El mandatario recordó que hace cuatro años, cuando asumió la Presidencia por primera vez, «Colombia tenía dificultades que parecían insalvables con algunos vecinos», pero hoy esa situación ha cambiado.
En 2010, cuando Santos recibió el Gobierno, Colombia estaba con las relaciones diplomáticas rotas con Ecuador y Venezuela, dos de sus vecinos, por diferencias de los gobernantes de esos países con su antecesor, Álvaro Uribe, relacionadas con la guerrilla.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, asistió hoy a la investidura de Santos, pero no estuvo presente el de Venezuela, Nicolás Maduro, que estuvo representado por su ministro de Planificación, Ricardo Menéndez.
«Hoy podemos decir, con satisfacción, que así subsistan profundas diferencias en algunos aspectos, prevalece el respeto, la amistad y el deseo de cooperación que debe existir entre pueblos hermanos, siempre protegiendo nuestros intereses y nuestra soberanía», dijo.
Santos destacó que «Colombia ha recuperado un papel preeminente ante el mundo» por el pragmatismo en sus relaciones.
«Formamos la promisoria Alianza del Pacífico (con Chile, México y Perú) y obramos con entusiasmo y disposición de contribuir en todos los grupos de integración o coordinación de que hacemos parte», señaló.
Agregó que a diferencia de otros tiempos, cuando a Colombia solo se le asociaba con el narcotráfico y la violencia, hoy los colombianos muestran con orgullo el pasaporte en cualquier lugar del planeta «y felizmente, ese pasaporte cada vez requiere menos visas para ingresar a otros países», dijo.
Santos afirmó que Colombia, que busca la paz en una negociación con las FARC, puede y debe ser la buena noticia que tanto necesita la humanidad: «¡la noticia de que llega a su fin el último conflicto armado del hemisferio occidental!».
Finalmente, el mandatario agradeció a la comunidad internacional por su apoyo y contribución al anhelo de paz de los colombianos.