Tegucigalpa – El deseo, la búsqueda o la propia reunificación familiar cada vez gana terreno dentro de las caravanas migrantes, integradas principalmente por ciudadanos hondureños.
-En octubre de 2018 miles de centroamericanos abandonaron sus países en caravanas con el sueño de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo.
Lo anterior se colige luego que en las últimas horas se conociera el caso de una menor hondureña que reunió con sus padres luego de emprender la ruta migratoria con la primera caravana que salió el 13 de octubre de 2018 desde la ciudad de San Pedro Sula.
Básicamente, esos migrantes buscan ser reconocidos bajo la condición de asilo en Estados Unidos pero la mayoría cuenta con un familiar o al menos con un conocido de quien dan referencia para tal propósito.
De esta manera, la búsqueda de la reunificación familiar considerada la tercera causa de emigración en Honduras gana cada vez más terreno dentro de las caravanas migrantes.
Reunificación
Una niña hondureña de tres años que formaba parte de la caravana de migrantes que en distintas oleadas llegó a México desde octubre del año pasado se reunió con sus padres, que residen de manera legal en Estados Unidos, informó este jueves la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México.
El 10 de febrero, la CNDH “observó entre las personas migrantes de la caravana asentada en Piedras Negras, en el estado norteño de Coahuila, a una niña de tres años que viajaba con un familiar, por lo que realizó las acciones necesarias ante las autoridades para reunirla con su madre y padre”, explicó la Comisión en un boletín.
El organismo gestionó el traslado de la menor a un albergue, mediante la Procuraduría de Niños, Niñas y Familia, para que allí pudiese recibir cuidados y protección mientras trataban de localizar a sus padres.
Tras varios intentos la CNDH consiguió contactar con el padre y la madre de la pequeña, quienes residen de manera legal en el estado de Nebraska, Estados Unidos.
Tan pronto los progenitores supieron del paradero de su hija, se trasladaron a Piedras Negras el 12 de febrero y acudieron al albergue, donde acreditaron su vínculo familiar.
El proceso de reunificación concluyó el día 13 de febrero con la expedición de “la constancia de vínculo familiar” por parte de las autoridades hondureñas y la entrega de la niña a sus padres.
Masiva reunificación
Las reunificaciones familiares de migrantes que participaron en la caravana también se han manifestado de forma masiva, eso lo sabe la madre guatemalteca Glendy Pineda
Esta madre centroamericana, quien antes de la pasada de Navidad recibió una llamada en la que le notificaban la llegada de su hija.
“Antes de la Navidad me llamaron y me dijeron Glendy Pineda compra boletos porque ahí va tu hija’”, dijo la guatemalteca. La madre había bromeado con su hija Cecilia Parada sobre unirse a la caravana de migrantes, pero no esperaba que lo hiciera.
Parada cruzó la frontera con sus dos hijas, su hermano Saulo Ochoa, su cuñada y cuatro sobrinos. Los nueve estuvieron ocho días en poder de la Patrulla Fronteriza. Ahora están bajo el amparo de Pineda, quien debe dar sustento a una familia que ahora es de 14 integrantes.
De acuerdo con el reportaje, los niños ya van a la escuela, pero los adultos están limitados. No pueden trabajar y tienen grilletes electrónicos. Pineda buscó ayuda de abogados de inmigración, pero le cobran nueve mil dólares por persona por el caso.
Hondureños mayoría dentro de caravana
Un informe enviado a la Cámara de Diputados de México por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señala que las tres caravanas de migrantes que ingresaron a México fueron conformadas por más de 11 mil 500 migrantes, la mayoría de nacionalidad hondureña.
En ese sentido, el informe de la CNDH subraya que, en total, en las tres caravanas migrantes accedieron al país más de 11 mil 500 personas procedentes de Honduras y El Salvador.
El informe detalla que la primera caravana migrante estaba conformada por siete mil personas principalmente de hondureños; el segundo contingente estaba conformado por dos mil 500, principalmente también por hondureños. Y la tercera caravana se integró por un contingente superior a las dos mil personas, pero ahora predominantemente de salvadoreños.
Pese a los altos números de migrantes deportados cada día en promedio 200 hondureños emprenden la ruta migratoria.
Aunque estudios académicos establecen que a diario unos 200 hondureños emigran en busca de una mejor vida, en la actualidad esta cifra se acrecentara hasta por miles ya que los hondureños desde octubre de 2018 han optado por iniciar la travesía en caravana.
En octubre de 2018 miles de centroamericanos -en su mayoría hondureños y salvadoreños- abandonaron sus países en distintas caravanas con el afán de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo, en un éxodo que causó choques diplomáticos entre países.
En enero se repitió el proceso con dos nuevas caravanas, en su mayoría también familias y jóvenes, que en estos días atraviesan territorio mexicano.
Autoridades piden no emigrar
De su parte, el gobierno hondureño ha reiterado el llamado a no emigrar de forma irregular cualquiera que sea el motivo de esta movilización.
En ese sentido, la canciller de Honduras, María Dolores Agüero, reiteró en las últimas horas el llamado de parte del Gobierno hacia la ciudadanía a no emigrar de forma irregular.
“El llamado siempre como gobierno y que estamos haciendo con los distintos gobiernos del Triángulo Norte es a prevenir los riesgos de la migración irregular”, expresó la diplomática hondureña.
Afirmó que si bien la política migratoria de México ha dado un giro importante la misma no se aplicará de forma ágil.
En ese sentido, acotó que el viaje irregular hacia Estados Unidos tiene las mismas complejidades y los mismos riesgos.
“La política migratoria de México ha dado un giro importante orientada a dar ciertas condiciones para las personas que van en tránsito por su país orientada a la creación de empleos y algunos otros beneficios, sin embargo, hemos visto como la implementación de dicha medida no será tan ágil”, apostilló.
Al respecto, reiteró el llamado a no emigrar de forma irregular ya que las complejidades y peligros de la ruta migratoria siguen siendo los mismos.