José Alberto Mujica Cordano, nació en Uruguay, el 20 de mayo de 1935, en otras palabras, está a punto de cumplir 90 años, casado con Lucía Topolansky, política y senadora, compañera de lucha hasta estos momentos críticos de su existencia. Mujica conformó un movimiento guerrillero de Liberación Nacional-Tupamaros, de Izquierda, lucha por la cual cayó en prisión, en el año 1971, escapando y siendo recapturado, y quedando encarcelado desde 1972 hasta 1985. La carrera política de José Mujica, es admirable, digna de emular, pues después de estar encarcelado y acusado, salió para convertirse en diputado y senador, figura y hombre influyente en la vida de la Nación uruguaya. Corrió por la presidencia de Uruguay, ganando las elecciones y convirtiéndose en el presidente numero 40 en la historia democrática de su país, entre el 2010-2015. Pepe Mujica como cariñosamente es conocido en su patria como fuera de ella,
El título de este artículo es SAO 1653, Uruguay. Es el número de la placa del Volkswagen de Pepe Mujica. Es el automóvil que ha usado por muchos años, aún siendo presidente, su estilo austero, pero no miserable, le ha granjeado el título de ser llamado, el presidente más pobre del mundo, a lo que él contestó diciendo: “No soy el presidente más pobre, pobre, es el que quiere más”. (BBC, 2012). No obstante, el sueldo de Pepe Mujica eran 12 mil dólares mensuales, los que eran destinados en un 90% a los pobres y a los pequeños empresarios de su país. En este socialista sí creo, sus hechos hablan y es coherente con lo que dice y hace. No vive en Montevideo, reside en su Chacra, cultivando la tierra, dedicado a la siembra de flores, rubro históricamente heredado de sus padres. El expresidente Mujica es un hombre con el cual, cualquier entrevistador quisiera conversar. Según él, está viviendo sus últimos días, padeciendo de una enfermedad terminal, por lo que está en condiciones difíciles de salud, aduce que debe descansar y ya no más entrevistas, cosa que es razonable. Hay muchas anécdotas referentes al valor que tiene el Volkswagen para él y su esposa, pues muchos millonarios en cuenta un Jeque árabe le ofreció muchos dólares y no los aceptó, (BBC, 2014), por eso hasta hoy lo conserva como una reliquia y muestra, que la vida no consiste en la abundancia, sino en lo que es necesario para vivir.
José Mujica es un hombre, un verdadero filósofo, pues vive citando a la filosofía dialéctica de Platón y Estoica, refiriéndose a la vida y como él la ve, repite las palabras de Seneca “ pobre es el que precisa mucho”. Mujica considera que la vida es bella, y “no podemos vivir la vida cultivando el rencor”, “ hay que aprender a vivir con las cicatrices del pasado, cargar la mochila y seguir adelante”. Vivir 14 años en prisión le permitió leer e instruirse y llevar a conclusiones demasiadas claras, entre otras: “Aprendí a darle valor a los detalles pequeños, repensar y darme cuenta que el odio es fanatismo”, de los Aimaras refiere, “ pobre es el que no tiene comunidad”, Mujica se define como un Neoestoico, su filosofía de vida, siempre tan sencillo, que no quiso ir a vivir a la Casa de Gobierno en Montevideo, sino que siempre vivió en su casa en las afueras para ser exacto en el lugar donde él trabaja la agricultura, cuida sus gallinas, perros y demás animales, llamado: Rincón del Cerro. Un hombre comprometido, amante de la vida y de la naturaleza, como un panteísta. Su ascendencia italiana, lo hizo ver la vida siempre como una oportunidad para crecer, ser y hacer feliz a otros. Puntualiza el presidente Mujica que el “ hombre es producto de la época que le toca vivir”, agrega en sus alocuciones que quiso cambiar al mundo, convirtiéndose muy joven en un revolucionario. Además demostró ser un autodidacta estudiando de 5 a 6 horas diarias en una biblioteca.
Mujica, dijo que siempre tuvo vocación política, militante estudiantil, guerrillero, preso político, diputado, senador hasta convertirse como se apuntó arriba, presidente de la República Oriental del Uruguay. Llegó al poder no para servirse, todo lo contrario, a servir y dejar un legado indeleble e inolvidable, remarcable, dando siempre cátedra de política limpia, para los políticos del Siglo XXI y para el resto de la historia mundial, para todos aquellos que emergen y quieren gobernar democráticamente sus países.
El expresidente Mujica dice: ” Yo no hago apología de la pobreza, sino una apología de la sobriedad”. Según el, la vida de lujos, derroches, vanidades y excesos que viven algunos gobernantes del mundo y de la región latinoamericana son incongruentes con la calidad y niveles de vida de sus gobernados. El expresidente Mujica es un ciudadano del mundo, con una inteligencia excepcional, capacidad de entender los tiempos pasados, presentes y casi lo podría calificar como el mejor futurólogo del Siglo XXI, pues tiene una claridad para visualizar la problemática mundial como muy pocos la ven y la explican. Es admirable los puntos de vista que presenta referente a los liderazgos políticos de este tiempo, es un hermeneuta y exégeta de la sociedad, de tendencia izquierdista como derechista.
Finalmente, debemos decir que este es un homenaje en vida a un político que sí entendió el Poder y la Teoría Política como debe ser. A un político que el poder nunca lo mareó, ni lo distrajo, expuesto y probado para corromperlo, más nunca permitió, impoluto, política y socialmente correcto. Un agnóstico respetable, un ejemplo de ser humano. Un verdadero filósofo, economista, estratega, consejero enemigo y crítico de las llamadas “ dictaduras democráticas de nuestro tiempo”. Amante de la vida, no conformista, sino que un optimista, no un escapista ni fatalista, sino un verdadero estadista. Criticado, amado, aclamado y respetado, hasta el extremo por su estilo y modo de ver el mundo y hacer gobierno, pero como fue y es un hombre que creyó en la libertad, asumió y asume que en un país democrático hay seguidores y disidentes, lo cual es muy normal. Lo cierto es que el día que falte físicamente, dejará un gran vacío no solo en su País Uruguay, diríamos que en todo el mundo, pues, después de todas sus conferencias, carrera y militancia política, entrevistas y despedidas deja un legado enorme y muchos espacios para escribir sendos artículos, libros, tesis y digno de ser estudiado desde las Ciencias Políticas y crear institutos políticos no oportunistas, sino que sean organizaciones e instituciones comprometidas con las grandes mayorías, congruentes y coherentes con sus minutas doctrinarias y visiones políticas de mejores destinos para los que gobiernen.
Honor a un hombre cuya historia lo pondrá en el lugar que el solo él puede estar. Un verdadero político, coherente, consecuente y comprometido con su mensaje y su mundo. Cuando de Montevideo vaya un Volkswagen color azul cielo cuya placa es SAO 1653. Uruguay, o viceversa, no es más que el vehículo, memoria y la vida de un hombre llamado José Alberto Mujica Cordano, conocido cariñosamente como Pepe Mujica, el presidente, el pensador y viajero en el tiempo, ejemplo para las presentes y futuras generaciones de políticos de centro izquierda o de centro derecha o de cualquier ideología a futuro, porque su mejor legado es su decencia, honradez y franqueza para decir y explicar la problemática de este tiempo y el que viene. ¡Viva Pepe Mujica!. SAO 1653. Uruguay.
