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Río Plátano, el Patrimonio Mundial en Honduras que está en estado crítico

Redacción Medioambiente – El cambio climático es la primera amenaza para los sitios naturales catalogados como Patrimonio Mundial de la UNESCO, con un 43 % de ellos afectados, seguido por las especies exóticas invasoras, que ponen en peligro al 30 %, y por las actividades recreativas (22 %), según un informe hecho público en Abu Dabi durante el Congreso Mundial de la Naturaleza.

El documento también advierte del fuerte aumento del riesgo derivado de las enfermedades de la vida silvestre y de las plantas. El 9% de estos sitios naturales padece una amenaza alta o muy alta de patógenos, un 7 % más que en 2020.

El informe Perspectivas del Patrimonio Mundial 4 de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es la evaluación más completa de los 231 sitios naturales y 40 sitios mixtos (también son patrimonio cultural) del Patrimonio Mundial.

«Proteger el Patrimonio Mundial no es sólo salvaguardar lugares emblemáticos, sino proteger los cimientos mismos de la vida, la cultura y la identidad de las personas en todo el mundo», ha expresado Grethel Aguilar, directora general de la UICN. «Debemos unirnos alrededor de una acción más comprometida sobre el terreno y una mayor inversión para garantizar que estos tesoros irreemplazables perduren, para la naturaleza, para las personas y para las generaciones venideras».

El cambio climático amenaza 117 de los 271 sitios evaluados, el 43 % frente al 33 % de 2020. Es, además, el factor que crece más rápido, un 14 % en este periodo. Ni siquiera la mitad de estos espacios dispone de planes de acción climática.

Enfermedades como el virus Ébola o la gripe aviar «están afectando a los ecosistemas y amenazando a especies clave», detalla el informe.

Todas las amenazas están interconectadas, lo que intensifica su efecto: «Los cambios en las temperaturas y las precipitaciones pueden permitir que los invasores se propaguen más rápido y más lejos y también pueden alterar las condiciones de los patógenos», resume la UICN, «y el turismo insostenible también puede favorecer su propagación».

Las principales amenazas lo son a nivel global desde 2017, pero si se pone el foco en distintas regiones las diferencias son significativas.

Así, la caza es el mayor peligro para el Patrimonio Mundial natural en África, el cambio climático lo es en Asia, Mesoamérica y el Caribe, la contaminación del agua lo es en los estados árabes y las actividades recreativas lo son en Sudamérica.

46 sitios en buen estado, 119 bajo cierta preocupación

Entre los sitios 49 que gozan de un «estado bueno de conservación» figuran el Parque Nacional de los Volcanes en Hawai (EE.UU.), Laponia (Suecia), el Monte Etna (Italia) y el Parque Nacional del Teide (España).

«Bueno con ciertas preocupaciones» es el estado de 119 sitios, como el Himalaya (India), el Kilimanjaro (Tanzania), el Santuario de los Pandas Gigantes de Sichuan (China), el Gran Cañón y Yellowstone (EE.UU.), la biorreserva del Pinacate y el Santuario de Ballenas de El Vizcaíno (México), el complejo de conservación de la Amazonía Central (Brasil), Los Glaciares (Argentina), la Laurisilva de Madeira (Portugal), Los Katíos y el Santuario de Malpelo (Colombia), el Parque del Manú y Río Abiseo (Perú) o Tikal (Guatemala), entre otros.

88 lugares bajo preocupación significativa, 17 en estado crítico

Entre los 88 que plantean «una preocupación significativa» figuran Calakmul, Sian Ka’an y la reserva de la mariposa monarca en México, Cocos en Costa Rica, el Pantanal de Brasil, Canaima en Venezuela, Chiribiquete en Colombia, Galápagos en Ecuador, Machu Pichu y Huascarán en Perú, Iguazú en Argentina y Brasil, Capadocia en Turquía, los lagos del Valle del Rift en Kenia, el lago Baikal en Rusia y Yosemite en Estados Unidos.

Hay 17 sitios en «estado crítico», la mayoría de ellos en África, como la reserva del Teneré en Níger. Tres están en América: los Everglades en Estados Unidos, las islas y áreas protegidas del golfo de California en México y Río Plátano en Honduras.

Trece sitios han mejorado sus perspectivas de conservación entre 2020 y 2025, «lo que demuestra que una inversión dirigida y la participación local funcionan», valora el documento.

Entre ellos figuran los parques nacionales del Manú, en Perú, y de Los Katíos, en Colombia, que en 2020 despertaban una preocupación significativa y actualmente están un escalón por encima, «en buen estado con ciertas preocupaciones». EFE

(vc)

La Reserva Río Plátano

Ubicada en la cuenca del río Plátano, esta reserva mantiene uno de los escasos vestigios de bosque lluvioso tropical de Centroamérica. Su fauna y flora es abundantes y altamente biodiversa, razón por la cual es considerada como un HotSpot a nivel mundial. 

La reserva de la biósfera del Río Plátano cuenta con una alta biodiversidad a todos sus niveles, una muestra son ecosistemas como pantanos, manglares, bosque de pino, sabana, bosque lluvioso tropical y bosques enanos. Algunas de las especies de árboles de la reserva incluyen: balsa, ceiba, guayacán, caoba, Santa María, cedro y pino. Se ha comprobado que la reserva de la biósfera, contiene más de tres especies de árboles por hectárea cuadrada, más que la selva del Amazonas. 

En los últimos años, las Fuerzas Armadas reportan plantaciones de coca en la zona núcleo de la Reserva del Hombre, Biosfera del Río Plátano, en la zona se construyó una «narcocarretera», además ha sido foco de conflicto por ocupantes que han llegado a deforestar ese sitio.

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