuesta para el presente 2017 es la ejecución de una serie de inversiones públicas que dinamicen el empleo en el sector construcción, que junto al avance del sector agrícola, otro gran productor de puestos de trabajo, permitan a la población acceder al debilitado mercado laboral.

Desde las instancias del gobierno el mensaje ha sido que se mantendrá la estabilidad macroeconómica y que a pesar de ser este un año electoral y que cuenta con el ingrediente que por primera vez desde el retorno al orden constitucional el Presidente vigente se presenta para la reelección, el rigor del control del gasto gubernamental se mantendrá.

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Para ello el Gabinete Económico ha enviado las señales que desean renovar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando finalice el actual acuerdo Stand By que por tres años suscribió Honduras el 2014.

El FMI anunció recientemente, por medio de su representante en Honduras Mario Deehsa, que la misión que tendrá a cargo la Quinta revisión del cumplimiento del acuerdo vigente llegará en abril próximo.

Pero las autoridades hondureños adelantaron que están listas para la revisión e indicaron que falta las metas indicativas del 2016 fueron cumplidas.

La misión que llegue en abril próximo revisará las metas a cumplir el 2017, último año vigente del actual acuerdo Stand By.

Pero los responsables económicos de Honduras adelantaron que lo que buscan es ponerse de acuerdo con el Fondo a fin de negociar la firma de otro acuerdo que tenga vigencia año y medio.

Los 18 meses es para darle a la próxima administración que salga de las elecciones generales de noviembre próximo un marco de estabilidad, mientras definan sus propias políticas a seguir.

Cuando la administración de Juan Orlando Hernández llego al poder a inicios del 2014, tardó casi todo el año en negociar con el FMI el actual programa vigente, ya que las dos administraciones anteriores negociaron y firmaron acuerdo con el Fondo, pero no cumplieron con lo pactado.

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Preservar estabilidad

El actual equipo económico, apoyado por la Presidencia, busca preservar la estabilidad económica lograda en los pasados tres años, pero a la vez impulsar la inversión pública, la agricultura, el turismo y con ello generar los empleos que demanda la población.

Hay unanimidad en el sector académico, gremial, empresarial y hasta político que se ha ganado una estabilidad macroeconómica, pero que la misma nos e traslada al sector micro, especialmente para las empresas que permitan generar empleos y los hogares para aumentar el consumo.

Lo anterior es compartido por el mismo FMI, que en el último informe de noviembre del 2016, cuando anunció que aprobó las revisiones tercera y cuarta del programa vigente, señaló que “el crecimiento potencial y el empleo siguen siendo relativamente bajos” en Honduras.

Honduras mantiene una media de crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 3.6 por ciento, lo que es alto en relación al resto de las naciones latinoamericanas, pero insuficiente para sacard e la pobreza a cientos de miles de hondureños.

Diversas organizaciones empresariales, así como los colegios profesionales y organismos de investigación señalan que el crecimiento debe  pasar del actual 3.6 al 6 por ciento del PIB, a fin de poder ir reduciendo la pobreza, por la vía de la generación de empleo productivo e ingresos.

Pero el Programa Monetario aprobado por el Banco Central de Honduras (BCH) a inicios de marzo, continúa apostando a la estabilidad macroeconómica, mientras deja a las fuerzas del mercado la oportunidad que mayores inversiones permitan generar mayor crecimiento económico y con ello la creación de empleos adicionales.

Sin embargo, los actores económicos del mercado continúan observando el comportamiento gubernamental en el año electoral, además que mantienen vigilancia sobre los factores externos.

En el escenario externo existe la incertidumbre sobre el efecto que tendrá la administración de Donald Trump en cuando a los inmigrantes que radican en Estados Unidos, ya que será un elemento clave para ver si las remesas mantengan su nivel de crecimiento. Se espera que el 2017 lleguen a los 4,000 millones de dólares.

Otro factor será los precios del petróleo y también la administración Trump será vital para que mantengan los actuales precios, debajo de los 50 dólares, o caigan más si impulsa las desregulaciones.

De hecho el petróleo shale o esquisto continúa expandiéndose, lo que da esperanza que el precio del petróleo caiga más.

Ello permitirá mantener suficientes reservas, pero fundamentalmente la estabilidad de precios y con ello la inflación promedita en el rango de 4.5 por ciento, con una variación de más o menos de un punto porcentual.

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