Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – La campaña electoral hondureña se intensifica a medida que quedan menos de dos semanas para que más de cinco millones de votantes acudan a las urnas para elegir los candidatos presidenciales de los tres principales partidos, pero en tanto la violencia política aumenta y ya van dos precandidatos a alcaldes asesinados, las amenazas contra funcionarios se ciernes y las descalificaciones van en aumento.
Todo este cóctel hace peligrar que las tradicionales jornadas de paz y alegría de las campañas electorales pasadas, especialmente las primarias, vayan dando paso a un ambiente de crispación, confrontación y odio, que los hondureños desconocían.
Los 10 precandidatos presidenciales recorren el país en busca de los votos que les permitan que los electores de sus respectivos partidos los puedan votar el 9 de marzo.
Los partidos Libre, oficialista, y los opositores Nacional y Liberal son los convocados a las urnas, donde sus militantes deben escoger a su candidato presidencial que los representará en los comicios generales que se celebrarán en noviembre próximo.
Además del candidato presidencial, los electores partidarios deberán votar para seleccionar a los aspirantes a diputados, así como a los 298 gobiernos municipales, especialmente los alcaldes.
Nasry Asfura, Ana García de Hernández, Jorge Zelaya y Roberto Martínez Lozano disputan por hacerse con el boleto electoral de los nacionalistas y lograr en noviembre hacer que el partido retorne al poder, del cual fueron desalojados en noviembre del 2021 por Xiomara Castro, respaldada por Libre y una amplia coalición de votantes de otros partidos.
Mientras los liberales cuentan con tres recién llegados a sus filas, Jorge Cálix y Maribel Espinoza que retornaron a su partido, Salvador Nasralla, que, tras navegar con dos partidos en comicios pasados, optó por apostar por la agrupación centenaria y con su estructura y su marca por cuarta vez intentar llegar al poder.
Tras virtualmente 20 años en la llanura, los liberales creen que esta vez pueden regresar al poder, que la última vez lo tuvieron realmente con el exmandatario Carlos Flores (1998-2002), ya que, aunque ganaron formalmente con Manuel Zelaya (2006-2009), él mismo ha confesado en varias ocasiones que llegó con la agrupación que la considera de derecha, pero que gobernó con la izquierda y fue la primera administración de lo que hoy es Libre.
Mientras Libre cuenta con la ministra-candidata Rixi Moncada, apoyada por todo el aparato de Libertad y Refundación, así como el aparato estatal que justamente maneja el partido oficialista.
El otro precandidato es el vicepresidente segundo del Congreso Nacional, Rasel Tomé, cuya presencia en la campaña interna es casi testimonial, ya que él mismo reconoce que Moncada cuenta con el apoyo de Casa Presidencial.
Asesinados dos precandidatos a alcaldes
Pero a medida que se acerca el día de las elecciones internas, 9 de marzo, los ataques suben de tono, y la violencia parece apoderarse del proceso, lo que provoca preocupación en el electorado, así como en diversos sectores de la hondureñidad.

Este domingo fue asesinado Iván Zambrano, el precandidato a alcalde de Morazán, Yoro, por la corriente AVANZA, que postula a Ana García de Hernández a la candidatura presidencial.
Zambrano, que además era un empresario local, fue abatido por sicarios que lo esperaban, cuando el político regresaba de hacer proselitismo en varias aldeas del término municipal.
Con la muerte de Zambrano, es el segundo precandidato a alcalde municipal que es asesinado en el proceso, ambos justamente son del partido Nacional.
El pasado 11 de febrero el precandidato a alcalde de Esparta, Atlántida, Oscar Gerardo Montoya Mendoza, fue asesinado por sicarios que le salieron al paso y le dispararon en varias ocasiones.
Montoya Mendoza era un empresario del transporte de la zona y buscaba la alcaldía por el movimiento Rescate y Transformación que impulsa la precandidatura de Robertto Martínez Lozano en el partido Nacional.
Amenazas a consejera del CNE
El pasado viernes Ana Paola Hall, integrante del Consejo Nacional Electoral (CNE), denunció haber recibido amenazas e intimidaciones que se extendieron incluso hasta su familia.

Hall dijo haber recibido amenazas a muerte por su labor como consejera del CNE y que además en este año asumirá la presidencia del organismo y tendrá a su cargo la administración del proceso de las elecciones generales de noviembre próximo.
“Hace unas horas dirigieron actos de amenaza e intimidación en mi contra, por lo cual hoy interpuse una denuncia ante el Ministerio Público”, expresó el viernes la alta funcionaria electoral.
Hall detalló que “esas amenazas tienen relación directa con mi labor como consejera, actualmente integrante del pleno a cargo de las elecciones primarias y que presidiré las elecciones generales el próximo 30 de noviembre”.
Una ola de solidaridad se levantó a favor de Hall de los candidatos de los partidos opositores, así como de su compañera Cossette López, además de la sociedad civil. (PD).








