Tegucigalpa – El cisma en el Partido Anticorrupción (PAC), parece acentuarse cuando en las últimas horas el diputado por Cortés, Aníbal Cálix anuncia la expulsión de los cuatro congresistas que no siguieron la línea de partido en el proceso de elección de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), mientras que su compañero, Liberato Madrid, uno de los acusados, dice que acepta la expulsión.
El diputado del PAC, Aníbal Cálix, indicó que fueron cuatro los congresistas de ese partido que prestaron sus votos para elegir la nueva CSJ y en ese sentido, “tenemos que ver esto como una solidificación del partido al final, vamos a quedarnos los que están con compromisos con el partido porque obviamente en este tipo de votaciones demostraron que no había compromiso para con la filosofía del partido”.
Indicó que la expulsión de los cuatro diputados (Ana Joselina Fortín, Kritza Pérez, Marlene Alvarenga y Liberato Madrid), no es una decisión de la bancada sino del partido.
“Mi posición es que si deben tomarse medidas disciplinarias que en forma drástica se deben de llevar como separarlos de la bancada, porque al final, el problema no es que hayan votado diferente, el problema es que no lo manifestaron con anticipación, tuvimos reuniones antes de cada votación y decíamos esta es la posición del partido y se preguntó si alguien estaba en contra de eso y nunca se manifestaron, nunca lo dijeron y lo que hizo Marlene Alvarenga, eso es lo que tuvieron que hacer antes de todas las votaciones y lo más probable es que se hubiera respetado su posición”, indicó Cálix.
Por su lado, el diputado Liberato Madrid, uno de los acusados de traidor por sus propios compañeros, manifestó que si lo quieren expulsar, aceptará la decisión, pero pide ser escuchado antes para poderse defender y no ser criticado como lo está haciendo el propio coordinador del PAC, Salvador Nasralla.
Arguyó que por problemas personales él no pudo asistir a la sesión donde se completó de elegir a la nueva CSJ, y mandó a su suplente Óscar Palacios quien fue el que votó en esa ocasión y ahora también corre el riesgo de ser expulsado.
“Yo creo que no es un pecado haberse ausentado, lo que pasa es que la costumbre en el Congreso Nacional de ausentarse y poner al suplente son maniobras maquiavélicas y llevan a suspicacia porque lamentablemente en el país hay una cultura de la corrupción, de mafia y el creer que yo me ausenté por alguna causa fue con la intención de dejar a mi suplente y esa no fue la intención porque entonces yo no se lo hubiese comunicado a la bancada”, acotó.
Aseguró que 24 horas antes le comunicó a la bancada y al propio Salvador Nasralla que se ausentaría de esa sesión por problemas personales y ante las autoridades de ese partido va a demostrar las razones y justificación de su ausencia.
Afirmó que su suplente Óscar Palacios había estado ausente de las sesiones del Congreso Nacional y por eso no conocía la línea del partido y por eso era muy riesgoso exponerlo a este tipo de situaciones y por esa razón en comunicación directa se sugirió que se incorporara a otro diputado suplente.
Indicó que antes de la votación a Palacios se le instruyó e incluso él lo llamo antes de la votación para que siguiera la línea del partido y él manifestó que así lo haría, pero ahora se desconoce la causa para que haya votado a favor de la planilla propuesta por el oficialismo.
Lamentó que se le trate de desprestigiar en las redes sociales cuando él es un profesional de la medicina, una persona trabajadora, luchadora, con una familia y con gente que confía en él y no se va a poner a hacer cosas tan obvias.
Manifestó que cualquiera se indigna ante tal situación al tiempo que indica que espera en las próximas horas reunirse con Nasralla para aclarar la situación.
No obstante, señaló si deciden expulsarlo “pues ni modo, yo no soy ningún santo para convencer a nadie, yo estoy tranquilo porque mi esposa, mis hijos, mis familiares y los amigos cercanos saben de mi conducta, yo me someto a las autoridades de mi partido, que investiguen y si hay indicios de que realmente hubo una negociación bajo la mesa, con gusto acepto la expulsión”.
Puntualizó que se ha creado una cultura de odio en este caso que ha derivado con daños a un edificio propiedad de la diputada del PAC Ana Joselina Fortín y no debería permitirse ese tipo de acciones porque alguien no piense igual.
