«El presidente sirio debe dejar el poder y permitir que su pueblo decida libremente su destino», declaró el dirigente francés en un discurso en una escuela militar en Bretaña, en el oeste de Francia.
Sarkozy se dirigió también a la comunidad internacional, que en su opinión debe «asumir sus responsabilidades y actuar eficazmente, denunciando sin descanso la represión bárbara» del régimen de Damasco, además de imponer «las sanciones más duras» y de garantizar «el acceso humanitario».
El presidente francés instó además a que se garantice que «los observadores de la Liga Árabe tengan los medios y la libertad para hacer correctamente su trabajo».
A ese respecto se había referido también hoy el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, quien quiere que se aclare la misión de los observadores desplazados a Siria para controlar la represión de las autoridades.
Juppé destacó también que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no puede mantener silencio sobre lo que ocurre en Siria y lamentó que Rusia siga bloqueando una condena de la ONU al régimen de Damasco.
«Se ve que hay una represión absolutamente salvaje, que ese régimen ya no tiene futuro y que a la comunidad internacional le corresponde por tanto pronunciarse», declaró el jefe de la diplomacia gala.