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Se intensifican movimientos en el ajedrez político para lograr control del Congreso Nacional

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Tegucigalpa – Indudablemente, que al igual que en el ajedrez, en política tener el mayor número de piezas no significa el control total del juego; sin embargo, contar con el mayor número de ellas beneficia en gran medida a definir una estrategia que permita ganar terreno hasta la conquista del poder.
 

– Después de mantener el control durante 32 años, los partidos tradicionales han perdido la hegemonía en el Congreso Nacional, lo que complica la elección de la nueva directiva y les induce a la unidad.

– En el nuevo escenario político que han dejado las elecciones generales 2013, el gobernante Partido Nacional está obligado a establecer alianzas con otras fuerzas.

– Para el analista Matías Funes, cabe la posibilidad de que el presidente del Congreso no sea del Partido Nacional, sino que sea producto de los pactos con otras fuerzas políticas.

– El politólogo Raúl Alvarado, advierte que el PAC, debe desenvolverse bajo una estructura político-ideológica y no centrarse alrededor de una figura como Nasralla.

– El partido Libre considera que junto al PAC están en una posición interesante que les permitirá hacer algunos ejercicios de lógica aritmética.

Y eso parece estar sucediendo en Honduras, ahora que han pasado las elecciones generales del 24 de noviembre que han dejado como resultado un Congreso Nacional variopinto en el que prácticamente los dos partidos tradicionales han perdido el monopolio de las decisiones en la Cámara Legislativa.

La conformación inédita

El Tribunal Supremo Electoral (TSE), continúa con el escrutinio de actas en el nivel electivo de diputados lo que va dando la conformación definitiva del nuevo Poder Legislativo que asumirá el próximo25 de enero de 2014.

Hasta las últimas proyecciones, el Partido Nacional logra 48 diputados, mientras que Libertad y Refundación (Libre), tiene 39, el Partido Liberal es la tercera fuerza con 25, el Partido Anticorrupción (PAC), con 13, y cierran con uno la Democracia Cristiana, la Unificación Democrática y el Partido de Innovación Nacional y Unidad (Pinu-SD).



Actualmente, en el ajedrez político hondureño, el control de la mayoría de las piezas sigue todavía en manos ajenas; pues hay actores que aspiran a trascender.

El Partido Nacional, que ganó las elecciones, necesita como mínimo 65 diputados de los 128 que componen el Legislativo para aprobar las leyes ordinarias que requiere para la gobernabilidad del país.

No obstante, los resultados indican que en estas elecciones se rompió la hegemonía que han mantenido en los últimos 32 años de democracia los partidos Nacional y Liberal que aunque unidos logran sobrepasan la mayoría ordinaria, surgen dos nuevas fuerzas políticas, Libre y PAC, que se han convertido en un contrapeso en las decisiones que tomará la nueva Cámara Legislativa que estará plagada de diputados inexpertos.

El mecanismo parlamentario contempla también la mayoría calificada que implica el voto de 86 diputados para la aprobación de cualquier reforma a la Constitución de la República, la cual debe ser ratificada en una siguiente legislatura por el mismo número de votos. En cualquier caso tantos opositores como a oficialistas no les es fácil construir el voto calificado.

En ese contexto, la aprobación de una reforma constitucional bajo esta última fórmula parlamentaria requiere el consenso con las demás fuerzas políticas que integran el Congreso. Actualmente, el gobernante Partido Nacional tiene 71 diputados y el Liberal 45.

En este nuevo escenario político que han dejado las elecciones generales 2013, el gobernante Partido Nacional está obligado a establecer alianzas con otras fuerzas partidistas a fin de lograr la gobernabilidad del país.

Congreso heterogéneo

Para el analista Matías «despuésde las elecciones nos va a quedar un Congreso totalmente distinto porque será mucho más heterogéneo y variopinto y la primera consecuencia de esta heterogeneidad será que ninguno de los partidos va a tener mayoría absoluta”, advirtió el también ex candidato presidencial.

Esa situación obligará a los partidos a establecer alianzas multipartidarias y limitará en cierta forma al partido gobernante; incluso cabe la posibilidad de que el presidente del Congreso no necesariamente sea un diputado del Partido Nacional, sino que sea producto de los pactos con otras fuerzas políticas.

El PAC y su momento legislativo

Sobre el fenómeno del PAC y su fuerza parlamentaria alcanzada en las urnas, el analista consideró que la bandera de la corrupción caló en los hondureños y podría haber tenido un mayor efecto si el candidato se hubiese comportado con mayor sobriedad y dejado a un lado sus exabruptos que van con su carácter.

Dijo que un porcentaje importante de jóvenes simpatizó y le dio su voto a este nuevo partido, pero advirtió que deberá tener continuidad para que se convierta en una verdadera opción de triunfo en las próximas elecciones.

Para el también analista Raúl Pineda Alvarado, para que el PAC se mantenga como una fuerza política importante en el país, debe configurar una plataforma ideológica y no centrar su hegemonía alrededor de una figura mediática, en este caso el ahora ex candidato presidencial, Salvador Nasralla.

Señala que ningún proceso como el actual genera tanta incertidumbre en cuanto la composición del Congreso Nacional, especialmente con un nuevo gobierno que deberá tomar decisiones sobre la marcha.

Advirtió que el panorama es complejo porque el nuevo Congreso Nacional deberá elegir al menos 28 altos funcionarios del Estado, incluidos los magistrados a la Corte Suprema.

Pineda Alvarado no descartó que las fuerzas políticas emergentes logren aliarse y sumar sus diputados para al próximo presidente del Congreso Nacional e igualmente imponerse en la elección de otros funcionarios y de la nueva Corte Suprema de Justicia.

