El líder de “Salvemos Honduras” llegó al sorteo con su esposa Lucrecia Álvarez, su madre Idarela Arias, hermanos y las bases nacionalistas que con sus vivas, porras y banderas llenaron de fervor político el evento.
Su hijo menor “Richi” fue quien seleccionó la esfera que determinó la posición de su movimiento, durante el sorteo realizado por las autoridades del Tribunal Supremo Electoral.
Ricardo se mostró satisfecho por el número seleccionado por su hijo calificándola como una de las posiciones más privilegiadas, al estar ubicada estratégicamente ya que será muy fácil de ubicar para los electores.
“Hay dos posiciones muy importantes la primera y la ultima, me tocó la última, somos los últimos en la papeleta y los primeros en el corazón del pueblo y seremos los primeros el día de las elecciones”, manifestó el presidenciable.
El siete es el número perfecto, el número de la suerte y el mejor ubicado al final de la papeleta, agregó.
A la vez llamó a sus correligionarios a que sean parte de una campaña limpia, propositiva con propuestas, generándole esperanza al pueblo fortaleciendo la democracia con elecciones transparentes.
Aseguró que su movimiento se encuentra 18 puntos arriba de sus demás contendientes, lo que le garantiza que Salvemos Honduras ganará las próximas elecciones internas con cien mil votos de diferencia.