El ir y venir por el poder

Las posibles alianzas para lograr la gobernabilidad a lo interno del Congreso Nacional tienen a los partidos políticos en un constante ir y venir para llegar a acuerdos que les permitan lograr la conformación de la nueva junta directiva del Poder Legislativo.

En los últimos días, han comenzado a circular nombres de diputados del Partido Liberal que podrían ocupar la presidencia del Congreso de la República después de aproximaciones que han trascendido entre altos dirigentes nacionalistas y liberales.

Para los críticos, la presidencia del Congreso Nacional es el botín que está pendiente de ser repartido, pero antes habrá de llevarse a cabo un proceso de intensos cabildeos entre el oficialismo y la oposición.

Con base a los resultados, dirigentes azules han comenzado a propiciar pláticas al más alto nivel con las fuerzas políticas de la oposición. En el interior del partido en el poder, se ha comenzado a barajar una lista de por lo menos cuatro potenciales candidatos a la presidencia de la Cámara Legislativa.

Entre estas figuras se mencionan al ex ministro de Seguridad y coordinador de la campaña, Oscar Álvarez, el ex secretario privado y líder político de Olancho, donde logró quitar la hegemonía al ex presidente Manuel Zelaya, Reinaldo Sánchez, el veterano congresista por Atlántida, Rodolfo Irías Navas al igual quen el diputado por Colón Óscar Najera y la actual secretaria de la junta directiva, Gladys Aurora López.

Mientras tanto, si se logra establecer la alianza entre azules y rojiblancos, el diputado por Santa Bárbara, Víctor Sabillón, el congresista por el departamento de Choluteca, Yuri Sabas, y la recién electa legisladora y ex ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, suenan como candidatos a la titularidad del Legislativo ha trascendido en círculos políticos.

Pero las piezas del ajedrez político deberán ser analizadas antes de moverlas, porque un error puede alterar los planes preestablecidos.

Los sectores dedicados al estudio de la ciencia política tienen un criterio concordante en el sentido que la ruta más expedita para los nacionalistas es la que conduce a un acuerdo con el liberalismo.

El Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, ha determinado que la actuación de sus diputados estará regida por una línea de unidad desde el terreno de la oposición.

No se visualiza que los nacionalistas encuentren mayor resistencia a sus estrategias de parte de los partidos pequeños representados por el Pinu-SD, la Democracia Cristiana y Unificación Democrática. Es previsible que, en su conjunto, los diputados que salieron electos por dichos institutos políticos terminen por unirse a los planteamientos del partido en el poder.

Los diputados de PAC, dicen los analistas, pudieran o no actuar como bancada pero por ahora sus posiciones se ven enmarcadas en buenas conductas personales.

Libre, que es el brazo político del Frente Nacional de Resistencia Popular, le apuesta a establecer una postura más agresiva pero antes de hacer oposición deberán logra consensos en su interior, donde han empezado a mostrar divergencias.

La aritmética del partido Libre

Fuentes ligadas al partido Libre, consideran que junto al PAC, se encuentran en una posición de negociación muy interesante y han iniciado sus intentos de unidad en esa vía.

Según los militantes de Libre, el Congreso Nacional, está integrado por 128 diputados, la mitad del mismo la constituyen 64 legisladores. Un número de 65 diputados pueden llegar a determinar una elección en un momento determinado, pero ese número es muy endeble para lograr cierto predominio en la Cámara Legislativa.

Aseguran que los resultados de las alianzas que lógicamente deberán producirse tendrán definitivamente connotaciones políticas e ideológicas. En ese sentido, Libre ha expresado la necesidad de establecer en el Congreso Nacional una oposición política al gobierno de Juan Orlando Hernández, mientras que el PAC ha planteado la necesidad de organizar un Congreso patriótico y honesto; el Partido Liberal ha manifestado que no desea entablar alianzas con partidos anarquistas en referencia directa al partido Libre del ex presidente Manuel Zelaya.

Pero dirigentes de Libre admiten que si los dos partidos tradicionales, decidieran establecer una alianza, sumarían 73 diputados, suficientes para dirigir de manera holgada los destinos del poder.

Alianzas deben ser en beneficio de Honduras

Para el experto analista electoral, José Adán Palacios Iráchez, la nueva conformación del Congreso Nacional es buena si hay una cultura política y si se cuenta con un liderazgo propenso al diálogo, a la búsqueda de soluciones y de acuerdos mínimos para poder implantar la gobernabilidad.

“Si en este grupo de 128 diputados, donde ningún partido tiene mayoría, encontramos talento, paciencia y capacidad al diálogo, yo creo que va a ser beneficioso porque no habrá un grupo que venga a controlar. De entrada obliga a que el reglamento interno tenga que emitirse lo más rápido posible y que sea un reglamento eminentemente democrático que no deje el control absoluto del Congreso en manos de un solo hombre o de un solo partido, que es lo que ha estado sucediendo. En conclusión, esa ensalada es beneficiosa para el desarrollo político de la nación”, comentó Palacios.

Inclusive, «yo me atrevo a decir que va a ser necesario y ya está anunciado por el presidente electo que el primer acto será una reunión con todos los sectores del país para un pacto de gobernabilidad. Yo espero que por toda esta situación ocurrida en Honduras, las alianzas apunten a combatir los grandes problemas, el bien común, la pobreza, la mala educación, la salud, la vivienda, la seguridad y el empleo”.

Insistió que esa conformación política del Congreso, va a obligar a grandes alianzas y grandes acuerdos y ya no a crear alguna iniciativa dirigida al beneficio personal o de pequeños grupos, sino que va a ir dirigida a la solución de los problemas estructurales de Honduras.


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